Capítulo 36

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-Sí, no me tardare nada.
-Eso espero porque ya son las cuatro cincuenta y se suponía que...

Giro a ver el reloj colgado en la pared de la sala de Angie, y luego devolver rápidamente la vista a la habitación de la chica cuando escucho unos pasos provenientes de ahí.
Se quedo en completo silencio y con la boca entre abierta cuando la vio aparecer por el umbral de la puerta.

-¿Que tal me veo? - pregunto tímida.

Nicola movía la boca sin emitir sonido alguno.
¿En verdad le había hecho esa pregunta? ¿Era necesario que Nicola se la respondiera? Pues lo que estaba pensando en ese momento Nicola, no se atrevería a decirlo, además que no era un pensamiento ni comentario muy "sano", era algo más bien... pervertido.

-Y bien... - dijo la morena al no obtener respuesta alguna de Nicola, y solo recibir la mirada babosa de él que comenzaba a incomodarle.
-Te ves... jodidamente linda

Angie rió tímida y se acerco a él.

-¿Tú crees?
-No lo creo, te lo aseguro - sonrió coqueto.
-Entonces... gracias - sonrió - se me hace tarde, debo irme.
-¿Quieres que te vaya a dejar? ¿O Mario pasara por ti?
-No, no pasara por mí, - camino hasta la puerta -y sí, quiero que me vayas a dejar - volteo sonriendo felizmente.

Nicola asintió sin quitarle la mirada de encima.

-Vamos, no te quedes ahí.
-Oh claro - sonrió y camino hasta Angie.

Anduvieron cerca de veinte minutos antes de llegar a la casa de los padres de la morena, Nicola estaciono el auto a un par de casas lejos. No podían ver que Angie llegaba en otro auto, con otro hombre que no fuera Mario.

-Mario ya debe estar por llegar. Así que... - miro a Nicola- gracias por traerme.
-¿Quieres que venga por ti después?
-Claro - sonrió - si no te molesta
-No, no me molesta, para nada - sonrió.
-Bien, entonces te llamo.
-Ok.
-Adiós - se acerco y beso tiernamente la mejilla de Nicola- Gracias por traerme.
-De nada.

Angie abrió la puerta del copiloto para salir del auto, cerró la puerta y miro a Nicola a través de la ventanilla, para sonreírle, Nicola le sonrió de la misma manera.

-¡Esperare tu llamado!

Angie le guiño el ojo en señal de afirmación y camino hasta la casa de sus padres, pero no entro, se quedo en el jardín delantero de la casa para esperar a que Mario llegara, debía esperarlo, pues se supone que está todo bien entre ellos que llegaron juntos, no por separado, miro el reloj de su muñeca ya eran las cinco de la tarde y Mario aun no llegaba.

Angie constantemente lo llamaba a su celular, pero no le contestaba, la paciencia se le estaba acabando ya estaba harta de los compromisos a los que Mario prometía asistir, y no llegaba o bien llegaba mas tarde, odiaba lo irresponsable que era, mientras maldecía una y otra vez a Mario en su mente, al fin vio llegar aquel auto gris del chico, un suspiro de alivio se le escapo entre los labios.
Con los brazos cruzados y la mirada fija y seria en el auto de Mario, dio a entender que no estaba muy contenta, sino más bien enfadada.

El chico estaciono el auto a un lado de la casa y bajo rápidamente, se acerco a Angie para saludarla con un beso pero esta se lo negó, corrió su rostro a un lado.

-¿Podrías intentar llegar a la hora acordada? - dijo fría devolviendo la mirada a Mario.
-Agradece que estoy aquí - dijo mientras arreglaba el cuello de su camisa.

La chica suspiro y rodeo los ojos en blanco.

-Como digas...

Con su mano derecha alejo a Mario de ella, para caminar a la puerta de la casa, Mario la siguió, logrando alcanzarla y ganarse a su lado frente a la puerta.

"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora