61

26 2 0
                                    

El brazo de Taehyung viajó de forma inmediata hasta la cintura de la chica, acercándola y pegándola a su cuerpo. Era más que obvio el hecho de que el castaño estaba marcando terreno como un animal en celo, aunque debía reconocer que le gustaba verle celoso.
Las miradas de desprecio no pasaban desapercibidas para nadie, de hecho desde que había entrado Tae en escena nadie había pasado por esa parte de la acera. Quizá fueran sus pintas de matones o el aura de odio que se había creado en torno a ellos lo que hacía alejarse o cambiar de acera a los transeúntes.

— ¿Qué haces aquí? —Preguntó Taehyung.

Jackson se encogió de hombros sin apartar la vista de Astrid. El chico estaba ignorando por completo a Taehyung. Al parecer el rubio había descubierto recientemente que si le prestaba más atención de la debida a su novia el chico se ponía de los nervios y eso le hacía gracia. Cualquier cosa que fuera incomodar a Taehyung podría considerarse su hobbie favorito en el mundo.

El brazo de Taehyung pasó de rodear la cintura a posarse sobre la tripa de la chica y empujarla suavemente hacia atrás ocultándola detrás de su cuerpo a modo de protección, como si temiese que Jackson iba a saltar encima de ella en cualquier momento. Pero lo cierto es que lo que deseaba era poder dejarle ciego a puñetazos para que no volviera a mirar a Astrid.

— Astrid, ve dentro de la biblioteca —dijo Taehyung.

Lo dijo con voz tranquila, pero con una clara orden implícita en ella. Astrid le miró con cierto temor en sus ojos.

— ¿Por qué?—preguntó ella.

— Es, Taehyung, ¿por qué?—Preguntó Jackson con sorna.

El castaño soltó un gruñido desde lo profundo de su garganta, pero decidió ignorar el comentario del chico.

— Solo hazlo, ¿quieres?  

— No, no quiero. 

Taehyung la miró con el ceño fruncido, aquel no era el mejor momento para que hiciera un berrinche de los suyos y menos delante del rubio.

— Astrid, por favor—suplicó con los dientes apretados. 

— ¿Qué vas a hacer?—Inquirió dubitativa. 

— Nada malo. —Suavizó su expresión para no preocupar a su novia— Lo prometo.

Finalmente, y tras dudar mucho, Astrid le hizo caso a Taehyung y se marcho para dirigirse a la puerta de la biblioteca que estaba a unos cuantos pasos más a la derecha de ellos. 

— Adiós, Astrid—se despidió Jackson agitando una mano en el aire—. Llámame cuando necesites que te vuelva a llevar a la biblioteca.

— Gracias por la oferta, pero eso no va a ocurrir nunca. 

Cuando los ojos de Jackson se enfocaron finalmente en Taehyung, el rubio borró la sonrisa de un plumazo sin necesidad de fingir sarcasmo frente a el castaño, que había vuelto a fruncir el ceño y a eso le había añadido una mueca de enfado y desagrado.

— ¿Quién sabe? No se la veía muy disgustaba cuando me abrazaba con todas sus fuerzas mientras la llevaba en mi moto.

Taehyung dio un paso amenazante hacia él nada más oír aquello a modo de impulso, pero se frenó inmediatamente apretando los puños y la mandíbula para mantener su ira bajo control. Eso era lo que Jackson quería y no pensaba darle esa satisfacción, no por él, sino por Astrid. Sabía cuánto odiaba que se metiera en peleas y mucho más aún por ella. Por eso intentaba evitar toda pelea absurda y sin sentido como por ejemplo esa. Aunque de no ser por ella lo más probable es que ya se hubiera lanzado a por él.

En una confrontación física entre Jackson y él, no tenía claro quien ganaría o si realmente llegaría a haber algún ganador. Si era cierto que Jackson tenía una muy desarrollada musculatura en comparación con él, que parecía algo más escuálido, pero no se debía subestimar la capacidad y las técnicas de lucha del moreno, que se había enfrentado a tipos más peligrosos y musculosos que Jackson y había salido victorioso.

— Aléjate de ella—dijo Tae con tono duro.

— ¿O si no qué? ¿Eh? —Le retó Jackson— ¿Qué me vas a hacer? Más de lo que ya me has hecho, claro. 

— ¡Joder, Jackson! —Gritó exasperado— ¡Aquello no fue culpa mía! Deja de echarme la mierda encima para poder sentirte tu bien.

Ahí fue cuando Jackson se puso serio de verdad.

— Solo digo la verdad. Eres un capullo igual que yo.

— No me metas en el mismo saco que a ti—escupió con desagrado.

— Tienes razón, eres incluso peor.

Taehyung agachó la cabeza dejando escapar un suspiro pesado. Deshizo los puños durante unos segundos solo para volver a apretar las manos mucho más fuerte que antes.

— Jackson... no quiero seguir así.—Dijo con voz de derrota—Una vez fuimos muy buenos amigos.

— Si, lo fuimos. Pero tú te encargaste de joder eso.

—  Mierda, ¿por qué no pasas página de una vez? Fue hace más de dos años, eramos críos.

Jackson por primera vez desde que estaban ahí mostró un terrible enfado. Se lanzó hacia Taehyung con furia y le agarró de la chaqueta zarandeándolo en el aire como si fuera un trapo.

— ¡¿Acaso crees que no lo he intentado?! ¿Crees que me gusta vivir así? 

Cuando el castaño lo miró directamente a los ojos a esa corta distancia, poco a poco deshizo los puños y relajó su cuerpo, que seguía atrapado por el rubio. Ya se le habían pasado todas las ganas de pelear con Jackson. No quería pelear con él, no después de haber visto como una oleada de tristeza y amargura surcaba sus pupilas, pese a que intentaba ocultarlo con ese ataque de ira improvisado, pero fueron amigos durante el tiempo suficiente para saber lo que escondían esos ojos ahora oscuros y vacíos.

— Jackson. No me importa lo que hagas así como tampoco me importa que quieras partirme la cara, porque si eso es realmente lo que quieres aceptaré encantado. Tan solo dime día y hora.  —Dejó escapar un suspiro— Pero aléjate de Astrid.

Jackson le soltó dejándolo libre de su agarre, puso una sonrisa sarcástica y le miró de una forma que no supo descifrar.

— No te voy a negar que me tienta la idea de destrozar esa cara de no haber roto un plato—soltó una carcajada falsa— pero no es eso lo que quiero. Lo que quiero hacerte no tanto daño físico como psicológico. Es mil veces más horrible. Es como estar encerrado en una caja fuerte sin puerta por la que poder escapar. Te consume.

— Oye—le señaló con un dedo amenazante— a mi hazme lo que te dé la gana. Pero como le toques un solo pelo a Astrid date por muerto, ¿te enteras?


.....


Cuando vio a Taehyung aparecer por la puerta de la biblioteca soltó todo el aire que había estado conteniendo hasta el momento. Le vio caminar con paso apresurado en dirección a ella, con las manos apretadas y los hombros ligeramente alzados en señal de tensión.

— ¿Estás bien?—Preguntó Astrid cuando él se sentó a su lado.

— Si, no te preocupes. Tan solo hemos cruzado un par de palabras.

Astrid le inspeccionó en busca de alguna señal que le indicase que algo estaba mal, y había muchas cosas. Pero todo lo achacó a su ataque de celos y su mala relación con Jackson. Pero se alegró de no haber tenido que salir a separarles en mitad de una pelea. 

— ¿Seguro que está todo bien? 

Preguntó la chica al verle ensimismado.

— Si, no te preocupes.

Sonrió y le dio un beso.

No fucking limits.Where stories live. Discover now