Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

La fiesta sorpresa

Los diáfanos y dorados rayos del sol comenzaban a asomarse por detrás de las etéreas figuras de las lejanas montañas, iluminando con parsimonia todo el hermoso paisaje de los jardines de Hogwarts, las lechuzas, ululando de forma alborotada comenzaban a retornar a la lechuzería después de su cacería nocturna, pero una de ellas se desvió del curso de las demás y con un paquete y una carta atados a su pata derecha comenzó a picotear una de las ventanas del castillo.

Emily Smith abrió los ojos lentamente al escuchar aquel golpeteo en el cristal, tenía mucho sueño pues aún era muy temprano, pero la obstinada lechuza no se iría hasta que ella no recibiera el encargo, de modo que hizo un esfuerzo por prescindir de la pereza, apartó las cobijas y se levantó de la cama. 

Haciéndose visera con la mano derecha mientras cerraba los parpados para que la luz del sol aunque débil no lastimara sus ojos, abrió al fin la ventana y comenzó a abrir los ojos lentamente mientras veía una lechuza parda muy estilizada y con un copete de plumas muy bien cuidado que le ofrecía su patita derecha.

—¡Oh! Eres tú, Violeta —exclamó la cantante.

Ella desató la carta y el paquete, le ofreció al ave un poco de golosina lechuzil que tenía para aquellas ocasiones, ésta la devoró hábilmente pero no se marchó, se quedó allí esperando a que Emily leyera la carta.

—¡Cielos! Es cierto, hoy es mi cumpleaños— exclamó la chica al ver el sobre de pergamino que decía:

Para: Emily Smith, en su cumpleaños

Colegio Hogwarts de magia y hechicería,

Torre norte

Séptimo piso

Corredor de Habitaciones de profesores

Habitación: 7

De parte de: Jacob y Greta Smith

Emily sonriendo volteó el sobre, despegó el lacre que tenía el escudo de la familia Smith y sacó la carta reconociendo al instante la misma estilizada caligrafía con que se había escrito la dirección en el sobre y que no era otra que la de su madre

¡Buenos días princesa! no sabes cómo agradecemos tu padre y yo a Dios porque el día de hoy estás cumpliendo un año más de vida. 

Sé que te lo he dicho muchas veces, pero creo que no me va a alcanzar la vida para pedirte perdón por la sarta de estupideces que te dije cuando me enteré de tu relación con Snape. También quiero que sepas que Jacob y yo te adoramos con el alma y que paradójicamente lo que siempre hicimos aunque estuviese mal, fue por tu bien, nos gustaría tanto poder visitarte esta tarde o que tú nos visitaras a nosotros.

 Por favor, envíanos la respuesta con Violeta. En serio queremos verte para besarte, abrazarte y desearte personalmente un feliz cumpleaños.

Con amor, Jacob y Greta Smith

P.D: tu padre y yo te hemos enviado sendos regalos que esperamos sean de tu agrado ¡Disfrútalos!

Emily abrazó aquella carta contra su pecho mientras sendas lágrimas de alegría rodaban por sus mejillas, hace tanto que había soñado con recibir una carta así de sus padres, donde ya no le dijeran cosas duras sino todo lo contrario. Posteriormente retiró el papel marrón con el que estaba envuelto el paquete y descubrió una caja de terciopelo roja, la abrió y en su interior halló una pulsera de diamantes que enseguida supo que era el regalo de su madre pues debajo de ella había una nota que decía: