Capítulo 39

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-Sí, una chica alta, media rubia...
-¿Media rubia? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Tiene la mitad del cabello rubio y la otra parte no?
-¡No idiota! - Rió - ¿aun sigues dormido?
-Algo así.
-Pues ve a lavarte el rostro, despiertas bien y me devuelves el llamado.
-¿Ahora? - se quejo.
-Sí, ahora.
-¡Que molesto eres!
-Hazlo... mientras tanto llamare a Jaz.
-Ok.
-Adiós.

Termino la llamada y marco al celular de Jazmín.

-Hola - dijeron con voz dormida.
-No puede ser... ¿también estas durmiendo?
-¿Yaco?
-Sí, soy yo
-Son las nueve de la mañana, es muy temprano... ¿para qué llamas?
-Para hablar sobre nuestro plan, sobre Mario.
-¿Mario? No me interesa hablar sobre ese idiota.
-Bueno, pues ya sé quién es la chica con la que ese idiota engaña a Angie.
-¿De verdad? - hablo más claro sin voz de dormida.
-Sí, es su secretaria.
-¿Su secretaria?
-Exacto...
-Ah de ser horrible.
-Ni tan horrible, la chica es sexy, pero nada extraordinario.
-¿Sexy? Se lo diré a Nat.
-¡No! ¿Estás loca?
-Solo bromeaba - rió - ¿qué pretendes que hagamos ahora?
-Por el momento nada, porque yo lo vigilare aquí pero ve donde Nicola y despiértalo, de seguro se volvió a dormir.
-¿Lo llamaste?
-Lo llame, pero estaba dormido, así que hablaba cosas incoherentes, ve a su apartamento, haz que se levante y esperan mi llamado.
-Ok.

Termino la llamada e inmediatamente se levanto, el plan ya había comenzado y debía estar preparada, unos jeans azules ajustados, con una camisa color beige y unas converse de caña del mismo color, era el atuendo que había elegido ese día, soltó su cabello con ondas, un poco de maquillaje y salió con dirección al apartamento de Nicola.
Al llegar ahí, tal y como había dicho Yaco, Nicola estaba durmiendo, por suerte Jazmín tenía una copia de la llave del apartamento, entro y camino hasta la habitación donde dormía Nicola con una sabana enrollada en su cintura, con el torso descubierto y boca bajo, se encontraba Nicola tendido en la cama.

Jazmín fue a la cocina y saco un vaso que lleno con un poco de agua, volvió a la habitación, se acerco a Nicola y derramo el vaso sobre su rostro haciendo que Nicola se despertara de golpe sentándose en la cama.

-¿Qué estás haciendo?
-Resulta que eres muy difícil de despertar y la única manera para que despiertes es haciendo esto.
-No... con tan solo que me movieras un poco y me dijeras "Nicola, Nicola, despierta" yo despierto... esto no era necesario - extendió los brazos.
-Da igual... ya despertaste - sonrió.

Nicola se quito la sabana de encima quedando solo en bóxer, Jazmín quien se encontraba frente a él, corrió la mirada dirigiéndola lejos de Nicola.

-¿Qué? ¿Acaso nunca has visto a un hombre así? - sonrió.
-Claro que sí, pero no es lo mismo...
-Obvio que no es lo mismo, lo mío es más grande - rió
-¡Idiota no digas eso! - Dijo riendo - mejor te espero afuera.

Salió de la habitación de Nicola y fue a la cocina, preparo un poco de café para desayunar ambos, después de cinco minutos Nicola salió de la habitación ya vestido.

-Listo... ya puedes mirarme.
-Eres un idiota - lo miro - realmente...

Nicola rió.

-¿Qué te dijo Yaco?
-Ya sabe quién es la perra con quien Mario engaña a tu chica.
-¿Mi chica?
-Sí, será tu chica después de esto.
-Tú y tus ideas - rodeo los ojos.
-Solo piénsalo, el destino quiere unirlos... ahora aparece esto de que Mario la engaña ¿para qué? Para que terminen su relación y tú puedas estar con ella - sonrió - el destino los quiere ver juntos, igual que yo y todos.
-Pero no sucederá...
-¿Por qué?
-Por más que quiera estar con ella, no podrá ser, quizá terminen, y con el paso del tiempo ella estará con otro hombre con el que será feliz, no conmigo, yo solo seré su amigo y eso está bien.
-¡No, no está bien!
-Ya deja de insistir - tomo una taza de café y camino a la sala para sentarse en el sofá.
-No, no dejare de insistir... - camino tras él - ustedes hacen una muy linda pareja, y sé que será mucho más feliz si está contigo - se sentó a su lado - yo quiero verlos juntos, y lo que quiero... lo consigo.

Nicola la miro y sonrió tierno, luego de beber el café esperaron unos minutos más hasta que Yaco llamara a Nicola nuevamente.

-¿Ya estas despierto?
-Sí, ahora sí... ¿Qué ocurre?
-¿Estas con Jaz? Ponme en alta voz
-Ok, espera - coloco el altavoz - listo ahora puedes hablar.
-No ha ocurrido nada... no ha salido de su oficina y la secretaria sigue sentada ahí viendo unos papeles y contestando el teléfono cada vez que suena.
-¿Qué se supone que haremos nosotros? - pregunto Jazmín.
-Es común que Mario salga a las doce o una a comer algo.
-Pero Yaco- lo interrumpió Nicola- ¡son las once treinta recién! ¿Para qué nos despertaste tan temprano?
-Porque hay veces que sale antes... y generalmente lo hace con su secretaria.
-Y nosotros lo seguiremos ¿verdad?
-Exacto...

Después de haber planeado los últimos detalles del primer día de la operación "atrapando al imbécil" - como la llamo Jazmín- se quedaron viendo televisión un par de horas hasta que fueron las doce quince.

Nicola y Jazmín subieron al auto del chico y viajaron hasta la empresa donde trabaja Mario, apartados a un lado de la calle, estacionaron el auto y se quedaron dentro de este observando todo movimiento que veían en la empresa hasta que recibieron un mensaje de Yaco diciendo "Va saliendo".
Prestaron más atención y lo vieron salir con una chica, de cabello castaño claro y alta.

-Esa debe ser la perra - dijo Jazmín.

Nicola la miro y rió.

-Cuida tu lenguaje.
-No me importa... es una perra.

Nicola siguió riendo y encendió el motor del auto para comenzar a seguir el automóvil gris de Mario, lo siguió hasta llegar a una pequeña cafetería.

-¿Bajaremos del auto? - pregunto Jazmín.
-¿Tu qué dices?
-Yo diría que si... y que entremos al lugar y lo espiemos.
-Pero nos vera.
-Nos alejamos de él, tratamos de que no nos vea.
-Bien, vamos.

Bajaron del auto y rápidamente caminaron a la cafetería, entraron discretamente sin que Mario los notara, se sentaron un tanto alejado de él.

-¿Lo ves bien? - pregunto Nicola sentándose frente a Jazmín.
-Sí, queda justo tras de ti.
-Genial, ve todo lo que haga o diga.
-Nicola, no lo oigo - lo fulmino con la mirada.
-Léele los labios.
-Hare lo que pueda...
-Si quieres te cambio de lugar... yo sé leer los labios.
-Mejor - sonrió.

Cambiaron de puesto rápido, esta vez Nicola quedaba mirando directo a Mario, observaba cada movimiento del chico, e intentaba leerle los labios.

-¿Puedes ver lo que dicen?
-Creo que...
-Buenas tardes - interrumpió una señora de aproximadamente cuarenta años - ¿Qué ordenaran?
-Ah... - pensó Nicola.
-Unos pastelitos de chocolate y dos cappuccino de vainilla - sonrió gentil Jazmín.
-Ok, enseguida lo traigo.

Miraron como la señora se alejaba.

-¿Qué decías? - Jazmín volvió la vista rápidamente a Nicola
-Que - volvió a mirar a Mario- al parecer estaban hablando sobre algo del trabajo.
-Y ahora... ¿Qué están haciendo?
-Están riendo... muy contentos.
-¿Algo más?
-La acaba de tomar la mano.
-¿La mano?
-Sí... ahora le esta acariciando la mejilla con su mano.
-¿La mejilla?
-Sí... oh no...
-¿Qué ocurre?
-Es un verdadero imbécil - dijo Nicola con ira.
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"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora