¡Buenas noches mis criaturillas! Al fin hoy se iluminó mi ser y se me ocurrió una que otra cosilla para continuar la historia. ¡Disfruten el capítulo!
Next Stage
Había despertado. Incluso antes de que la alarma de su celular sonara y le demandara ponerse de pie para arreglarse y alistarse para la rutina de preparación que tenía lugar antes de clases. Sin embargo, no estaba sorprendido de que su cuerpo lo traicionara. En primer lugar, su organismo ya se había acostumbrado a tal itinerario; segundo y tal vez más importante: el haber perdido contra Kuramochi.
Los hombres de verdad cumplían sus promesas, ¿no?
—Ya ha amanecido...—Se dijo a sí mismo convenciéndose de que el nuevo día había llegado y con ello posiblemente uno de los peores de su vida.
Yōichi no iba a dejarle las cosas tan fáciles. No cuando existía tanto material al cual recurrir.
Se puso de pie y sacudió su escasa somnolencia. Se dirigió hacia su escritorio y se colocó sus lentes deportivos. Procedió a intercambiar su pijama por el impecable uniforme de béisbol. Y antes de abandonar su cuarto con todo lo necesario para la práctica, pasó rápidamente el cepillo por su rebelde cabello que no quería cooperar con su escasez de tiempo.
Y en el instante en que llegó a las canchas de béisbol supo que Yōichi ya había pensado muy bien cada una de las actividades que lo obligaría a realizar durante todo el día.
—Hubieran visto cómo Kuramochi-senpai barrió el piso con Miyuki. —Obviamente alguien como Sawamura se alegraría de la aplastante derrota que vivió el capitán—. Recuerdo que decía que sería pan comido.
Yōichi estaba igual o más feliz por el logro obtenido.
—Espero que hayas descansado bien, Miyuki. Hoy tendrás un día bastante ajetreado. —Una amenaza demasiado obvia para el receptor.
—Esto será problemático...—Haruichi estaba en todo lo cierto.
Había algo así como un aura perversa rodeando a Yōichi y Eijun. ¿Por qué sospechaba que ambos habían planeado meticulosamente los desafíos que Kazuya debía saltear?
«Tengo el presentimiento de que mi día será un verdadero infierno».
No necesitó decir nada. Esa cara llena de malicia y esa sonrisa guasona le mostraron que estaba en lo correcto.
«Realmente va a disfrutarlo...».
—Por ahora pongámonos en marcha y empecemos con el entrenamiento —decía tranquilamente el adicto a los videojuegos—. Cuando inicien las clases te diré lo que vas a hacer durante todo el día.
Kazuya se quedó frígido. No podía evitarlo. Tragó saliva lentamente y experimentó esa sensación que todos conocen como miedo.
Jamás una mañana se le había ido tan rápido. Y posiblemente nunca sintió desagrado por la idea de que la hora del almuerzo se retrasara. Lamentablemente allí estaba Kuramochi, parado frente a su pupitre, con una sonrisa que haría desconfiar a cualquiera que lo conociera.
—Pensé que saldrías corriendo de aquí, Miyuki —habló, examinando sus reacciones cuidadosamente.
—Sólo dime lo que tengo que hacer.
—Empezaremos con algo simple: quiero que vayas a la cafetería y me compres unas cuantas cosas. —Sonaba demasiado perfecto para ser real.
Kazuya lo supo al leer la lista. Todo lo que quería era lo que se acababa de inmediato. Había sido mandado a una versión ligera de un matadero humano.

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Sweet Temptation
FanfictionÉl representaba en más de un sentido a los demonios que inútilmente había intentado sumir en lo más profundo de su pasado. Ella no era más que una extraña que le desconcertaba y le hacía percatarse de que incluso el lobo más solitario puede disfruta...