Una canción especial

2K 153 50
                                    



En uno de los despachos de Hogwarts, solo se podía escuchar la melodiosa voz de la líder de Las Brujas de Macbeth, ella punteaba las cuerdas de su guitarra mientras cantaba algo que realmente ya tenía en mente desde hacía mucho, porque Snape se había apoderado de su mente desde que ella había vuelto a Hogwarts, él siempre estuvo allí, cerca de ella para protegerla, para asegurarse de que estuviese bien, jamás olvidaría la increíble sensación de protección que sintió al estar en sus brazos el día que él la rescató del molesto Roger, no había duda alguna.

 Emily sabía perfectamente qué plasmar sobre ese trozo de pergamino que tenía en su escritorio, las letras iban directamente de su corazón a su cerebro en fracciones de segundos, y de allí a su mano y a su vez a la pluma, la inspiración que le brindaba Severus era casi épica, alucinante, tenía todas esas palabras que decir atoradas en su corazón, pero ya no más, era el momento de comportarse como una verdadera Gryffindor, si él había sido capaz de deshacerse de su orgullo para revelar lo que sentía, ella también tenía que hacerlo. Snape era simplemente un ser maravilloso, digno de ser amado. 

La cantante aún estaba sorprendida después de saber que él había estado enamorado de la madre de Harry y luego vino esa... Julieth, ahora sentía que la odiaba más que nunca, por haberlo hecho sufrir,  sabía lo que Snape había pasado y eso le encogía el corazón en el pecho, pensaba en lo que él debía estar pensando de ella en ese momento y se estremecía, pues ella jamás tuvo la intención de herirlo como lo había hecho Julieth, sólo que... bueno se había vuelto una cobarde. Roger se había encargado de dejarla así, pero ahora era el turno de ser valiente como lo era Snape, de decidirse como él lo hizo, de hacer a un lado el miedo al dolor y al fracaso, él había sufrido más que ella, había sido humillado en el colegio frente a la chica que más amaba y la humillación más grande fue tener que verla casada con su peor enemigo, no conforme con eso, también había sufrido el dolor de saberla muerta y posteriormente había tenido que soportar ser el blanco de las burlas de la imbécil de Julieth y de sus amigos, amigos que Emily no conocía pero que ya odiaba tanto como a esa... a esa... perra de Julieth. 

Snape era simplemente un ser extraordinario y si no era demasiado tarde, le demostraría que ella también lo amaba, que lo necesitaba, y que no estaba dispuesta a separarse de él.

—Pero ¿Qué hiciste, Albus? —soltó Snape furioso en el despacho del director—. ¿Cómo rayos se te ocurrió decirle semejante...? ¡Por Merlín! Eso es privado, te dije que nunca le dijeras a nadie lo de Lily.

—Lo sé, muchacho, y yo te dije que nunca daría a conocer tú mejor lado, pero es que jamás conté con que tuvieses frente a ti la posibilidad de ser feliz realmente —alegó Dumbledore en su defensa.

—¿De qué felicidad me hablas? ¡Por Dios!

—Emily creía que tú solo querías burlarte de ella, no sabía que tú también habías sufrido y que por lo tanto jamás serías capaz de hacerle daño —continuó el viejo.

—¿Y eso en qué cambia las cosas? —inquirió Snape—. Eso no hará que ella me ame, solo sentirá lástima por mí, solo le confirmará lo patético que soy.

—¿Por qué te empeñas en ver la vida de esa manera tan oscura, hijo?

—Porque es la única manera en que he aprendido a mirarla, cada vez que he tenido una mínima posibilidad de ver la vida de una manera diferente, ella misma se encarga de mostrarme su lado más siniestro —terció Snape—. No estoy hecho para esto, Albus. Me siento tan estúpido, nunca debiste decirle eso, ella debe pensar que soy un imbécil, un perdedor y un...

—Valiente —completó el director—. Te considera valiente por haberte decidido a aceptar lo que sentías, entiéndela, ella solo está asustada de lo que siente por ti Severus.

Severus enamorado de una Bruja de MacbethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora