Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

Héroes

Había pasado ya una semana desde que Umbridge abandonó el castillo y, pese a las advertencias de los periódicos y al hecho de que todos sabían con certeza que Voldemort había regresado, un ambiente de paz reinaba en el castillo. Todos querían disfrutar cuanto pudieran. Durante esa semana se dieron chapuzones en el lago negro, jugaron partidas de gobstones, ajedréz mágico o simplemente conversaron largo y tendido.

Tonks fue dada de alta y se encontraba en perfectas condiciones en su casa. Malfoy, Crabbe y Goyle se dedicaban más bien a intentar emboscar a Harry, pero casi siempre se encontraban a un profesor que les impedía la empresa. Lo único malo que todos tuvieron que lamentar, fue que durante el banquete de despedida, Remus Lupin anunció de manera oficial que dimitiría nuevamente de la asignatura que impartía (D.C.A.O) pues tendría asuntos importante que atender. No dio más detalles, pero era obvio que estaría ocupado con los asuntos de su boda en puerta, sin embargo Harry y sus amigos sabían que la decisión del profesor se debía a que tendría mucho trabajo como miembro de La Orden del Fénix.

Pese a que Umbridge, durante su gestión como suma inquisidora, entorpeció mucho el trabajo de Lupin como docente, él siempre se las arreglaba para enseñarle a sus alumnos lo necesario aunque solo en la teoría, además, había dotado a Harry Potter de muchos conocimientos para que éste luego los llevara a cabo junto a los miembros del Ejercito de Dumbledore en su sala de operaciones como la llamaban (la sala de los menesteres) Emily también estaba dispuesta a luchar, solo que tendría que compartir su compromiso con la orden y con su música como bien le había prometido a Dumbledore.

—¿También tú dimitirás Emily? —preguntó Colin Creeve con voz queda desde la mesa de Gryffindor.

—¡Ohh, cielo! No creo que pueda seguir impartiendo clases de música como lo he venido haciendo, recuerda que este era un año sabático para la banda —respondió la cantante—. Ya terminamos de hacer los arreglos correspondientes a las canciones, lo que significa que la banda tiene la grabación de un disco en puerta. Tenemos que hacer giras promocionales, entrevistas... ya sabes. 

Todos los chicos suspiraron con tristeza aunque la expectativa de un nuevo disco les compensaba en gran manera 

—Aunque —se apresuró a añadir la cantante esbozando una enorme sonrisa—, eso no significa que los voy a abandonar.

En ese momento un suspiro de alivio colectivo inundó el gran comedor.

—Vendré constantemente a Hogwarts —prosiguió—. Vendré a visitarlos de vez en cuando y ¿por qué no? Cuando pueda le echaré una mano al profesor Musbick —el profesor de música se secaba algunas lágrimas con un pañuelo—. Además, no olviden que aquí en Hogwarts está mi príncipe de las mazmorras.

Emily rodeó con un brazo a Snape que se apresuró a ocultar el rostro con su cabello mientras los chicos exclamaban:

—¡Uhhhh!

Él alzó el rostro colorado y sin emitir una sonrisa le palmeó el hombro a su chica en señal de afecto.

—Pero ¡qué desperdicio! —exclamó McLaggen sacudiendo la cabeza—. Si yo fuera él, me la comería a besos allí mismo.

—¡Deja de decir estupideces, McLaggen! —protestó Ginny mientras lo fulminaba con la mirada.

—Es cierto ¡Qué pareja más dispareja! son todo lo contrario el uno del otro. Jamás en toda mi vida vi a personas tan distintas. Ni siquiera el profesor Lupin y la auror Tonks son tan diferentes —respondió McLaggen con los ojos puestos en Emily que recostaba la cabeza del hombro de Snape.