En el callejón Diagon

3K 254 65
                                    


Al día siguiente después de desayunar, todos se encaminaron rumbo al callejón Diagon. Nymphadora y Remus como estaban de servicio debían asistir en calidad de aurores guardianes junto a ellos para resguardarlos, en especial a Harry, Sirius también asistió y estaba feliz ya que esta era su primera salida como hombre libre debido a que el año anterior el profesor Dumbledore se encargó de presentar ante los demás miembros del Wizengamot las pruebas de su inocencia, que no eran otras que los recuerdos extraídos de las mentes de Harry, Ron y Hermione donde se apreciaba a Pettigrew confesando todo alegando que sólo temía a Voldemort y a su ira.

—Unos magos tan jóvenes no podrían manipular sus recuerdos —alegó Dumbledore en aquella oportunidad.

Por lo tanto así quedó Sirius absuelto de los terribles cargos que se le imputaban.

Cuando llevaban ya un tiempo de tienda en tienda comprando los utensilios de los chicos, Sirius no pudo evitar molestarse cuando algunas personas al reconocerlo lo evitaban o salían corriendo, otros más bien lo felicitaban o le pedían disculpas por haber desconfiado de él y creerlo un asesino.

En Gringotts, los duendes lo miraban con recelo, pero a él no le importó, luego tuvo que insistir demasiado para que Harry aceptara que él le comprara los utensilios del colegio.

—Soy tu padrino, Harry, es mi deber —dijo.

—Pero yo tengo diner... —intentó hablar Harry.

—Ahórralo para el futuro, Harry —volvió a insistir Sirius—. Soy tu padrino y me voy a encargar de ti de ahora en adelante.

A Harry no le quedó más remedio que aceptar. Cuando salieron de la banca mágica un brujo con expresión de pena se acercó a Sirius, le tendió su mano y dijo:

—Es un placer conocerlo, supe lo de su inocencia, no sé cómo ese Pettigrew pudo hacer semejante bajeza y culpar con usted.

—Ya ves, Sirius, mucha gente sí cree en ti —dijo Hermione para animarlo—. Solo tienes que ignorar a los demás.

Sirius agradeció el gesto a ese hombre ya que lo había alentado muchísimo, sonrió y le acarició el cabello a Hermione, luego negó con la cabeza cuando al salir de Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones donde los chicos compraron túnicas nuevas para el colegio y también túnicas de gala, observó un viejo cartel ya raído donde aparecía una fotografía suya en movimiento que lo mostraba histérico mientras sostenía un cartel con su número de prisionero, debajo de un letrero que rezaba:

¿Has visto a este mago?

Y debajo de la foto decía:

Es muy peligroso, fiel seguidor de quien ustedes saben, escapó de Azkaban

—¡Que estupidez! —se quejó Harry mientras arrancaba el cartel de un tirón.

—Hermione tiene razón, Harry —dijo Sirius riendo—. No les hagas caso, además eso es viejo.

—¡Miren esto! —dijo Tonks con creciente entusiasmo al tiempo que señalaba un cartel que estaba al lado del lugar donde había estado el de Sirius.

El cartel mostraba a las integrantes de la famosísima banda mágica de rock Las Brujas de Macbeth tocando sus instrumentos.

—Aquí dice que van a estar hoy en Flourish y Blotts donde van a firmar autógrafos y la nueva biografía que salió sobre ellas —dijo la Metamorfomaga contenta.

—¿Eres fan de las Brujas de Macbeth? —le preguntó Harry a Tonks.

—En demasía —contestó Remus por ella ya que la Metamorfomaga estaba absorta en el cartel al igual que Ron, Ginny y los gemelos—. Ha asistido a varios de los conciertos de su gira Amortentia.

Severus enamorado de una Bruja de MacbethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora