¡Buenas noches! He vuelto y les he traído un poco de salseo para que no se quejen de que esto no avanza y no tenemos drama suficiente. Ya me darán sus opiniones. Por cierto, agradecimientos a KirynNera, flooflyx y shoyo_hq por sus lecturas y estrellitas; y a lovehopev por animarse a comentar. Se agradece mucho. Y sin mayor dilación, ¡disfruten y no se burlen demasiado del Kazuya!
Electric touch
Alcanzó su límite. Entre las prácticas situacionales de fildeo de medio día y el entrenamiento habitual de cada tarde estaba lo suficientemente cansado y polvoso para permanecer sentado en el suelo. Y desde ese punto de comodidad observaba a su obstinado capitán abanicando mientras respondía a las dudas que Sora le exteriorizó con respecto al Invitacional de Tokio al que fue convocado.
Verlos juntos esporádicamente a lo largo del día era prácticamente una normalidad para él y para los miembros del club de beisbol. Pasaron de ser la novedad entre sus compañeros de equipo a la pareja estable que funcionaba porque consiguieron un extraño equilibrio entre sus personalidades y el carácter de cada uno. Aunque quizás lo que más favoreció a que siguieran juntos era explícitamente la forma de ser de Sora.
Ella respetaba los tiempos de Miyuki. Pero siempre encontraba algún recoveco para pasar tiempo a solas con él. A veces eran meras charlas sin sentido, en otras abordaban temas más sustanciales como el desempeño global del equipo. Se compenetraban maravillosamente cuando decidían meterse con él para su disfrute personal. Asimismo, tuvieron sus salidas de pareja; aburridas desde su perspectiva.
—¿Qué tan patética tiene que ser mi vida social como para estar analizando la relación sentimental de este idiota?
Olvidó sus desaventuras sentimentales, conservando su postura silenciosa.
Conocía a Kazuya desde su primer año. La arrogancia con la que dirigió sus pasos para arrebatarle el puesto de cácher a Takigawa, la madurez que lo llevó a respetar y a admirar a aquel acérrimo rival, el cómo ocultó su lesión en nombre del equipo y su propio ego, el abrirse por lo abrumado que lo tenía la capitanía... Todos esos acontecimientos que mostraban parte de su naturaleza siempre estuvieron estrechamente relacionados con el béisbol. Nunca hubo nada aparte del béisbol que lo hiciera reaccionar. No hasta que Sora apareció.
La conocieron como la hermana menor de su ex capitán hasta que el trato diario y constante los fue acercando de formas diferentes. Para él se convirtió en su primera y real amiga; para Kazuya era la chica que seguía ostentando el título de novia.
—Estoy seguro de que no soy el único que está sorprendido de que hayan durado tanto.
Era un pensamiento cruel, demasiado realista, demasiado perfilado a la personalidad del cácher.
No percibía a Kazuya como un insensible, pero tampoco era el sujeto mega detallista y empalagoso que las chicas creían que debía ser tras su faceta de beisbolista. Él era un idiota que amaba el béisbol por encima de su propia vida, que disfrutaba de jugarle bromas a terceros; un sujeto tan hermético sobre lo que verdaderamente siente que tendía a ser malinterpretado. Justo como ocurrió cuando pasó lo del entrenador Kataoka.
Y la suma de todos esos aspectos dificultaban demasiado que alguien atravesara las robustas murallas que el mismo Kazuya levantó para que nadie conociera lo que escondía en su interior.
—Verdaderamente eres como un grano en el culo.
Se calmó. Husmeó en la cajita de madera que Sora le entregó. Había cuatro filas de hanami dango.

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Sweet Temptation
FanfictionÉl representaba en más de un sentido a los demonios que inútilmente había intentado sumir en lo más profundo de su pasado. Ella no era más que una extraña que le desconcertaba y le hacía percatarse de que incluso el lobo más solitario puede disfruta...