Capítulo 65

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¡Buena tardes! Ya aparecí con actualización. Andaba perdida en otro fandom jeje. ¡Disfruten, porque see noss viene cremita de la buena!

Untouched

El estadio Hanshin Koshien sería testigo del nacimiento de los campeones del invitacional de primavera. El camino sería largo y extenuante. Los treinta y dos equipos de cada prefectura y competencia regional eran poderosos rivales que no claudicarían. Mas todos ansiaban adentrarse en aquella feroz tormenta para domarla. Especialmente Seidō que había ganado un lugar en el torneo por primera vez en siete años. 

Mientras varias escuelas regresaban a casa tras su corta participación, los jugadores más novatos mostraban sus grandiosas habilidades al público. La gente enloquecía ante las victorias, ante los lanzamientos increíbles y monstruosos de los pícheres. Y con el correr de los días el número de participantes se redujo.

Tras ocho días y duras batallas los equipos que conformarían los cuartos de finales fueron emparejados para su confrontación. Para continuar avanzando Seidō tenía que derrotar a Komadai Fujimaki. Superarlos era tanto una cuestión de orgullo como una forma de probar su mejora y crecimiento.

—¿Enfrió su hombro? —interrogó Kazuya.

La pregunta nació cuando escuchó la escandalosa despedida de quien sólo estuvo un par de minutos en el comedor del hotel previo a retirarse a su habitación.

—No lo iba a dejar escabullirse sin que lo hiciera —contestó Yūki, tomando asiento al lado del sosegado cácher.

—Se puede saber qué transportas en ese ridículo termo.

Sora debió seguir los pasos de Sawamura e irse a otra parte. No estaba pensando con claridad. Por ello compartía la mesa con Kuramochi y Miyuki. Y sentada entre esos dos irritantes chicos se lamentó el excesivo tiempo libre que poseían. Que no entrenaran más de dos horas diarias no era justificación para que la molestaran en cada oportunidad que tuvieran.

—Es café. La bebida de los dioses —señaló doblando los labios al acordarse de todo lo que ha tenido que soportar—. Para negarse como amigos, ustedes dos se han estado llevando muy bien durante el torneo. Todos estarán de acuerdo conmigo.

—¡Es la magia del torneo!

—Hasta los vimos intercambiando revistas deportivas.

—Kuramochi le cedió el último postre de la comida de ayer.

—Anoche estaban viendo un programa de comedia. Se rieron bastante.

Kazuya y Yōichi se giraron hacia sus compañeros de equipo que todavía permanecían allí platicando y jugando cartas. Era evidente que lo último que querían era que apoyaran con sus confesiones la conclusión de la mánager.

—¿Quién podría tener tan horrendo gusto para tener una cosa como esta? —Kuramochi se apropió del termo. Lo examinó detalladamente y continuó: —. Seguramente la misma persona que está saliendo con nuestro capitán.

Pompompurin además de ser adorable posee una personalidad amable; expresa amor por la vida simple —dijo, arrebatándole su preciado regalo—. Descuida, en tu próximo cumpleaños puedo regalarte ropa interior con el rostro de Pompompurin. Así tendrás algo más que luchadores musculosos cubriéndote.

—¡¡No quiero atrocidades como esas!!

El grito no fue lo importante, sino el sonrojo de sus mejillas.

—¡Y no uso ropa interior con estampados de personajes de lucha libre!

—No estaría tan segura de eso, Yōichi.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora