Capítulo 33

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¡Buenas noches! Hoy les traje un capítulo nuevo y más corto que los anteriores, pero eso es mejor a nada, ¿no? Disfruten de la buena vibra de estas dos parejitas. Y, por cierto, si alguien se lo preguntó o le dio curiosidad, Annaisha Harada es una OC creada por NaylaKei; quien también es una ficker y ama a Miyuki Kazuya con la misma intensidad que Luffy ama su carne. Asimismo, adora a Mei y pues que se la pidió prestada. Sin más, ¡lean!

Black & White

Unas grandes y vistosas letras atraparon su atención al cruzar la gran avenida. El establecimiento que volvería realidad el segundo punto en la lista previamente elaborada por el as de Inashiro, estaba frente a ellos.

Era un lugar que conocía a la perfección a causa de sus hermanos y su mejor amigo. Mas nunca concibió la idea de asistir allí como parte de una cita romántica.

—Vamos. No te quedes mirando y entra. —Ese era Mei hablándole desde su franco derecho con un fervor que muchos envidiarían.

—No vengo vestida precisamente para acceder a un lugar como este.

—Dile a Kazuya que te dé sus zapatos. Así no habrá problema —canturreaba con chacota—. Es su culpa por no prestarme atención.

—No negaré que la idea de ver a Kazuya en tacones me seduce enormemente. No obstante, no creo que sea buena elección.

—Oh, te preocupas por la integridad de tu querido novio. ¡Eres tan tierna, Sora-chan!

—No calzamos del mismo número. Es imposible que podamos intercambiar zapatos.

Narumiya se puso a reír.

—Kazuya, ¡tu novia es muy divertida! —Su palma se estampó contra la espalda del cácher varias veces antes de detenerse—. Uno nunca deja de divertirse estando a su lado.

—Más bien están regodeándose a mis costillas.

—Bien, entremos de una vez que el tiempo es oro.

Allá iba el rubio en compañía de Anna. Ambos estaban muy entusiasmados.

—Siempre puedes quitarte los zapatos para que puedas batear.

—No me hagas quitarte esas zapatillas deportivas que traes puestas —sentenció para el gracioso.

—Desentonarán con el resto de tu ropa.

¿Le importaba el buen estilo? Claro que no. Él únicamente buscaba molestarla.

—Entremos antes de que cambie de opinión.

Se dirigieron a la recepción. Pidieron la jaula de bateo atendiendo al tiempo que la utilizarían, al número de personas que eran y al tipo de lanzamientos que deseaban enfrentar. También rentaron el equipamiento necesario para divertirse sin correr el riesgo de lastimarse o lesionarse.

Había cerca de diez jaulas de bateo, alineadas una al lado de la otra. Cada una de ellas contaba con un número, con su respectiva lanzadora y una puerta que permitía el acceso inmediato. Asimismo, había bancas frente a cada jaula para que los clientes depositaran sus pertenencias.

—Ya tenemos todo el equipo necesario. ¡Es hora de que el duelo comience! —Narumiya haría de aquella salida casual una competencia—. Y como los equipos ya están hechos. Demos comienzo.

—No hemos hecho ningún equipo —opinaba Miyuki poniéndose las coderas y el casco.

—¿Cómo de que no? —espetaba el rubio con una ceja curvándose—. Kazuya, es obvio que haré equipo con Anna y tú con Sora.

—Ella no sabe batear. Estoy seguro que nunca en su vida ha jugado béisbol —comentaba—. Hagamos equipo.

—¡¿Eh?! —Miró al cínico muchacho sin creerse que no fuera capaz de leer el ambiente—. Sé un buen novio y haz equipo con Sora.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora