Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

Invitados no deseados

Emily tomó a Severus por la mano y lo condujo a una de las mesas redondas muy lejos de sus padres, él observaba con atención a la pareja a lo lejos, poseían la misma arrogancia y elegancia de los Malfoy. La señora Smith tenía la misma belleza de su hija aunque sin duda alguna carecía de humildad y de los demás atributos que adornaban la personalidad arrolladora de Emily.

—¡Que patéticos! —dijo Emily negando con la cabeza—. De verdad, jamás pensé que iban a venir.

—¿Por qué? —preguntó su acompañante.

—Porque me odian, tal vez sólo quieren sacarme de quicio pero no lo van a conseguir.

Los Smith se encaminaron a la mesa donde estaban ubicados los Malfoy, no había duda de que encajaban perfectamente en la personalidad de cada quien. La verdad era que los Malfoy siempre habían admirado a los Smith por ser una familia incluso más antigua, rica y de más casta que la de ellos.

—¡Oh! Mira, querida, son los Smith —le dijo Lucius a su esposa.

Ella se apresuró a saludar a la pareja, Julieth solo los observaba con expectación, posteriormente el patriarca de los Malfoy hizo las presentaciones correspondientes.

—Prima, ellos son Jacob y su esposa Greta Smith, grandes amigos de nuestra familia.

La mujer estrechó la mano de ambos

—Amigos, ella es mi prima hermana, Julieth Malfoy, viene de Francia aunque es británica. Vivió un tiempo allá porque estudió en Beauxbatons y retornó a su país por asuntos especiales

—Sí —afirmó la mujer—, ahora estoy viviendo en casa de mi primo.

Todos tomaron asiento mientras Draco y Pansy llegaban a la mesa.

—Papá, mamá —dijo el muchacho—, si nos disculpan un momento iré a saludar a los padres de Pansy, ¡Ohh! Señor y señora Smith no los había visto.

—¡Ohh! pero que enorme estás cielo, ven a darme un abrazo —comentó Greta abriendo los brazos con elegancia.

El chico saludó a ambos y sintió que perdió el equilibrio al entrar en contacto con la suave y perfumada piel de la señora Smith, el mismo efecto que provocaba toda descendiente de las condenadas veelas.

—Sí, los hijos crecen tan rápido —comentó Jacob y por un momento hubo un incómodo silencio que fue interrumpido cuando Draco carraspeó su garganta y pidió permiso para retirarse junto a Pansy, luego sin poder contenerse más, el señor Smith formuló la pregunta que tanto se había prometido que no haría—. Hablando de hijos ¿No han visto a la nuestra?

La señora Smith torció el gesto y se llevó una copa de vino de elfo a los labios.

—Sí, ella anda por allí, es pareja de Snape, de Severus Snape en el baile —explicó Narcissa mirando a Greta con compasión.

—Pues, ¡Que pareja más dispareja! —dijo Greta con tono desdeñoso—, porque la verdad es que he oído que el profesor Snape es un hombre elegante y educado, su único defecto es su mestizaje, en cambio mi hija con todo y su sangre limpia es mucho más tosca, burda y... ¡Por Merlín!... solo espero que no avergüence a su pareja de baile.

Julieth estaba muy sorprendida, no podía creer que aquellas personas que tenía frente a sí fuesen los progenitores de Emily, ¡Claro! Emily Rose Smith, había visto su nombre completo en las noticias del periódico, después de todo, las malditas Brujas de Macbeth siempre eran noticia aunque por ahora no estuviesen de gira.