Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

Antífona Veela

No lo podían creer, Emily estaba viva después de todo, en el castillo había una algarabía colectiva, Hagrid colocó nuevamente a la muchacha sobre su cama en la enfermería, la pobre Emily se quejaba mucho y al fin abrió los ojos, el señor y la señora Smith permanecieron a su lado, pero las demás amistades de la chica debían permanecer afuera, pues la señora Pomfrey no les permitiría la entrada hasta el día siguiente.

—¡Despertó! —exclamó la señora Smith con alegría—. Al fin despertó.

Ella y su marido se colocaron a cada lado de la cama mientras la señora Pomfrey examinaba a la muchacha con detenimiento, ella parecía tratar de reconocer los rostros y lucía muy adolorida.

—¿Sabes quién soy? —tanteó la mujer para comprobar su conciencia —ella asintió con la cabeza—. ¿Y sabes quienes son ellos?

—Mis padres —respondió Emily con un hilo de voz.

—No solo despertó del letargo sino que también está consiente, pero por supuesto aún está siendo afectada por el veneno —explicó la sanadora—. ¿Sientes dolor Emily? Por favor responde con sinceridad.

Ella abrió la boca para contestar, pero en ese momento un dolor muy agudo procedente de su mano herida que posteriormente comenzó a recorrerle todo el cuerpo hizo que ella exhalara un pequeño grito.

—¡Mi niña! —exclamó su padre con angustia y lágrimas en los ojos, su madre solo lloraba, no podía hablar.

—No... no se preocupen —respondió la chica—. Ya... ya estoy bien, madre no llores.

Pero su rostro estaba compungido y su respiración entrecortada, lo que significaba que estaba siendo víctima del sufrimiento nuevamente.

—Todos... todos te creímos muerta —le explicó su madre.

Severus Snape permaneció absorto en su despacho buscando con avidez y desespero la página donde creía haber visto lo de los antídotos para serpientes mágicas en el libro sobre pociones que le había regalado Emily por navidad, sus dedos se deslizaban por cada título y luego pasaba la página hasta que al fin divisó lo que buscaba tan afanosamente.

—¡Aquí está! —exclamó con entusiasmo mientras miraba la lista de ingredientes.

- 1 litro de agua

- 10 gramos de raíces de asfódelo

- 2 granos de sopóforo macerados en hidromiel

- 10 gramos de corteza de árbol vitalizánte rayada

- 1 bezoar

- 2 gotas del veneno extraído de la serpiente mágica

- 5 mililitros de sangre de dragón Galés verde

- 1 lágrima de ave fénix

- 2 gotas de sangre de veela

Sus ojos recorrieron toda la lista de ingredientes una y otra vez, la mayoría de ellos los tenía en su armario de ingredientes, incluso el resto del veneno de la serpiente que había mordido a Emily (Agradecía a Dios por ello) pero el último de la lista era el que le faltaba y no era nada fácil de conseguir.