En la mansión Malfoy, Draco se encontraba cabizbajo. En otras ocasiones le habría gustado estar en su casa y jamás hubiese pensado, siquiera en sus sueños más locos, que extrañaría estar en Hogwarts, pero es que desde que Emily había llegado al castillo todo era distinto, podía sentirse completamente libre. Ella había sacado lo mejor de él y se había convertido en su hermana mayor, su consejera y cómplice. La extrañaba, de veras la extrañaba, así como también extrañaba estar en sus clases, volver a entonar los arpegios paseándose por las diferentes escalas musicales, pero allí estaba él, en su enorme jaula de oro, o mejor dicho, de mármol blanco, ni siquiera podía tocar la guitarra por los alrededores si tía Bella o Julieth estaban cerca porque a ellas les molestaba, por eso tenía que encerrarse en la habitación, pero ya estaba harto, muy harto de tener que encerrarse, de modo que metió la guitarra dentro del estuche y salió del cuarto, recorrió varios pasillos del segundo piso mientras afuera caía un torrencial aguacero.
—¿Lloviendo en plena pascua? —se preguntó a si mismo.
De modo que tampoco podría dar un paseo por los jardines. Sintió ganas de llamar a Pansy a través de la red flu pero sabía que ella no estaría en en casa sino viajando con su familia.
El chico vagó con pasos taciturnos por los pasillos del segundo piso sin encontrar nada qué hacer y finalmente pasó frente la habitación de sus padres desde donde pudo escuchar a su madre y su tía Bellatrix conversar...
—Sé que está cada vez más cerca, Cissy —dijo Bellatrix—. El señor tenebroso nos llamará para llevar a cabo la tarea de obtener la profecía. Solo lo ha estado retrasando porque hay demasiada vigilancia en el ministerio.
—Sí, hay demasiados aurores —admitió Narcisa con voz nerviosa.
—Y también los miembros de la maldita Orden del Fénix están allí, no se te olvide —añadió Bella—. Incluso la cantante y sus amigas ahora pertenecen a la orden. Sé que también vigilan de vez en cuando, ¡Ja! Pobre ilusa, si supiera que Severus solo la está utilizando, es un digno Slytherin, astuto, logró entablar una relación amorosa con ella exclusivamente para sacarle información que de seguro ella debe tener al ser tan amiga de Dumbledore.
—Severus la ama, Bella —espetó Narcisa con voz vehemente.
—¡Por Dios, Cissy! Severus no ama a nadie, solo la debe estar utilizando, pero el muy astuto no quiere revelarme su plan. La vez que Julieth intentó matarla, él se puso furioso tal vez porque lo hizo sin su permiso o porque él quería disfrutarla un poco más, pero no porque la amara. Sé que le guardas algún cariño por ser la hija de tus amigos, pero es la verdad, hermana.
—Sigo pensando que es una locura lo de intentar obtener esa profecía —añadió Narcisa para cambiar la conversación (para alguien como su hermana era imposible entender que un mortífago pudiera sentir algo hermoso por alguien que perteneciera a la orden)—. ¿Por qué es tan importante?
—No debes cuestionar al señor tenebroso —espetó la otra con voz autoritaria—. Él sabrá qué quiere hacer, nosotros únicamente debemos obedecer —exhaló un suspiro de esperanza añadiendo—: Espero que me tome en cuenta para esa misión y que no falte demasiado tiempo para llevarla a cabo, aunque si es así, sabré tener paciencia.
—¡Ya basta! —dijo su hermana—, mejor vamos al salón del té, se me antoja uno y con eso invitamos a Julieth, por cierto ¿Dónde está ella?
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Severus enamorado de una Bruja de Macbeth
FanfictionSeverus Snape acaba de terminar una relación tormentosa con una frívola mujer que sólo lo ha utilizado para divertirse, y él por su parte no puede creer que después de haber amado a Lily como a nadie se haya atrevido a abrir su corazón de nuevo para...