Severus enamorado de una Bruja de Macbeth

Difícil perdonar

Severus estaba aturdido, aún no comprendía como su vida había dado un giro tan abrupto. En tan poco tiempo, pasó de ser el amargado profesor de Pociones atado al recuerdo de alguien que nunca lo amó, a devoto de una arpía malvada que terminó burlándose de él y posteriormente obsesionada, luego volvió a ser un solitario incomprendido hasta que se convirtió en un romántico empedernido, loco por una estrella de rock, de allí saltó a ser el hombre más infeliz sobre la tierra, desdichado y lleno de rencor y finalmente a ser el motivo de la obsesión de nada más y nada menos que Dolores Umbridge.

¿Qué rayos significaba todo aquello? Se estremecía de asco al recordar a Umbridge acercándose a él.

Snape bajó las escaleras de piedra lo más rápido que pudo y se dirigió a sus amadas mazmorras, tratando de olvidar el incidente, tal vez lo consiguiera cuando tuviera que lidiar con la ineptitud de muchos alumnos en su aula.

Emily por su parte continuaba con el corazón partido en dos, además de los periódicos y revistas que publicaron lo de su ruptura con Snape, también recibió una carta de sus padres pidiéndole una explicación (ellos también leyeron dichos artículos) querían saber si era cierto o no y cómo se encontraba ella, pero en el salón de música, antes de su clase decidió escribirles una escueta carta diciéndoles que estaba bien y que luego les hablaría de lo sucedido. Por supuesto no pensaba relatarle lo del hallazgo en la habitación del pocionista. Agradecía enormemente que el profesor Musbick fuese comprensivo y no le hiciera preguntas, él sólo revisaba sus pentagramas mientras esperaba a los alumnos junto a ella.

Emily llamó entonces a Dobby para que se encargara de enviar la carta y se dispuso a esperar a los chicos. El salón de música era para ella un pequeño escenario donde debía deshacerse de sus penas, sonreía y lucía muy animada. Así la vieron sus alumnos de quinto curso de Gryffindor y Slytherin cuando ingresaron al aula de música después de haber asistido a su clase de Pociones posterior al almuerzo, sin embargo, solo aquellos que la conocían bien como Hermione, Harry, Ron y Draco pudieron percibir la inmensa tristeza que irradiaron sus bellos ojos azules.

—Bienvenidos a su clase de música, chicos—los saludó el profesor Musbick mientras Emily sonreía—. Pueden tomar asiento.

Los chicos se ubicaron en sus acostumbradas gradas mientras cuchicheaban entre sí lo que leyeron en los periódicos y revistas mágicas.

—Son unos chismosos —se quejó Harry.

—Aunque no parece abatida, sé que lo está —contestó Ron, pero la voz del profesor Musbick llamó su atención.

—Hoy hablaremos de las escalas musicales —anunció el diminuto profesor.

—¿Hicieron sus deberes? —preguntó Emily con falso entusiasmo.

Era sorprenderte ver como en la clase de música, absolutamente todos los alumnos hacían sus deberes sin ninguna excepción ni excusa, a diferencia del resto de las asignaturas de Hogwarts, por lo tanto, todos levantaron la mano y asintieron con la cabeza.

—Muy bien —respondió Emily, complacida mientras escogía a alguien para comenzar la clase—. Draco ¿Puedes decirnos en qué consisten las escalas musicales o arpegios?

El muchacho sonrió satisfecho por ser elegido, pero en su interior estaba abatido al saber que su amiga estaba tan triste sintiéndose traicionada. Él también sentía asco de su prima y de su profesor de pociones pero más tarde se haría tiempo para hablar con él.

—Bien —comenzó el muchacho después de aclararse la voz—. Las escalas o arpegios son la sucesión de sonidos expuestos en forma ascendente o decreciente. Son los que siempre utilizamos para calentar la voz en clases.