Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

La travesura de los gemelos

Emily se había encerrado en su habitación, no quería ver a nadie por ahora, estaba muy enojada con Roger ¿cómo fue capaz de ir a restregarle su boda y además de proponerle.... semejante cosa? Era un tarado, un desgraciado, un crápula y... bueno allí había estado Snape para ayudarla pero ¿por qué lo hizo? Él la odiaba, bueno, tal vez la salvó porque después de todo era un caballero, eso no se podía negar, pero... había utilizado magia oscura para defenderla, ¿por qué? Estaba segura de eso, cuando un hechizo seccionador se utiliza sobre un ser viviente se convierte en magia oscura, tal vez estaba demasiado enojado al ver que Roger lo desafiaba.

De esta manera Emily se había pasado toda la tarde cavilando acerca de Snape y su heroica acción, incluso después que salió de su habitación cuando se encontró a Hermione en un pasillo y ella tocó el tema.

—¿Estás bien, Emily? —preguntó la chica—. Tonks me contó lo que sucedió ¿cómo fue capaz ese Roger de venir hasta aquí a molestarte?

—Sí, querida lo estoy, no te preocupes —respondió Emily—. Aunque no lo creas, Snape le dio su merecido.

—Sí, Tonks también me lo contó, creo que después de todo el profesor Snape no te odia, todo lo contrario...

—Lo hizo porque, no puedo creer que vaya a decir esto pero, es un caballero después de todo – La interrumpió Emily rápidamente —además yo también le hice saltar las lágrimas a Roger con uno de mis golpes – Agregó luego moviendo la rodilla haciendo la imitación de como lo había hecho—. Un golpe directo a su...

—¡Emily! —exclamó Hermione ruborizada.

Por la noche después de cenar, Hermione le contó lo sucedido a Harry y a Ron mientras estaban en la sala común, ellos estaban bastante indignados.

—¿Así que ese tal Roger Carter, el ex representante del cual habló tanto El Profeta se atrevió a venir a molestarla? —inquirió Ron con el ceño fruncido por la rabia.

—Si yo hubiese estado allí le hubiese partido la cara —terció Harry igualmente afectado.

—Yo tal vez le hubiese arrojado una maldición —saltó Ron.

—Snape ya se encargó de eso —dijo Hermione y luego al comprender que había hablado de más guardó silencio y se llevó ambas manos a la boca.

—¿Cómo dices? —preguntaron Ron y Harry a la vez.

—Bueno, es que según me dijo Tonks, él defendió a Emily —respondió al fin rendida.

—Pero si la odia —terció Ron.

—Eso no quiere decir que no pueda ayudarla, además no creo que la odie —respondió Hermione

—¡Espera un momento! —intervino Harry—. Pero dices que él le arrojó una maldición al tal Roger ¿No?

—Encantamiento seccionador, fue lo que Tonks me dijo – Contestó su amiga y ante las expresiones de los chicos se apresuró añadir—. Sé lo que están pensando chicos, pero eso no quiere decir que a él le gusten las artes oscuras o que aún sea un...

—Por supuesto que es un mortífago Hermione —la interrumpió Ron

—Sirius dice que esas cosas no se olvidan y que si has sido un mortífago jamás dejarás de serlo —completó Harry.

—Saben perfectamente que Sirius lo odia —dijo Hermione.

Pero la chica desvió su atención de sus amigos para concentrarse en los gemelos que en ése momento hacían una demostración de los efectos de las pastillas vomitivas y del turrón sangra narices. George vomitaba copiosamente en un cubo mientras su hermano gemelo protagonizaba una hemorragia nasal, posteriormente ambos se comieron trabajosamente un caramelo de color morado que los llevó de nuevo a su estado normal.