Emily
Había sido una semana rara. Pese a que después de mostrarse tan duro en la gala, Simon se disculpó, todas estábamos preocupadas por ese tema. No nos gustaba que nos llamaran la atención, y las peleas con las Naughty Dolls no nos ayudaban. Teníamos que hacer sentir a todos orgullosos con nuestras actuaciones y lo conseguiríamos costara lo que costara.
Liam estuvo ahí toda la semana, apoyándonos y particularmente, apoyándome como el que más. Desde nuestro encuentro del sábado, venía a buscarme al chalet, paseábamos por los jardines y me hacía evadirme de todo. En las clases podía notar la complicidad que existía entre los dos y me avergonzaba delante de mis compañeras, que hacían lo que estaba en sus manos para aguantar la risa.
Todo se volvió más intenso cuando en medio de la fiesta medieval del viernes por la noche, me cogió de la mano y me pidió que nos fuéramos de allí.
-El príncipe quiere estar a solas con la princesa- me había dicho.
Que cursi, pensé en ese momento. Pero me encantaba, no lo voy a negar.
Caminamos hasta el 19 y nos sentamos en el banco del jardín pese al frío que hacía. Me estaba congelando pero preferí que él mismo me diera calor. Sus brazos me rodeaban y hacían que su pecho fuera el lugar ideal para darme cobijo. En toda la semana nunca habíamos estado tan cerca, su cuerpo rozaba mi cuerpo lo que hacía que me estremeciese más. Recé para que el tiempo se parase en aquel instante y mantenerme así toda la vida.
De repente, alcé la mirada y vi su sonrisa tranquilizadora, aquella sonrisa que me había cautivado, estaba en frente de mí, sonriendo para mí. Todo era perfecto. No dijimos nada y lo dijimos todo. Mis ojos miraban a los suyos y ambos sabíamos lo que sentíamos, ambos sabíamos lo que iba a pasar.
Apartó el pelo de mi cara acariciándome cariñosamente y sentí sus labios sobre los míos. Otra vez recé para que aquello durara eternamente, le hubiera pedido a alguien que me pellizcara para tener claro que era real.
-Ohh…yo…yoo..lo siento…no sé que me pasa contigo pequeñaja-me dijo avergonzado.
No era tiempo para hablar, sólo quería sentirlo y no parar de besarlo, lo demás no importaba, así quelo callé con un beso y él me abrazó aún más fuerte.
De repente un ruido nos alertó, fuera lo que fuera no podíamos seguir allí más rato.
Así, el fin de semana transcurrió con normalidad entre risas, salidas y ensayos.
El domingo al volver del ensayo general Liam me dijo que quería hablar conmigo y se sentó a mi lado en el autobús. Me ponía muy nerviosa que nos vieran demasiado juntos y alguien fuera a pensar algo raro pero accedí ya que me moría de ganas de tenerlo cerca.
-Verás, no quería preocuparte, pero la otra noche parece ser que Chris nos vio y ya sabes, tenemos que tener cuidado. Le he dicho que mantenga su boca cerrada, que sólo fue cosa de una noche y no irá a más-habló con gesto angustiado.
-En serio, no quiero causar problemas, no podemos estar más a solas, nos puede ver cualquiera-dije entristecida.
-Lo sé, Emily… Espero que no diga nada, pero ese tío no me da buena espina, tiene algo raro-añadió cabizbajo.
-Los que lo estamos haciendo mal somos nosotros, no busques cosas dónde no las hay. Es mejor que te cambies de asiento, están todos al acecho.
Creo que resulté bastante cortante pero no quería problemas ni para él ni para mí y menos para las chicas, que también saldrían salpicadas. Tendríamos que llevar esto que comenzaba a nacer de otra manera.
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J.E.A.N.S (one direction)
Fanfiction5 chicas persiguiendo sus sueños se encontrarán con una nueva vida y quizá con los chicos de sus sueños