Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

La sorpresa de Severus

—Deja que me siente porque creo que voy a desmayarme— dijo Sasha en el salón de música.

Las Brujas de Macbeth habían ido aquel fin de semana a Hogwarts tal como prometieron para trabajar junto a Emily en las nuevas canciones de su próximo disco. Ella por su parte aprovechó la ocasión para contarles a ellas, a Hermione y a Tonks que estaban allí en el salón de música en ese momento (aprovechando una hora libre de Tonks) lo que sucedió con Julieth.

—¡Pero que zorra es esa Malfoy! —espetó Gloria indignada.

—¿Pueden imaginar lo que sentí cuando escuché que esa... mujer lo confesó todo bajo los efectos del suero de la verdad? —dijo Emily.

Tanto Hermione como Tonks esbozaban sendas sonrisas de satisfacción.

—De seguro te sentiste muy feliz ¿No es así? —inquirió la joven Auror.

—Por supuesto, Tonks —terció Hermione muy contenta—. Te lo dije Emily, te dije que el profesor Snape te amaba, yo lo sabía.

—Pero bien que dudó de mí en un principio —respondió la cantante con el ceño fruncido y cruzándose de brazos.

—Eso mismo digo yo —saltó Espina mientras Tonks le clavaba el codo en las costillas.

—No le eches más leña al fuego —dijo la Metamorfomaga.

—¡Auch! Pero si es la verdad, Nymphadora.

—Pero no deberías recordárselo Brithaney.

Las dos resoplaron con fastidio al oír sus nombres de pila.

Emily lucía reflexiva mientras Hermione le daba mil y un argumentos de por qué debería perdonar a Snape, uno de ellos y el más importante era que se amaban el uno al otro.

—Además —dijo la amiga adolescente de la banda mágica—, tú también dudaste de él Emily, aquí la única culpable es esa... Julieth.

—Eso es verdad —reflexionó Sasha—. Lo que me preguntó es ¿cómo entró esa loca al castillo?

—Pues por la red flu (aprovechó que Severus no había bloqueado su chimenea) —explicó  Emily—, y además utilizó un encantamiento desilusionador para hacerse invisible.

—De seguro si ella hubiese estudiado aquí sería una Slytherin —añadió Gloria—. Sí que es astuta la muy perra.

—Claro, ¿y no iba a serlo? Si es una mortífag...—Emily guardó silencio abruptamente, comprendiendo que había hablado de más.

—¿Qué ella es qué? —preguntaron todas al unísono.

Tonks la tomó por un brazo y la giró hacia ella.

—Contéstame una pregunta, Emily ¿fue ella quién trató de matarte aquella vez —preguntó atenta a su reacción.

—Olvida lo que dije.

—¿Es una mortífaga? Eso es lo que ibas a decir —la apremió Espina.

—Será mejor que comencemos a trabajar en las canciones —masculló Emily para desviar el tema.

—No nos evadas, Emily y contesta ya —dijo Sasha en tono suplicante.

—Lo es —respondió la cantante rendida al fin—. Es una mortífaga ¿Satisfechas?