"Everything Has Changed"

Capítulo 25

-Hola Jazmín- beso su mejilla también.
-Hola Hugo- le sonrió.

Pasaron la noche divirtiéndose mucho, Nicola se las hacía de Cupido, y cada vez que podía juntaba a Jazmín y Hugo.

La noche fue avanzando y como era de suponerse, Nicola conoció a una chica, una chica, con la que bailo toda la noche.

Despertó al día siguiente por los malditos rayos de sol que llegaban a través de la cortina color rosa pálido... esperen... ¡¿ROSA PALIDO?!
Se despertó de golpe, pero inmediatamente un dolor fuerte de cabeza, lo invadió causándole un leve mareo.

Miro su alrededor y noto que esa habitación no era de él.
Ni siquiera se parecía un poquito.
No recordaba mucho lo que había ocurrido anoche, solo sabe que bebió, y bastante.
Un poco aterrorizado miro a su lado y vio a una chica durmiendo dulcemente, desnuda y solamente la cubría una sábana blanca.

Rápidamente levanto la sabana y se observo, él también se encontraba desnudo.

-No puede ser - susurro bajo.

Se levanto despacio, tratando de que la chica no se despertara.
Se vistió rápido y salió de aquella habitación.

La casa estaba hecha un desastre, como si hubieran organizado una fiesta allí.

Paso por la sala de la casa, y al lado de uno de los sofás, vio a Gino tirado en el suelo durmiendo sin camisa.
Y en el sofá habían dos chicas durmiendo.

Se acerco lentamente donde Gino.

-Gino... Gino- susurró - ¡Hey Gino!

El chico seguía sin responder.
Decidió acercarse aun más y le dio una bofetada suave en el rostro.

-Gino despierta... - seguía susurrando.

Él solo se quejo.
Volvió a golpearlo un poco más fuerte que la primera vez.

-¡Que te pasa imbe...!

Nicola le cubrió la boca rápidamente antes que siguiera gritando.

-Shh... no grites. Vamos levántate - hablaba en susurro.
-¿Dónde estamos? - hablo de la misma manera.
-No lo sé, pero ponte tu camisa y vámonos.

Gino se levanto y coloco su camisa, salieron sigilosos de aquella casa.

-¿Qué hacíamos ahí? ¿Quiénes eran ellas? ¡¿Por qué estaba sin camisa?!
-No lo sé. Esperaba que tú me respondieras esas preguntas. ¡No recuerdo nada! ¿Recuerdas algo?

Caminaban a paso rápido como si alguien los siguiera.

-Claro, ya recuerdo - dijo Gino.
-¿Podrías explicarme?
-Todo esto fue tu idea - lo culpo.
-¿Mi idea?
-¡Sí! A ti se te ocurrió la brillante idea de que nos viniéramos con esas chicas a esa casa.
-¿Hablas enserio? - Miro asustado - me siento violado...
-¡¿Qué?!
-¡Desperté desnudo en una cama desconocida, con una chica desconocida, y no recuerdo haberlo hecho con ella!
-Amigo... ayer estabas muy borracho.
-¿Y no me ayudaste?
-Me emborrache contigo.
-Y... ¿Jazmin y Hugo?
-No fueron con nosotros... se quedaron solos...
-No todos la pasamos tan mal parece - levanto las cejas de arriba abajo.
-Al parecer - sonrió Gino.

******

-¿Dónde mierda se habían metido? - pregunto algo furioso Yaco, mientras Jazmín les entregaba un vaso de agua con unas pastillas a Gino y Nicola.
-No nos hables así - se defendió Gino- ¿por qué te preocupas tanto?
-¿Por qué me preocupo tanto? Porque son mis amigos - se tranquilizo un poco y se sentó frente a ellos en el sofá - llegue esta mañana a visitarte - le hablo a Nicola- y me encontré con Jazmín quien llamaba desesperadamente a tu celular - la señalo - le pregunto qué ocurre y me dice: "Nicola no llego a dormir anoche y Gino no tengo idea donde esta"... ¡es obvio que me iba a preocupar!
-¿Dónde estaban? - pregunto Jazmín.
-Si lo supiera, te lo diría - dijo Gino antes de tomar un sorbo de agua.
-Despertamos en una casa completamente extraña - hablo Nicola.
-Con tres chicas - hablo Gino- y Nicola durmió con una de ellas.

