No lo entiendo

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― Me disculpo por el beso, fue un completo error. ― me dijo muy serio. ― Mi madre... Ella estaba colmando mi paciencia y cuando mi secretaria te anunció como mi novia... Solo vi la oportunidad para librarme de la situación. Me disculpo por haberte arrastrado a esto.

Por alguna extraña razón esperaba que me dijera otra cosa. En mi pecho se sentía un hueco y todo mi cuerpo estaba tenso. No sabría decir, pero sentía una extraña combinación entre enojo, decepción y tristeza.

― Está bien. ― no sabía qué más decir.

― Entenderé que te sientas ofendida. Estás en todo tu derecho. Pero, el que te diga esto ahora no significa que te mentí cuando te dije que eres alguien importante para mí.

― Jumin, te he dicho que está bien.

― ¿En verdad?

― No estoy ofendida. ― traté de hablar con calma. ―Me sorprendiste. Entiendo por qué lo hiciste, aunque no debiste. Lamento tu situación con tu madre, espero que las cosas mejoren y que no tengas que recurrir a acciones impulsivas de nuevo.

― Gracias por entender. No tienes idea de lo preocupado que estaba. ―suspiró. ― ¿Todo bien entre nosotros?

― Todo bien. ― respondí. ― A fin de cuentas, somos amigos.

― Danny, tú... ― se escuchó la voz de Jaehee a lo lejos, interrumpiendo a Jumin.

― Estás ocupado, debería colgar.

― No. Dame un momento.

― Está bien. Yo también tengo trabajo por hacer. Estaremos en contacto por medio del chat.

Colgué antes de que él pudiera decir más.

Sí, estaba enojada. Muy enojada. No porque me sintiera usada, sino por lo ingenua que había sido. Por un momento en ese parque pensé que algo entre nosotros había pasado, pero solo yo creía eso. No estaba enojada con él, estaba enojada conmigo.

Me acosté boca arriba en la cama. Si tenía trabajo por hacer, pero en ese momento mi cabeza era un completo caos. Deslicé las yemas de los dedos sobre mi labio inferior, tratando de imitar la presión que los labios de Jumin habían hecho en los míos.

Desperté un par de horas después, no me di cuenta de cuándo me dormí. Me centré en el trabajo pendiente para la fiesta sin siquiera detenerme a comer. Así estuve hasta que me dieron las ocho de la noche.

Ya solo me quedaba agendar con V para vernos antes de la fecha final y ver las fotografías que iba a donar. Me metí al chat y por fortuna él se encontraba en línea, al igual que el resto del grupo. No me fijé que era de lo que estaban hablando, solo vi que Jumin estaba activo en el chat. No me apetecía hablar con él, así que le mandé un mensaje privado a V.

Danny: V, buenas noches.

V: Buenas noches, Danny.

V: Justo estábamos hablando de ti en el chat.

V: No te has conectado en todo el día. Jumin y Zen están en una discusión para ver quién debía llamarte.

V: Es muy divertido.

Danny: Lamento no haber entrado al chat. He estado muy ocupada con los preparativos de la fiesta.

V: Espero que no te cargues tú sola con todo. Sabes que estamos para ayudarte.

Danny: Estoy bien, no hay de qué preocuparse.

Danny: Ya está todo listo. Solo falta quedar contigo para ver tus obras.

En los brazos de Jumin HanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora