La visión de Harry

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Al entrar al castillo, McGonagall fue conducida a la enfermería por Lupin, los aurores estaban alborotados, corrían de un lugar a otro con la varita en ristre, confundidos con lo que acababa de pasar pues creían que tal vez algunos mortífagos habían entrado al castillo.

Tonks se encargó de aclararle a sus colegas lo que pasó y ellos también quedaron indignados. 

En ese momento los alumnos que habían estado rindiendo el examen de Astronomía acompañados por los examinadores bajaron en tropel por las escaleras. Muchos de ellos lograron ver a McGonagall antes de que Remus la ingresara en la enfermería. De pronto Umbridge bajó también por las escaleras con Filch y La señora Norris detrás de ella. Todavía tenía el rostro colorado por la ira, pero se le notaba cierto dejo de miedo por lo que había pasado pues cabía la posibilidad de que tantos testigos ejercieran presión para que fuese enviada a Azkaban por intento de asesinato y abuso de poder aunque el ministro de magia, Cornelius Fudge, fuese su amigo.

¿QUÉ ESTÁN ESPERANDO PARA IR A SUS SALAS COMUNES? gritó la mujer mientras los chicos se apresuraban a marcharse. Harry, Ron y Hermione iban a obedecerle a regañadientes hasta que escucharon la voz de Emily.

¡NO ERES MÁS QUE UNA PERRA MALVADA! espetó la cantante removiéndose entre los brazos de Snape que luchaba por sujetarla. Ya estaba harta, sentía que había soportado demasiado.

¿Cómo me has llamado, insolente? preguntó la inquisidora con los ojos muy abiertos por la sorpresa al ver que Emily se había atrevido a insultarla de esa manera y frente a todo el mundo—. ¿Cómo?... ¿Cómo me llamaste?

Emily, por favor dijo Severus sujetando a su furiosa novia para que no se abalanzara a Umbridge—. No seas tan impulsiva.

¡Perra malvada! así te llamé, Dolores respondió Emily levantando la cabeza con gallardía y una sonrisa irónica. Había dejado de luchar para que Severus la liberara pero éste no se confiaba y aún la mantenía sujeta—. Me cansé de tus perjuicios, de tus decretos absurdos y opresores y sobre todo de tu cara de sapo malvado.

¡NO TE VOY A PERMITIR SEMEJANTE FALTA DE RESPETO, SMITH!

Y ENTONCES ¿POR QUÉ NO ME DESPIDES? ¡Vamos, inténtalo, Dolores! la desafió Emily con el rostro desencajado por la ira.

No, ¡Dios mío, Emily! Hermione estaba asustada, tapándose la boca con las manos.

No permitas que te despidan suplicó Draco en voz baja—. No la provoques ¡Por Merlín!

Harry y Ron también tenían miedo de la reacción de Umbridge pero al mismo tiempo era gratificante y sobre todo un alivio poder ver a alguien descargándose con ella de esa manera.

Te voy a decir por qué no lo intentas continuó la cantante—. Porque el ministro, quién es amigo de la infancia de mi padre, te pidió que no lo hicieras y tú eres su lamebotas ¿no es así?

Umbridge la miraba con los ojos inyectados en sangre, estaba visiblemente furiosa, pero la manera en que abrió los ojos en señal de sorpresa delataba que lo que acababa de decir Emily era verdad.

¡CONTROLA A TU LOCA, SNAPE!

¡A MI NADIE ME CONTROLA!

¿No has sido capaz de domarla? volvió a arremeter la bruja intentando sacar al impasible Severus de sus casillas.

Severus enamorado de una Bruja de MacbethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora