― ¿Esa persona es su hermano?
― Su nombre es Bruno Roberts. ― asintió. ― Cuando fui a hablar con la seguridad del hotel mientras te arreglabas, me mostraron las grabaciones. Él ya nos había visto entrar juntos al vestíbulo y esperó a que te dejara sola para acercarse a ti.
Solo podía quedarme mirándole como tonta.
― Ya veo. ― susurré, sin saber qué más decir.
¿Cómo no me di cuenta antes?
Pensándolo bien, se parecían mucho. No solo en lo físico, también en lo cabrones.
― ¿Por qué haría algo así? ― pregunté.
Se pasó la mano por el cabello.
― Digamos que no estamos en buenos términos.
― ¿Puedo saber por qué?
― Quisiera no decirlo ahora. ― se veía tenso. ― No quiero que esto afecte tu estado de ánimo después de haberlo solucionado en el camarote.
Definitivamente debía ser algo relacionado a Camila.
Quería saberlo... ¿O no...?
Decidí no insistir.
― Así que Rachel está comprometida con esa persona.
― Por lo que sé, sí.
― Quisiera decir que me siento mal por ella, pero...
― ¿Pero...?
― No puedo sentir empatía por alguien que lo único que ha intentado es separarme de ti con mentiras y emboscadas. ― resoplé. ― Al menos se lleva bien con su cuñada. ― comente con ironía.
Jumin se relajó al fin y bebió de su copa.
― Es una lástima. ― dijo más para sí. ― En otras circunstancias tú y la Srta. Christopher se hubieran llevado bien.
― Quizá.
Aunque ya no podía imaginarme tal cosa.
Minutos después comenzó el espectáculo.
Jumin y yo nos paramos en la orilla, frente al barandal, admirando las luces explotando en el cielo, de muchos colores e iluminando la bahía. Jumin mantenía su brazo a mi alrededor, sonriendo por mis reacciones de niña pequeña a la que le gusta la pirotecnia.
Si, nunca había visto un espectáculo de fuegos artificiales de tal calidad, salvo quizá en la televisión cuando transmitían los juegos olímpicos o la espera de un año nuevo. En verdad era maravilloso.
Al finalizar se escuchó los aplausos de los presentes y la música volvió a amenizar la noche. El MC animó al público a seguir con la festejando.
― ¿Quieres bajar a la fiesta? ― me preguntó Jumin.
― Si. ― asentí, aunque prefería haberme quedado sola con él en esa cubierta, pero no fuimos a esa fiesta precisamente a eso.
Tomados de la mano, bajamos a la cubierta principal, caminamos entre las parejas que se mecían en la pista de baile al ritmo lento y elegante del blues. Jumin se paró en seco, haciéndome estirar el brazo, y luego deslizándome hasta apegarme a él.
Sus ojos me veían con diversión, su sonrisa lo decía todo. Coloqué mi mano libre sobre su hombro y sonreí. Besó el dorso de mi mano que sostenía con la suya, y su mano libre la colocó en mi espalda baja.
Nos mecíamos viéndonos el uno al otro, sonriendo como un par de tontos. En serio sabía bailar.
― Me gusta esa canción. ― le susurré.
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En los brazos de Jumin Han
FanficPor extrañas circunstancias, Danny ahora es un miembro de la RFA donde conoce a un grupo peculiar en el que se encuentra Jumin Han. Tal parece que el pasado de Danny se niega a dejarla ir. Fanfic inspirado en el juego Mystic Messenger. Aclaro que...