Capítulo 26

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Buscaba como loca por todos los cajones de su closet.
Desalmo toda su habitación hasta que...

-¡Aquí esta! - dijo feliz.

Miro el reloj colgado en su pared, eran las seis diez.

Arreglo todo y tomo lo necesario para darse un baño.
Saliendo de este. Se aproximo a colocarse su vestido. Un vestido color crema ajustado hasta la cintura y suelto hasta los muslos, unos zapatos del mismo tono, su cabello, lo adorno con pequeñas ondas en las puntas.
Lo tomo a un lado con una pequeña trenza, se maquilló, coloco un poco de brillo en sus labios, de perfume y ya estaba lista.

Miro el reloj, las siete dos, Mario ya estaría por llegar, aun no recibía una sola llamada de él, se quedo esperando hasta que dieron las siete treinta y siete estaba impaciente, pero no dudaba en que Mario llegaría en cualquier momento.

Se levanto de su sofá, se miro una vez más en el espejo y decidió salir a la recepción para esperarlo allí, estuvo conversando unos minutos con Emilio, le conto que saldría ese día con su novio Mario, porque cumplían nueve meses de estar juntos y bla, bla, bla...

Seguían y seguían pasando los minutos camino al patio trasero del departamento, donde estaba la piscina.
Ella tomo una de las sillas de sol y se sentó.

Miro el reloj de su muñeca, marcaban las ocho treinta.

-¿Angie?

Levanto la mirada y vio a Natalie y Yaco.

-Hola... - saludo sin ánimo.
-¿Qué haces aquí vestida así, tan bella? - sonrió.
-Espero a Mario.
-¿Aun no ha llegado?
-No... supongo que se atraso por el trabajo.

Natalie negó con la cabeza y se sentó junto a la morena.

-¿Quieres que me quede para hacerte compañía hasta que llegue?
-No, no... ve con Yaco a hacer lo que iban a hacer, estoy bien aquí - sonrió falsamente.

Claramente Natalie no le creyó y Yaco tampoco.

-No te preocupes - dijo Yaco- no teníamos nada importante que hacer.

Acerco una silla y se sentó junto a las chicas, se quedaron conversando por casi media hora hasta que el celular de Natalie sonó.

-Oh, es mi madre - no contesto - bueno amiga... me tengo que ir.
-Claro, no te preocupes.
-Nos vemos - beso su mejilla - cuídate.

Yaco repitió la acción de Natalie y caminaron juntos a la casa de Natalie.

Angie se quedo sola mirando el agua de la piscina, miro nuevamente su reloj, las nueve diez y Mario no había llegado, suspiro soltando todo el aire y cubrió su rostro con ambas manos.

Mientras la chica esperaba a que Mario llegara por ella; Nicola estaba tomando un baño de agua tibia, termino el baño y se vistió, se acomodo en su sofá, prendió la televisión y sintonizo un canal de fútbol.
Estuvo allí por unos diez minutos hasta que le enviaron un mensaje diciendo:
"Mira por tu balcón... es tu oportunidad.- Yaco"

Nicola miro confuso aquel mensaje, se levanto del sofá y camino hasta el balcón, miro a su alrededor y no vio nada diferente hasta que bajo la mirada y ahí, bajo él estaba ella mirando a la nada, con la barbilla apoyada en su mano, y su codo sobre su pierna.
Estaba completamente sola, Nicola miro nuevamente a su alrededor y volvió a su apartamento, entro al baño, se miro al espejo y roció un poco de su perfume sobre él, apago la televisión y camino fuera su apartamento, sin pensarlo bajo hasta la recepción y camino hasta el patio trasero donde se encontraba Angie.

Se detuvo un instante y suspiro, se tranquilizo y camino sigiloso hasta ella, la noto vestida con un hermoso vestido, bien arreglada, excepto por sus zapatos que se los había quitado dejándolos a un lado de ella.
Se veía más hermosa que de costumbre.

-¿Qué haces aquí tan sola? - pregunto.

La chica volteo a mirarlo y le sonrió débilmente, para después desviar la mirada de él volviéndola a la piscina.

Se acerco más a ella, sentándose en la silla que estaba junto a Angie.

-¿Qué ocurre?
-Nada...
-¿Cómo que nada?
-Nada, simplemente - suspiro - nada.

El silencio los invadió por cerca de un minuto y medio, un minuto y medio en el que Nicola no despego la mirada de ella.

-¿Por qué estas vestida así?
-¿Qué tiene? - lo miro
-¿Ibas a salir?
-Iba... tu lo has dicho.
-M... déjame adivinar - pensó - esto tiene que ver con... Mario.
-Sí.

Se levanto de la silla y se acerco un poco más a la piscina.

-Nuevamente no vino por ti, ¿verdad?
-Así es - seco la lágrima que comenzaba a caer por su mejilla izquierda.
-Es un idiota - se levanto y camino hasta su lado.
-No, no lo es...
-Sí, sí lo es. ¿Cómo es posible que te invite a salir y luego no pase por ti? Además es la segunda vez que hace esto.

La chica se quedo en silencio mientras que por su mejilla seguían cayendo un par de lágrimas.

-Oh, no llores...

Se puso frente a ella y seco las lagrimas con su gran y suave mano.
La chica lo ayudo de la misma manera.

-Ya... está bien.
-Así está mejor... no debes llorar por imbéciles como él.

Angie sonrió.

-Así te ves mejor, sonriendo... no llorando... llorando te ves fea - bromeo.

La chica lo miro con los ojos entre cerrados y comenzó a reír de inmediato.

-¿Sabes lo que podríamos hacer para que te sientas mejor?
-¿Qué cosa?
-Traer al chico que preparo los tragos en mi fiesta, para que le cuentes lo que hoy paso con Mario. Debió haber quedado intrigado después de lo que le contaste esa vez.
-¡No seas idiota!
-Solo decía - rió.
-Tus bromas no son muy buenas en este momento.
-Claro que lo son... ¡Mira ahí viene Mario!

La chica volteo.

-Oh no, era Emilio, lo siento lo confundí.
-Eres un maldito - dijo entre risas.
Angie empujo un poco a Nicola sin notar que estaba muy cerca de la orilla de la piscina.
El chico perdió el equilibrio y cayó al agua.

-¡Oh Dios! Cuanto lo siento Nicola.

Nicola la miro por un instante y luego comenzó a reír junto con ella.

-Como eres tan estúpido...
-Ayúdame a subir mejor...

La chica, inocentemente extendió su mano para ayudar a Nicola, pero en el instante que ella hizo eso, Nicola la jalo de la mano lanzándola al agua también.
Él comenzó a reír mientras la chica desesperadamente trataba de salir a flota.

-¡Idiota! - Dijo con los ojos cerrados tratando de flotar - ¡no sé nadar!

Nicola rápidamente la tomo por la cintura y la acerco a él.

-¿Ahí está mejor?

La chica limpio su rostro quitando el agua.

-Sí, mejor...

La respiración de la chica al igual que la de Nicola era agitada.

Se quedaron detenidamente observando, ella suspiro mirando a Nicola profundamente a los ojos.
El chico comenzó a sentir aquellos cosquilleos en su estomago y el deseo de besarla se volvía más fuerte.

Se fueron acercando poco a poco hasta que sus labios llegaron a rozar por un segundo, luego Nicola apego sus cuerpos mucho más y juntaron sus labios en un tierno beso, saborearon sus labios como tanto lo habían soñado.

"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora