No fucking limits.

24

Cuando Taehyung se coló en la habitación de Astrid, esta no se esperó que la invitara a dar un paseo nocturno. Y con invitar me refiero a escabullirse ambos por su ventana para no tener que dar explicaciones a sus primos de a dónde iba a esas horas.

Un brazo suyo rodeaba los pequeños hombros de ella. Pero no fue suficiente para evitar que ella tuviera un poco de frío. Taehyung se quitó la chaqueta de cuero, y luego también se quitó su sudadera negra, esa que siempre llevaba y se la puso a ella.
La miró de arriba abajo mientras se volvía a enfundar en su chaqueta de cuero. Si, definitivamente le encantaba verla vestida con su ropa. Y por eso no pudo resistirse a besarla.

Astrid no estaba segura de como sentirse ante su comportamiento. Por la mañana la ignoraba y ahora quería dar paseos nocturnos. La cogió de la mano y continuaron con su paseo.

- Siento lo de esta mañana -dijo el chico-. Estaba enfadado con mi hermano.

- ¿Por qué? -la pregunta se le escapó de los labios antes de poder retenerla.

- Bah, que importa... El caso es, que no quería pagarlo contigo. Así que he preferido no hablarte.

- Me gustaría poder entenderte.

Una triste sonrisa se posó sobre el rostro de Taehyung acompañados de una melancólica mirada.

- A mi también.

Soltó su mano y volvió a rodear sus hombros con su varonil brazo. Le dio un beso en la cabeza sin dejar de caminar, e inhaló el dulce aroma de su pelo.

- ¿Sabes? He estado pensando.

Ella giró su cabeza para mirarle mientras hablaba. Él miraba al frente.

- Tienes razón. Hasta ahora parece que estamos juntos, pero en realidad no somos nada.

Astrid sintió una punzada en el pecho al oírle decir eso. ¿No eran nada? Realmente no lo eran, no había dicho nada que no fuera mentira. Sin embargo le hubiera gustado saber por qué le dolió tanto.

- Aunque es obvio que tenemos algo. -Continuó el chico- Nunca me han gustado esas gilipolleces de ponerle nombre a las cosas y todo eso.

Adorable no era una palabra que definiera a Taehyung, pero la forma en la que se rascaba la cabeza con nerviosismo no podía describirla de otra manera.

- Pero parece que la gente no se entera a menos que tengas unos límites marcados.

Ella ya sabía por donde iba, lo que quería decir con aquello. Quiso pellizcarse en ese momento seguido de varias bofetadas para asegurarse de que aquello era real.

- ¿Me estás pidiendo ser tu novia?

- Técnicamente estoy diciendo que lo eres.

- Vaya, qué confiado estas. ¿Y si te digo que no?

Se encogió de los hombros y le devolvió la mirada. Sus ojos mostraban una determinación abrumadora. A quién demonios pretendía engañar, le diría sí mil y una vez.

- Ya te lo dije. Aunque me rechazaras no sería capaz de alejarme de ti.

Astrid no fue capaz de sostener su mirada mucho más tiempo. Era demasiado sofocante. Ladeó su cabeza y suspiró resignada.

- Supongo que no me queda más remedio que aceptar.

A pesar de que estaba que se le salía la felicidad por las orejas usó un tono triste al hablar, para fingir molestia. Tae la apretó contra su cuerpo con gesto divertido.

- ¡No lo digas como si fuera algo horrible!

- Apuesto a que eres un novio nefasto. -Continuó picándole.