Capítulo 32

768 27 2
                                    

-¿Llegue tarde?
-No, Carlos aun no ha llegado. Para suerte tuya, el también se retraso un poco.
-Me alegra - sonrió.
-¿Por qué te tardaste tanto? Siempre eres puntual.
-Si lo sé, es que me quede dormida, me desperté a las siete veinte.
-¿Y en menos de diez minutos estuviste lista?
-Impresionante, ¿no? - sonrió
-Increíble - sonrió también - pero, ¿por qué te quedaste dormida?
-Porque...
-Dejame adivinar - la interrumpió - te quedaste hasta tarde con Nicola...
-Sí, y también ocurrió algo no muy bueno.

Natalie la miro con el ceño fruncido tratando de adivinar que podría ser lo que había ocurrido, que por el gesto en el rostro que hizo Angie no era nada bueno.

-Trata sobre Mario...
-¿Que ocurrió?

Antes que Angie hablara, entro el señor Carlos a la pequeña sala, disculpandose por haber llegado tarde.

-Luego te cuento - le susurró. Natalie asintió.

Mientras tanto, Nicola iba de regreso al departamento después de haber dejado a Angie en la práctica pero en vez de seguir el camino a su departamento, se desvió al departamento de Jazmín, sabía que era muy temprano y que probablemente la chica estaría durmiendo, y que se enfadaría si la despertaba pero no tenía nada más que hacer, así que de todos modos fue al apartamento de su mejor amiga.

Estaciono su auto fuera del departamento y entro, subió el ascensor hasta llegar al piso donde estaba el apartamento de Jazmín, llego fuera de este y golpeó.
Nadie abrió así que decidió golpear más fuerte pero nuevamente nadie apareció.
Tomo su celular y marcó el número de Jazmín. Debió marcar tres veces ya que las otras dos Jazmínno contesto.

-¿Qué quieres? - preguntó con voz de dormida.
-¿Esa es la manera de contestarle a tu mejor amigo?
-Porcella tengo sueño...

Nicola rió.

-¿Qué quieres amiguito querido? - seguía hablando dormida.
-Abreme la puerta.
-¿Estás aquí?
-Sí, como hace diez minutos...
-¡¿Estas bromeando?! Vete de aquí y déjame dormir.
-No me iré, hasta que abras la puerta.
-Pues entonces te quedaras ahí afuera - término la llamada.

Nicola volvió a llamarla una y otra vez, le enviaba mensajes insistiendo que se levantara a abrirle la puerta.
Estuvo todo el tiempo así, hasta que escucho el gruñido furioso de Jazmín desde dentro del apartamento, la cerradura de la llave giro, una chica toda despeinada y con los ojos a medio abrir apareció en la puerta.

-Ahora esta abierta - la abrió para atrás hasta que llego a su tope.

Nicola no pudo aguantarse las ganas de reír a carcajadas.

-No te rías imbécil...

Entró al apartamento seguida por Nicola, la chica camino hasta su habitación donde se dejo caer boca abajo sobre la cama.
Nicola se acostó al otro lado de ella.

-Eres un perezosa - dijo calmando su risa.
-Una - despegó el rostro de la almohada para mirarlo - ¿Perezosa? Por Dios Nicola... ¿viste la hora qué es? ¡Son las siete cuarenta y ocho de la mañana! Cualquier persona normal que no trabaja duerme hasta tarde, incluso tú... ¿Qué haces despierto tan temprano?
-Ufff... - suspiró - larga historia...
-¿De verdad?
-No, la verdad no es larga. Simplemente me levante a esta hora para ir a dejar a Angie a la práctica.
-Uiii... Angie - levanto sus cejas una y otra vez.

Nicola intento quedarse serio, pero le fue imposible, inmediatamente sonrió como un tonto enamorado.

-Y qué... ¿nuevamente se quedaron a dormir juntos?
-Esa si es una historia un poco más larga - sonrió - te la contare, mientras tomemos desayuno.
-¡No! - volvió a enterrar su rostro en la almohada - no me hagas esto Porcella
-Vamos china, muero de hambre.
-Nico, querido amigo - levantó la cabeza para mirarlo - dejame dormir cinco minutos, nada más, solo cinco míseros minutos.
-Está bien - dijo acomodandose mejor en la cama.
-Gracias chico, eres un gran amigo.

Pero esos míseros cinco minutos se volvieron en una hora y media.
Nicola al igual que Jazmín se habían quedado dormidos profundamente, despertó de golpe al sentir su celular vibrar.

-¿Hola? - contesto con voz dormida.
-¿Señor Laurent?
-No, se equivoco de número...
-Oh cuanto lo lamento. Disculpe - terminó la llamada.

Nicola dejó su celular a un lado y destello sus ojos para poder abrirlos mejor.
Su estomago gruño pidiéndole a gritos algo de comer, volteó la cabeza para ver a Jazmín que seguía boca bajo durmiendo.

-Hey, chinita- la meció para que despertara. Ella solo se quejo dormida - vamos, dijiste que eran solo cinco minutos.
-M... no - dijo quejandose.
-Jaz... tengo hambre, ya no aguanto las ganas de comer algo.
-Pues ve donde Angie y dile que te prepare algo, y así me dejas de joder a mi.
-Creeme que si ella estuviera, no hubiera venido a verte y me quedaría con ella todo el día pero no es así porque no esta, y me siento solo por eso vine.
-Oh, que triste tu vida... - seguía hablando dormida - pues entonces ve y prepárate algo tu solo, y a mí me dejas dormir cinco minutos más.

Nicola rodeo los ojos en blanco y suspiró, se levanto de la cama y camino hasta la gran cocina de Jazmín, por suerte Nicola sabe cocinar, así que no le era problema prepararse algo por sí solo.

Preparo unas tostadas con huevo y tocino, jugo de naranja y café. Uno de sus desayunos preferidos, cuando tuvo todo listo, volvió a ir a la habitación de Jazmín para ver si ya estaba despierta pero al llegar ahí, la chica seguía dormida plácidamente.

-JAZMÍN! Ya despierta, es tarde...
-Mm... - se quejo - no, vete...
-Prepare el desayuno - seguía dormida - ¡China! - se acerco a la cama, tomo una almohada y se la lanzo en la cara a Jazmín.
-¡Idiota! - dijo al despertarse de golpe.
-Lo lamento - se rió - pero ya has dormido suficiente, y prepare el desayuno.
-¿Lo preparaste tu? Aw... pero que lindo.
-Lo sé - sonrió coqueto - soy lindo.
-No seas presumido, ¿ok? No lo decía con esa intención.
-Estaba bromeando - rió.

Jazmín se levanto de la cama y junto a Nicola, camino hasta la sala, se sentaron uno al frente del otro a tomar el rico desayuno que había preparado Nicola

-Bien... cuéntame la larga historia, ¿qué hicieron Angie y tú ayer?
-Jugamos póker y golpee a Mario.
-¿Hiciste qué? - miro sorprendida.
-Primero Angie y yo estábamos en mi apartamento...

Nicola continuo contándole todo lo que había ocurrida la noche anterior.
Sobre la jugada de póker, sobre como Mario había tratado a Angie, en cuanto Nicola le dijo eso a Jazmín la chica se enfado tanto que casi sale de su apartamento para ir y partirle el rostro a Mario. Pero Nicola la detuvo, prosiguió contándole todo hasta cuando despertaron hoy por la mañana.

Al igual que Nicola, Angie le conto lo mismo a Natalie mientras tomaban un café en la cafetería del hospital.

-No puedo creerlo, tendré que hablar con Mario, no entiendo por qué se comporta así contigo.
-Lo mismo me pregunto yo - dijo Angie antes de tomar un sorbo de café.
-Tengo que hablar con él... es mi amigo y debo platicar sobre esto.
-¿Cuándo lo harás?
-Si puedo hoy. Le pediré a Yaco que me acompañe.

Angie suspiro soltando todo el aire.

-Ok... - agacho la mirada.
-Y... ¿Nicola se convirtió en tu héroe? - sonrió.

Angie levanto la mirada y sonrió tímida.

-Sí, bueno me defendió.
-Eso estuvo bien... por muy amigo mío que sea Mario, se comporto como un completo imbécil y se merecía ese golpe. Incluso más fuerte.
-Y lo mejor de todo fue que se quedo conmigo toda la noche, cuidándome y consolándome - sonrió.

Natalie la miro con ternura y sonrió a la vez.

-Te gusta Nicola, ¿verdad?
-¿Qué? No... no me gusta. Es un gran chico, es lindo... pero no, es solo un amigo.
-¿Sigues amando a Mario?

Angie cambio radicalmente su sonrisa por una mueca triste.
Agacho la mirada, y bebió un poco de su café, olvió la mirada a Natalie, tomo aire para hablar.

-Te seré sincera, eres mi mejor amiga y confió en ti y sé que me entenderás.
-Claro... - asintió suavemente con la cabeza - puedes confiar en mí, tú lo sabes.
.....................................................................

"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora