Capítulo 18

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Nicola rió y miro atentamente a Angie.

-¿No recuerdas nada de anoche?

-Recuerdo un par de cosas... pero lo último que recuerdo claramente es cuando llego Selena para hablar contigo y yo me fui al mini bar para beber un poco.

-¿No recuerdas cuando te lleve a tu apartamento?

-No... no lo recuerdo.

En ese momento a Nicola lo invadieron dos sentimientos, la desilusión y la tranquilidad. La desilusión, porque la chica no recordaba lo que había dicho y la duda lo invadía, saber si lo que había dicho era real o no y la tranquilidad, porque la chica no recordaba que casi estuvieron a punto de besarse, así que le era más fácil poder estar en ese momento charlando con ella sin que estuviera tan nervioso o con vergüenza.

-¿Por qué preguntas? ¿Dije algo inapropiado cuando me trajiste? Porque si fue así, realmente disculpa, no sabía...

-¡No! – Interrumpió – no te preocupes, no dijiste nada – mintió.

-Que bien...

 Nicola había preferido mentirle y dejar como si nada hubiera pasado, le sonrió logrando que Nicola también sonriera.

-Ganaste la apuesta – hablo ella.

-¿De verdad?

-Sí, no lo llame por un día y al día siguiente estuvo llamándome todo el tiempo, enviándome mensajes y cosas así.

-Genial... conserve mi apartamento, no lo quemaras.

Angie rompió en risa, una risa que fue muy contagiosa haciendo que Nicola también riera con ella.

-Entonces – dijo una vez calmada – lavare tu ropa.

-¿Por un mes?

-Por un mes – respondió segura.

-¿Lo harás?

-Claro – sonrió – es una apuesta, yo perdí... y tú ganaste... debo cumplir con lo acordado.

Pasaron exactamente tres semanas desde ese día, Angie lavo la ropa de Nicola sin problema alguno pero además de lavar la ropa, en esas semanas Nicola y Angie se habían acercado mucho más. Y como no hacerlo, si Angie lavaba la ropa de él en la pequeña lavadora que estaba en el apartamento del chico. Pasaba casi toda la tarde en ese apartamento, hablaban todo el tiempo, reían cada vez que estaban juntos, su relación estaba yendo tan bien que hasta se había distanciado un poco de Mario.

Ya no lo llamaba tan seguido, no le importaba tanto si él no se podían juntar o ir a verla, se divertía con Nicola. el la hacía sentir especial, mucho más de lo que Mario lo hacía. Tan así que Angie se confundía, pensaba más en Nicola que en su propio novio.

Pero no todo puede ir tan bien, o si no, no sería novela... las cosas empeoraron de la nada, cuando alguien se enoja y tiene mucha rabia, es común decir cosas que no debiste decir, y solo lo hiciste por la ira que se apropia de ti, es común insultar y hacer sentir mal a la persona que no debía merecer toda tu ira. Y como siempre... uno se arrepiente.

Era un fin de semana común, exactamente era el día domingo, Angie terminaba de lavar la ropa de Nicola, echo por ultimo los pantalones a la pequeña lavadora que se encontraba en un rincón del apartamento agrego el detergente y se encamino hasta el balcón a recoger la ropa que estaba tendida, seca y limpia, mientras la chica hacia esto, Nicola se había terminado de dar un baño. Se vistió con unos jeans, pero antes de colocarse la camisa noto que algo le faltaba en su jeans. Busco por toda su habitación su celular, su preciado "iphone".

"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora