Salió con pasos pesados del aula hacia su próxima clase. Apenas había dormido en los últimos tres y todo por los malditos exámenes de final de trimestre. Tenía que aprobarlo todo a como diera lugar, no podía ni quería darse el lujo de repetir ese curso, pensamiento que no compartía del todo su novio, que prefería tomarse los estudios de forma más relajada. Cuando entró en el aula se sentó en su sitió y en menos de tres segundos ya estaba recostada sobre su mesa. Sus viejos hábitos de dormir en clase no habían disminuido y mucho menos desaparecido, si al caso ahora eran mucho más continuos. Con el paso del tiempo, dormir, cama y Taehyung eran unas palabras que habían vuelto totalmente incompatibles si las juntabas.
Cada vez que se iban a dormir Astrid se podía a medio metro de distancia del castaño para evitar tentaciones y poder dormir un mínimo de horas que le permitiesen no parecer un muerto viviente al día siguiente. Pero en cuestión de segundos la distancia se volvía un chiste para ellos cuando Tae la abrazaba y comenzaba a darle besos o caricias, e incluso a veces recurría a las cosquillas como forma de ataque. Y Astrid por más que intentase resistirse, la chica no era de piedra y sucumbía a sus encantos.
No supo cuanto tiempo pasó exactamente mientras tenía los ojos cerrados, pero dado un momento notó como alguien se sentaba a su lado. No se molestó en abrir los ojos, al fin y al cabo el único que se sentaba ahí era Taehyung.
- ¿Ni siquiera te vas a dignar a saludarme, primita?
Aquella voz... Astrid se incorporó de golpe abriendo los ojos. No, frente a ella no estaba Taehyung, de hecho dudaba que su novio estuviese en la clase, de otro modo Matt no se habría acercado a ella. Desde la última pelea apenas habían cruzado palabra y mucho menos al haberse "casi mudado" de casa. Técnicamente lo había hecho, pero seguía estado la cosa de que ella aún era menor de edad, a falta de casi dos semanas y estaba bajo el cuidado de sus tíos. Matt la observaba con detenimiento cada vez que se encontraban en el instituto. Nunca se acercaba y ella daba gracias a eso en gran parte por la protección que le brindaba su novio, pero sabía que no apartaba la vista de ella.
- No hace falta que sigas mirando con esa cara de desesperada-dijo el rubio-, tu novio no está aquí.
Astrid no lo hizo aposta, pero no pudo evitar preguntarse si por algún casual Taehyung estaría en la clase. No lo hizo porque se sintiese mal o débil, ya no le tenía miedo a Matt, más bien lo hizo para asegurarse de que no estuviera, para evitar cualquier confrontación sin sentido. Desde la última pelea, los profesores prometieron ser mucho menos indulgentes con Tae.
- ¿Qué quieres?
- Ya se que te has marchado de casa en un acto de rebeldía por tu "enamoramiento" -dijo haciendo las comillas- con ese tipo aprovechando que nuestros padres no estaban en casa. Pero tienes que volver a casa.
No era una sugerencia. Era una orden. Y su voz no mostraba opción a réplicas.
- ¿Por qué debería hacer eso?
- Nuestros padres volverán por navidad de su viaje de negocios. ¿Que crees que pasaría si llegan y ven que no estas?
- No lo se. ¿Qué pasaría?-Preguntó retándolo con la mirada.
Poco le importaba a la chica lo que dijesen sus tios, esos tipos que supuesta mente se habían encargado de cuidar de ella y criarla desde que su familia murió. Los mismos tipos que apenas veía más de dos semanas seguidas debido a sus viajes de negocios y que cuando estaban en casa se dedicaban a cumplir todos los caprichos de sus hijos y ni se acordaban de que ella existía.
- Pasaría que nos caería una bronca enorme a Ruth y a mi por permitir que cometieras esa gilipollez.
- ¿Y porqué debería eso importarme a mi? -Preguntó Astrid como si la cosa no fuera con ella, lo que enfureció a Matt.
Justo cuando Taehyung entraba a clase se quedó estático en la puerta observando una escena que no le gustó nada. Frunció el ceño cuando vio como Matt agarraba el brazo de Astrid de una forma muy poco delicada y la obligaba a levantarse de la silla. Apretó los puños de la rabia y no dudó ni dos segundos en acercarse a ellos para apartar las garras de ese Matt de su novia. Pero apenas dos metros antes de llegar a ellos pasó algo totalmente inesperado, tanto para él como para los alumnos que veían la escena expectantes.
Con una rápida sacudida de brazo, Astrid se zafó del agarre de su primo y antes que éste pudiese decir nada, levantó su mano en el aire y le dio un sonoro guantazo en la cara.
El silencio les abordó de una forma abismal dejando a todos los presentes sin habla, incluido el mismo Taehyung.
La cara de Matt seguí girada hacia un lado debido a la fuerza del impacto, apenas había pasado poco más de medio minuto y ya se le podía apreciar el contorno de la mano de Astrid plasmada en su mejilla con un ligero tono burdeos.Poco a coco fue girando su cara hasta que volvió a quedar frente a Astrid, mirándola con total desprecio y una pizca de sorpresa. Nunca la creyó capaz de hacer eso. Se movió hacia ella de forma amenazante y ahí fue cuando Taehyung decidió intervenir. Se puso al lado de su novia y el rubio, al verle inmediatamente detuvo su avance hacia la chica. No hubo palabras, sus miradas fueron mas que suficientes para decirse todo lo que pensaban. Matt se marchó, no sin antes lanzarles una mirada asesina, y se sentó en su sitio con un enfado muy visible.
Astrid soltó todo el aire que había estado reteniendo hasta el momento y se apoyó contra el pecho de Taehyung. Se sentaron en sus sillas cuando vieron entrara al profesor.
- ¿Qué ha pasado con Matt? -preguntó Tae.
Astrid se encogió de hombros.
- Vino a decir que volviera a casa en navidad, ya que vuelven mis tios y no quería que le regañasen por permitir que me haya ido de casa.
Taehyung la seguía mirando con una sonrisa en la cara que hizo que la chica se extrañase.
- ¿Por qué sonríes así?
- Porque he visto como le has plantado cara -dijo él-. La antigua Astrid se hubiera resignado, pero tú has luchado. Ni siquiera ha hecho falta que interviniera. Estoy orgulloso de ti.
Astrid puso los ojos en blanco y giró su cabeza mientras Tae reía y le revolvía el pelo con una mano.
.....
Astrid tiraba del brazo de su novio para que avanzase más rápido por el pasillo abarrotado de alumnos. Ya habían finalizado todos los exámenes y habían terminado ese día las clases. La chica estaba deseando ir al tablón de notas para saber si las había aprobado todas. A Taehyung sin embargo, le importaba más bien poco sus resultados académicos, pese a haberse matado a estudiar esas ultimas semanas, solo porque Astrid le había obligado, claro.
Una vez frente al tablón, la chica comenzó a recorrer con su mirada los folios llenos de letras por todos lados hasta dar con su nombre. Fue mirando las asignaturas una a una y comenzó a saltar de la alegría al ver que había aprobado todas.
- Vaya, no solo has aprobado -dijo Tae-, has sido de las que han sacado mejores notas en la clase.
- Veamos que tal has acabado tu-dijo ella.
Volvió a mirar el tablón esta vez para mirar las notas de su novio, y cuando las encontró no pudo evitar poner una cara de total sorpresa.
- ¡Cielos, Taehyung! ¡Has aprobado todo!
Se puso aún más contenta que al ver sus notas y abrazó al chico con la mayor efusividad del mundo.
- No es para tanto. Además todo han sido cinco raspados.
Pero por más que le restase importancia ella seguía alabándole, pues para ser sinceros no esperaba que las aprobase todas. Cuando estudiaban no hacía mas que perder el tiempo en tonterías con tal de no estudiar.
- Será mejor que nos vayamos, aún tenemos que pasar por el Búnker a por las maletas y a este paso perderemos el tren.
La cogió de la mano y tiró de ella hacia la salida del instituto. Al fin comenzarían sus deseadas vacaciones.
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No fucking limits.
RandomY entonces te haces una pregunta... ¿Para qué vivo? Sin metas, sin sueños, sin vida. Tan solo con la única esperanza de salir de ese agujero infesto en el que se encontraba estancada desde hacía años. Hasta que aparece alguien que te ofrece una vi...