Astrid estaba nerviosa, no entendía por qué, pero lo estaba mientras esperaba que Taehyung volviese del baño. Estaba sentada en los bancos de la estación de trenes a la espera de que diesen las tres para que llegase su ansiado tren. Sus vacaciones estaban a punto de comenzar, si es que no lo habían hecho ya.
Decir que estaba emocionada era quedarse corto, aquella sería la primera vez desde que perdió a su familia que pasaría unas navidades felices, con personas que quería y que la querían. Lejos de sus tíos y sus odiosos primos, lejos de su sobre actuada felicidad que nada le incumbía a ella.Taehyung llegó de nuevo a su lado, sonriendo mientras le ofrecía un vaso de plástico con café humeante. Ella lo aceptó sin rechistar devolviéndole la sonrisa y recibiendo un beso en la mejilla por parte del chico. Se sentó a su lado en el banco y ambos disfrutaron en un cómodo silencio de sus bebidas mientras observaban pasar los viatjeros subiendo y bajando de los trenes.
Y así, minutos después ya habían subido a su tren y se acomodaban tranquilamente frente a la ventana, dejando sus equipajes en el reposamaletas junto a la puerta.
Astrid respiró profundamente viendo como el tren comenzaba a moverse poco a poco. Notó un cálido contacto en su mano y vio cómo la mano de Taehyung se entrelazaba con confianza con la suya. Sus ojos ascendieron hasta su cara y el chico le mostró su perfecta sonrisa causando que ella hiciese lo mismo. Ver a Taehyung sonreír y no devolverle la sonrisa era algo prácticamente imposible para ella. Sabía que esas sonrisas no las mostraba a menudo y menos con cualquiera, por eso las atesoraba con toda su alma......
- ¡Vamos Patrice, no seas tímida y ven!
La pelirroja, lejos de acceder a la alocada propuesta del pelinaranja, lo miró con los ojos abiertos como platos y se alejó un par de pasos hacia atrás.
- ¡Está loco, Jimin! No pienso hacerlo ni muerta.
El chico sacudió su cabeza y la miró por debajo de los mechones mojados que caían por sus ojos a la par que ladeaba su cabeza.
- Por favor... -susurró para después morderse el labio inferior.
La estaba tentando. Y ella lo sabía, pero aun así no se lo estaba poniendo fácil. Pero cuando miraba el agua helada y el cuerpo tiritando de su amigo solo se estremecía y quería tomar un chocolate caliente.
- Te he dicho que no -repitió por sexta vez la pelirroja.
- Vamos chicos, ayudarme a convencerla.
Pero sus amigos, que lo miraban a la misma distancia que Patrice, solo negaban con la cabeza.
Y ahí estaba Jimin, metido hasta el cuello bajo el agua helada del mar frente a la atónita mirada de sus amigos, que no comprendían como era capaz de bañarse en esa época del año y con el frío que hacía. Les entraba frío solo de verlo ahí metido.- Jimin, deja de hacer el idiota y sal de ahí antes de que pilles una pulmonía -dijo Jin.
- Oh venga. Llevamos tres días aqui y aún no hemos hecho nada divertido -se quejó Jimin.
- ¿Meterte en un mar medio congelado en invierno te parece divertido?
Jimin chasqueó la lengua.
- Pues claro que sí. ¿No veis lo bien que me lo estoy pasando?
- Anda sal de una vez de ahí -gruñó Namjoon-. Taehyung me acaba de mandar un mensaje, llegarán en media hora.
Anunció para todos sus amigos, que sonrieron felices y deseosos de ver a sus dos amigos. Jimin salió corriendo del agua hasta llegar donde aguardaban sus amigos con su ropa. Inmediatamente ellos se alejaron un paso de él cuando comenzó a sacudirse como un perro para quitar el agua de su cuerpo.

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No fucking limits.
AléatoireY entonces te haces una pregunta... ¿Para qué vivo? Sin metas, sin sueños, sin vida. Tan solo con la única esperanza de salir de ese agujero infesto en el que se encontraba estancada desde hacía años. Hasta que aparece alguien que te ofrece una vi...