Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

La cena

Al día siguiente, muchas personas desfilaron por la enfermería para visitar a Emily, la alegría volvió a embargar a Hogwarts, de nuevo la simpática, hermosa y alegre cantante estaba radiante, llena de vida y salud, incluso Pevees había vuelto a hacer travesuras desquiciando a Umbridge que era la única en el castillo que parecía decepcionada. La señora Pomfrey, muy benévola les concedía un tiempo prolongado a cada visitante para que pudiera verla y a veces los hacía pasar en grupo, como en el caso de Sasha, Gloria, Espina y Boris que no dejaban de llorar de la alegría

—Ya no lloren, tontos —dijo Emily— Ya estoy bien, gracias a Dios, incluso me siento fuerte, pero no sé por cuánto tiempo más me retendrá Poppy aquí.

—El tiempo que sea necesario —dijo Espina arropando a su amiga—. Recuerda que estuviste delicada.

—Jeremy y los demás tuvieron que irse por lo de su gira, pero estuvieron y están muy pendientes de ti —agregó Sasha.

—Fue horrible, Emily, ¡Por Merlín! Habíamos comenzado a velarte —expresó Gloria con lágrimas en los ojos al recordarlo todo—, Pero nunca nos resignamos a perderte.

—Ha debido ser terrible para ustedes, yo también habría estado muy triste si a alguno de ustedes les hubiese pasado algo malo —respondió Emily con pesar—. Incluso mi abuelito me contó que Severus estuvo a punto de... de... —respiró profundo y sacudió su cabeza—. De arrojarse del puente de madera.

Todos se llevaron las manos a la boca

—¡Ay Por Merlín! —dijo Boris—. ¡Pobrecito! es que el pobre de seguro estaba deshecho y desconsolado.

—Sé lo que debió haber sentido porque yo no imagino la vida sin él —respondió Emily conmovida.

Boris exhaló un gemido de sorpresa y luego añadió:

—¿Te imaginas si les hubiese sucedido igual que la historia esa del escritor muggle famoso, el tal Shakespeare, Romeo y Julieta, donde ella aparentemente muere, él por el dolor se suicida y cuando ella despierta y encuentra muerto a su único amor no lo soporta y al final termina quitándose la vida también? ¡Ay no! ¡Me muero, me muero, me muero!

—¡Boris! —exclamaron todas al unísono mientras reían.

—¡Por Dios! Pero que trágico eres —comentó Espina.

—Claro que no, es sólo que suelo leer literatura muggle aunque no lo creas, ¡Ay! Me encanta, me encanta, me encanta.

Al final sus amigas y el estilista se despidieron de Emily ya que debían regresar a sus casas en vista de su curación y ella se sentía mucho mejor después de verlos, posteriormente recibió la visita de Tonks, Hermione, Remus, Sirius, Harry y Ron. Las dos primeras tenían ojos llorosos.

—¡Vengan aquí! —exclamó la cantante abriéndoles los brazos a ambas.

—¡Ohh Emily! —dijo Hermione hipando—. Fue horrible verte así, me dolió mucho.

Nymphadora se secaba las lágrimas y Emily secaba las de Hermione.

—No querida, ya no llores —dijo la cantante sonriendo—. Ya no lloren más, estoy bien gracias a Dios y ninguna serpiente iba a poder conmigo.

—Pero nos diste un susto terrible ¿Eh? —añadió Harry a quién  le llegó a la mente lo que había hablado con la serpiente después del ataque ¿Quién sería esa mujer rubia de la que habló el reptil? Quiso preguntarle a Emily, pero creyó que tal vez no sería el mejor momento y se guardó la pregunta.