La boda de Tonks y Remus

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Todo estaba listo ya para la boda entre Remus Lupin y Nymphadora Tonks. Por decisión de ambos sería una boda sencilla y sin muchos invitados, solo la familia y los amigos más allegados. Las invitaciones ya habían sido repartidas y el gran día llegó al fin. Pese a que en un principio los padres de Tonks, o mejor dicho, su madre, no había estado de acuerdo con la relación que la metamorfomaga tenía con el licántropo, al final decidió que la ceremonia se llevara a cabo en su casa, que si bien no era una enorme mansión como la de los Black, era bastante grande y sobre todo cómoda.

La mujer al fin comprendió que no podía oponerse al amor que había nacido de forma espontanea entre su hija y Remus ya que ella misma hacía muchos años fue víctima de los prejuicios de su madre y se vio forzada a escapar para poder casarse con Ted Tonks ya que él era hijo de muggles y desde luego estaba por debajo de las expectativas de su prejuiciosa familia.

Andrómeda Tonks se basaba más en su miedo al mal que aquejaba a su futuro yerno en cada luna llena, temía que en algún momento atacara a Nymphadora, a su única hija que para colmo había salido tan temeraria como ella y decidió ejercer esa peligrosa profesión que tanto le preocupaba, pero ¿qué podría hacer ella contra el amor que ambos se tenían? Sería un pecado seguir oponiéndose, de hecho se avergonzaba de cómo había tratado de resaltar las debilidades de Remus desde el mismo momento en que Tonks le escribió desde Hogwarts para contarle que se habían hecho novios.

En ese entonces alegó que el hombre no tenía ni un Knut en el bolsillo, que era mucho mayor que ella y cuando estaba segura de que su única hija no desistiría, se sinceró con ella exponiéndole su verdadera preocupación:

He escuchado que es un licántropo, Dora —le dijo en aquella ocasión cuando su hija la fue a visitar en uno de sus días libres—. ¿Te das cuenta de lo peligroso que es?

No lo juzgues, mamá  —suplicó Tonks con ojos llorosos—. Tú no eres así. No lo repudies como lo han hecho los demás solo por ser víctima de un terrible mal. Tenía cuatro años, mamá, apenas era un niño cuando el desgraciado de Greyback lo atacó marcando su vida para siempre ¿Crees que es justo que además de cargar con ese sufrimiento también tenga que cargar con los prejuicios de la gente? Además, él bebe la poción matalobos que lo apacigua, le suprime toda la agresividad y por ende se torna totalmente inofensivo.

Aquella conversación terminó en un gran abrazo entre ambas y algunas lágrimas.

Andrómeda se vio a si misma unos años atrás, saliendo de la «Honorable casa de los Black» con un baúl, su varita y la firme convicción de ser diferente al resto de los integrantes de su estirpe. Solo Sirius, su primo y confidente, el hermano que nunca tuvo, conocía su paradero, los demás lo supieron cuando ya era tarde y estaba casada con Ted Tonks o el sangre sucia como lo llamaban sus hermanas Narcisa y Bellatrix.

No podía negar que su hija había heredado la misma entereza, la misma personalidad fuerte que ella y su mismo espíritu romántico, así como tampoco podía negar que Remus Lupin realmente la amaba. Lo había visto en sus ojos mientras cuidaba de Dora en San Mungo. No existía diferencia de edad, de clase o maldición que pudiera separar a esos dos, estaban hechos el uno para el otro. Por eso no podía hacer más que darles su bendición así como había hecho ya su esposo Ted.

Emily por su parte, estaba sumamente emocionada por  Tonks y desde luego por Remus. Había ayudado a su amiga a hacer los preparativos y estaba segura de que todo saldría bien, pero allí, mientras tomaba un relajante baño con sales aromáticas (con un olor que imitaba al de las veelas para no alterar el suyo natural) en su tina, la chica rememoraba lo acontecido la tarde anterior después del festival al que había asistido con Severus. Aún le costaba creer lo dichosa que se había sentido al escucharlo hacer esa propuesta. Cerró los ojos y se dejó llevar por ese maravilloso recuerdo...

Severus enamorado de una Bruja de MacbethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora