Las joyas perdidas

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― Aún siento que es muy pronto.

― Ya me dijiste que sí. No puedes retractarte ahora.

― No he dicho "Sí, acepto". No hasta que lo hagas como se debe.

― Sorpresa y romántico. ― citó lo que le había dicho hacía un momento atrás.

Nos acostamos en mi cama, Jumin me mantenía abrazada y apoyaba su mentón en mi frente. Yo mantenía mis manos en su pecho, su corazón latía bajo mis palmas. Inhalaba profundo el rico olor a su perfume.

Me sentía cálida.

― Y nada fuera de serie. No quiero fuegos artificiales o una orquesta entera.

― Estás reduciendo mis opciones. ― se quejó.

― Soy feliz solo con estar así. ― me acurruqué en su pecho.

― Lo sé, cariño. ― besó mi frente. ― Aunque no tengo problema en que elijas una vida egoísta donde te pongas a ti misma sobre todo lo demás.

― Harás que lo crea. ― reí un poco.

― Créelo, mi princesa.

Sentí a Jumin muy romántico.

Extrañaba estar entre sus brazos.

Comenzaba en contemplar la idea del matrimonio. Amaba con locura a este hombre. Quería ser mimada por él, que me proteja y procure como lo más importante para él.

Pero no quería empezar esa etapa de mi vida porque mi madre lo estaba orquestando.

― ¿Qué pasará con lo de Taeyang? Mi madre seguirá insistiendo.

― Deja que siga creyendo que ya nos hemos comprometido, aunque para mí ya es un hecho.

― Jumin... ― le di un pequeño golpe en el pecho y él se echó a reír.

― Es en serio, Danny. Puedes afirmar que aún no has aceptado mi propuesta, pero solo lo estás aplazando.

― Lo dices muy seguro. ― comenté con ironía.

― Tengo la confianza de que serás mi esposa tarde o temprano.

Me incorporé apoyándome en mis codos para verle de frente.

― ¿Entonces ya me considera su prometida, Sr. Han?

― Desde luego, Srta. Kim. ― sonrió. ― Tan solo hemos pospuesto el protocolo.

― Eso no tiene sentido. ― no pude evitar reír.

― Lo tiene para mí. ― con un movimiento ágil alcanzó mis labios y me robó un beso. ― Puedes elegir la fecha de la boda. Así sea un año, dos o más tiempo. El que necesites. Si quieres que aún no se haga público, así lo será.

― Me pregunto si mi madre ya eligió por sí misma la fecha.

― Es solo tu decisión, Danny. En cuanto al arreglo entre tu madre, Taeyang y yo, no tendrá nada que ver con nuestra boda. Arreglaré las cosas. Me propondré apropiadamente.

Podía creerle. Todo lo que hacía era para protegerme y hacerme sentir bien. Sonreí y me acurruqué de vuelta, escondiendo el rostro en su cuello.

Dios, que bien huele este hombre.

Podría pasar horas así con él, pero no era el momento.

― Proponte apropiadamente. Solo así querré que se haga público.

― Así será. ― afirmó. ― Tan solo espera.

Quería quedarme así con él, pero mis padres de seguro ya habían terminado su reunión con el doctor.

En los brazos de Jumin HanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora