64

21 2 0
                                    

Astrid estaba nerviosa, no entendía por qué, pero lo estaba mientras esperaba que Taehyung volviese del baño. Estaba sentada en los bancos de la estación de trenes a la espera de que diesen las tres para que llegase su ansiado tren. Sus vacaciones estaban a punto de comenzar, si es que no lo habían hecho ya.
Decir que estaba emocionada era quedarse corto, aquella sería la primera vez desde que perdió a su familia que pasaría unas navidades felices, con personas que quería y que la querían. Lejos de sus tíos y sus odiosos primos, lejos de su sobre actuada felicidad que nada le incumbía a ella.

Taehyung llegó de nuevo a su lado, sonriendo mientras le ofrecía un vaso de plástico con café humeante. Ella lo aceptó sin rechistar devolviéndole la sonrisa y recibiendo un beso en la mejilla por parte del chico. Se sentó a su lado en el banco y ambos disfrutaron en un cómodo silencio de sus bebidas mientras observaban pasar los viatjeros subiendo y bajando de los trenes.

Y así, minutos después ya habían subido a su tren y se acomodaban tranquilamente frente a la ventana, dejando sus equipajes en el reposamaletas junto a la puerta.
Astrid respiró profundamente viendo como el tren comenzaba a moverse poco a poco. Notó un cálido contacto en su mano y vio cómo la mano de Taehyung se entrelazaba con confianza con la suya. Sus ojos ascendieron hasta su cara y el chico le mostró su perfecta sonrisa causando que ella hiciese lo mismo. Ver a Taehyung sonreír y no devolverle la sonrisa era algo prácticamente imposible para ella. Sabía que esas sonrisas no las mostraba a menudo y menos con cualquiera, por eso las atesoraba con toda su alma.

.....

- ¡Vamos Patrice, no seas tímida y ven!

La pelirroja, lejos de acceder a la alocada propuesta del pelinaranja, lo miró con los ojos abiertos como platos y se alejó un par de pasos hacia atrás.

- ¡Está loco, Jimin! No pienso hacerlo ni muerta.

El chico sacudió su cabeza y la miró por debajo de los mechones mojados que caían por sus ojos a la par que ladeaba su cabeza.

- Por favor... -susurró para después morderse el labio inferior.

La estaba tentando. Y ella lo sabía, pero aun así no se lo estaba poniendo fácil. Pero cuando miraba el agua helada y el cuerpo tiritando de su amigo solo se estremecía y quería tomar un chocolate caliente.

- Te he dicho que no -repitió por sexta vez la pelirroja.

- Vamos chicos, ayudarme a convencerla.

Pero sus amigos, que lo miraban a la misma distancia que Patrice, solo negaban con la cabeza.
Y ahí estaba Jimin, metido hasta el cuello bajo el agua helada del mar frente a la atónita mirada de sus amigos, que no comprendían como era capaz de bañarse en esa época del año y con el frío que hacía. Les entraba frío solo de verlo ahí metido.

- Jimin, deja de hacer el idiota y sal de ahí antes de que pilles una pulmonía -dijo Jin.

- Oh venga. Llevamos tres días aqui y aún no hemos hecho nada divertido -se quejó Jimin.

- ¿Meterte en un mar medio congelado en invierno te parece divertido?

Jimin chasqueó la lengua.

- Pues claro que sí. ¿No veis lo bien que me lo estoy pasando?

- Anda sal de una vez de ahí -gruñó Namjoon-. Taehyung me acaba de mandar un mensaje, llegarán en media hora.

Anunció para todos sus amigos, que sonrieron felices y deseosos de ver a sus dos amigos. Jimin salió corriendo del agua hasta llegar donde aguardaban sus amigos con su ropa. Inmediatamente ellos se alejaron un paso de él cuando comenzó a sacudirse como un perro para quitar el agua de su cuerpo.

No fucking limits.Where stories live. Discover now