Los milagros existen. El que esté aquí, después de más de un año sin actualizar, lo demuestra. Y créanme, yo también estoy sorprendida de haber regresado a DnA y haber tenido las ganas e inspiración para continuar con esta historia.
Les debo una enorme disculpa por semejante ausentismo. Pero sé que no hay palabras que corrijan semejante falla. Así que me limitaré a dejarles este capítulo, esperando que sea de su agrado y les haga olvidar los malos sabores que hayan tenido a lo largo de la semana. Sin más, disfruten y esperemos vernos pronto.
Gesture
La mayor parte del equipo se había reunido en el comedor para organizar lo que podía considerar como impensable. No concebía la idea ni siquiera cuando se había materializado frente a él a través de coloridos globos, serpentinas, platillos deliciosos y espantasuegras.
Un brazo alrededor de su cuello y la enorme sonrisa de satisfacción de ese bribón corredor aterrizó su realidad. Kuramochi estaba complacido con la reacción que mostraba su rostro. Y muy posiblemente todos estaban igual que él porque sonreían animadamente.
—¡Mírenlo, se ha quedado como tonto! —A Eijun no le importaba dejar a la vista el nulo respeto que sentía por su capitán.
—¡Eijun-kun, no digas esas cosas! —Haruichi se lamentaba por el insolente comportamiento de su amigo.
—Felicidades —congratulaba Furuya con un gorrito sobre su cabeza.
—Ya quita esa cara de idiota, Miyuki. —Le pedía Yōichi.
—En definitiva, no lo vio venir —comentaba Kanemaru.
—¡Que alguien le saque una fotografía! —sugería Sawamura.
—No te quedes ahí parado o todo esto va a enfriarse —habló Maezono para el pasmado chico.
Había platillos suculentos en abundancia, meticulosamente ordenados, como si se encargaran de marcar la pauta de cuál debería ser probado primero.
—Me sorprende que hayan preparado algo como esto, chicos —hablaba Rei viendo a cada uno de los jugadores.
—Es una larga, pero muy divertida historia. —Kuramochi se moría de ganas de dar a conocer los detalles.
—¡Sawamura ya ha empezado a comer! —gritó uno de los de segundo.
El joven ya tenía media chuleta en la boca.
—¡Ey, que alguien lo detenga!
La calma duraba muy poco cuando todos esos sujetos se reunían bajo el mismo techo.
—Ya di algo, idiota. —Kuramochi se había desesperado de que Kazuya siguiera mudo.
Una suave patada lo haría reaccionar.
—¿Y a qué se debe todo esto?
Quizás solamente quería fastidiarlos haciéndose el desatendido.
—Despabila.
—¡Feliz cumpleaños, Miyuki-kun!
Llegaron las gerentes, mostrando la pieza fundamental de todo festejo: una deliciosa tarta. Una que tenía la apariencia de una manopla atrapando una pelota de béisbol.
No podían culparlo por reaccionar tan apáticamente. Hacía bastantes años que no le celebraban su cumpleaños colectivamente. El festejo del día de su nacimiento desde hace mucho siempre involucraba a dos personas: a su padre y a él.
No sabía cómo lidiar adecuadamente con esa clase de sorpresas inesperadas. Sin embargo, pese a la inquietud y deseos de escapar, se alegraba de la existencia de un gesto tan cálido, independientemente de las razones que los impulsaron a hacerlo. Y esa nueva sensación de bienestar dibujó ávidamente una pequeña sonrisa que únicamente él podía reconocer.

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Sweet Temptation
FanfictionÉl representaba en más de un sentido a los demonios que inútilmente había intentado sumir en lo más profundo de su pasado. Ella no era más que una extraña que le desconcertaba y le hacía percatarse de que incluso el lobo más solitario puede disfruta...