La mirada de Yaco y Jazmín se clavaron en Nicola.

-No recuerdo nada... me siento... me siento violado.
-Oh Nicola- dijo Jazmín mientras rodeaba los ojos en blanco.
-¿Cómo no recuerdan nada?
-Yo recuerdo un par de cosas... hasta que llegamos a la casa de esas chicas, luego recuerdo a Nicola golpeándome hoy en la mañana.
-Pero como... - rió Yaco- Ustedes no se hacen llamar "los reyes de las fiestas" - hizo comillas en el aire - que el trago no les causa nada... ¡terminaron en un lugar desconocido sintiéndose violados por chicas! - seguía riendo.
-No es graciosos - dijo Gino- además todo esto es culpa de Hugo.
-¿Por qué culpas a Hugo? - Lo miro Jazmín- él no tiene nada que ver en sus problemas.
-Está bien, disculpa, lamento haber culpado a tu Hugo en esto.
-No es MI Hugo- remarco la palabra MI - deja de hablar estupideces - hablo algo enfadada.
-Ok...

Jazmín camino a la cocina.

-Que carácter que tiene esa preciosura - le dijo Gino a Nicola, Nicola solo rió.

Pasaron y pasaron las horas.
Llegaron a ser las diez veinte y cinco de la noche, Nicola se asomo a su balcón y logro ver a Angie ahí, apoyada en la baranda, observando su alrededor.

La sensación en su estomago se presento de inmediato, esos revoltijos que le daban cada vez que miraba a Angie.
Camino por su balcón acercándose un poco al de la chica.

-Hola... - saludo con una gran sonrisa.

Angie volteo a mirarlo y le sonrió de la misma manera.

-Hola... creí que no estabas.
-¿Por qué creíste eso?
-Porque anoche no estuviste y hoy en la mañana tampoco te vi.
-Ah... bueno es porque yo... - comenzaba a balbucear. Pensaba en alguna escusa para decirle.
-No te preocupes - lo interrumpió ella - Jazmín ya me lo dijo.
-Ella te conto...
-Aja - sintió - me dijo que te fuiste de fiesta anoche, y no llegaste hasta hoy por la tarde.
-Sí, bueno... los vasos de tragos me pasaron la cuenta.

La chica rió, Nicola no pudo evitar reír, pues su risa era contagiosa, se quedaron conversando por la noche. Conversando y riendo.
Solo ellos dos.

Se sentía en el ambiente, aunque ellos no lo notaran, que entre ambos había algo de química.
Por la forma en la que se miraban, en la forma que se sonreían, en la forma que se hablaban.

-Ya es tarde - dijo ella - tengo algo de sueño.
-Sí, igual yo.

Se levantaron al mismo tiempo de sus sillas.

-Buenas noches mi dulce dama.

Rió tímida.

-Buenas noches dulce caballero.

Nicola se acerco al balcón de ella, tomo su mano y la beso, Angie solo rió tímida y se sonrojo.

-Que duermas bien - guiño el ojo.
-Igualmente - le sonrió.

Entraron a sus respectivos apartamentos.

Ya era domingo, era el día en que Angie y Mario cumplían nueve meses de noviazgo.
Hoy Mario había organizado una cita sorpresa para ambos.
La chica estaba bastante emocionada aunque desde el viernes Mario no la hubiera llamado, ni hablado con ella.
La duda de vez en cuando comenzaba a invadir su mente. Saber si esta vez Mario llegaría, ella estaba completamente segura de que Mario no le fallaría como la última vez, ignoraba los comentarios que le hacían Natalie y Jazmín.

Cuatro cincuenta y tres, y la chica ya comenzaba a buscar que usaría para ese día.
Tenía un vestido guardado especialmente para ocasiones especiales, era hermoso. Pero justo en ese momento no lo encontraba.

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