No fucking limits.

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Se miró por última vez en el espejo para cerciorarse que todo estaba en orden. Se peinó un poco el pelo suelto con los dedos para desacomodarlo. No le gustaba ir perfectamente peinada o con tres kilos de laca y otros productos para que su pelo se mantuviese estático. Le gustaba dejarlo al aire, sentirlo libre.

- ¿Estás lista?

Taehyung se asomó por el marco de la puerta. Astrid tuvo que reprimir un jadeo al verlo de cuerpo entero. Esos pantalones de cuero negros le quedaban demasiado bien para llevarlos puestos, tanto que sintió el deseo de quitárselos allí mismo. Por lo demás no llevaba nada especial, tan solo una camiseta blanca resguardada bajo una chaqueta de cuero, al igual que los pantalones, solo que azul. Y sin embargo estaba totalmente sexy.

- ¿Por qué te has vestido así? -Gruñó en desacuerdo a su vestimenta.

- ¿Qué pasa?

La había dejado aturdida. ¿Acaso no le quedaba bien la ropa? Llevaba puesta una falda con un poco vuelo negra, por encima de la rodilla, pero que hacía muy bien su trabajo en cubrir las zonas que no debían ser expuestas en público. En la parte superior una camisa de cuadros rojos y negros y sus botas negras.

- Pasa que voy a tener que romper más de una cara esta noche para que dejen de babear contigo.

Debería haberlo tomado a broma, o a modo de cumplido. Pero su voz parecía determinada y conociéndole podría apostar a que lo había dicho totalmente en serio.

- ¿Y tú qué? -Reprochó ella- ¿Crees que no vas a tener a ninguna fresca remoloneando a tu al rededor para seducirte?

Bufó como si lo que acabase de decir no tuviese ningún sentido. Debía estar de broma, ¿verdad? ¿O realmente no se daba cuenta de lo sexy y apetecible que estaba?

- Mejor vayámonos o cuando lleguemos la fiesta habrá terminado. -Dijo cogiéndole la mano para sacarlo de allí.

- Vale, pero que sepas que no me pienso separar de ti en toda la noche

Ella sonrió ante su afirmación. No dijo nada, solo dejó que una sensación de bienestar la invadiese cuando él apretó con más fuerza su mano para afianzar el agarre.

.....

Cuando bajaron de la moto Astrid quedó impresionada con la gran casa, o más bien, mansión, que se extendía ante ella. La fiesta la daba un buen amigo de Jhope llamado Minho. Pese a que aquello estaba abarrotado de gente, se sintió un poco más relajada que en el polígono donde se celebraban las carreras. La cantidad de gente, en comparación era cinco veces menor, y Taehyung le había asegurado que la mayoría de la gente eran amigos y conocidos para ellos.

El resto de sus amigos se habían adelantado progresivamente a la fiesta hasta que quedaron solo ellos dos por llegar. Llegaron a la puerta la cual estaba cerrada, cosa que sorprendió a la chica. Con una fiesta de tal magnitud debería haber gente entrando y saliendo sin parar.

Taehyung llamó varias veces al timbre, pero como supusieron nadie lo oyó con la música tan altaAsí que al final terminó llamando a sus amigos para que fuesen a abrirles.

Al cabo de unos minutos la puerta se abrió dejando ver una cabellera naranja. Jimin les sonreía de oreja a oreja mientras les hacia señas con las manos para que entrasen. Se mostraba especialmente sonriente, quizá porque llevaba unas copas de más en su organismo, o quizá porque disfrutaría una noche de fiesta sin tener que aguantar al novio de Patrice, que no acudiría a la fiesta. No supieron decir cuál era el motivo dominante en ese momento. Aunque su relación con ella no había cambiado ni un pelo. Cuando se giró para comenzar a andar por el amplio pasillo de la casa, observaron con diversión que llevaba unas gafas de sol de pasta blanca y cristales azules puestas en la parte trasera de su cabeza, como si tuviera una cara oculta en el pelo.

Taehyung ni siquiera pestañeó, y ella no dejó que el asombro la inundase. Estaba más que segura que sería una de las cosas más normales que vería esa noche.

Había gente por todos lados, bebiendo, bailando, comiéndose unos a otros. Porque eso no era besarse, era intento de canibalismo. En seguida reconoció a Jhope, que no tardó en lanzarse a ellos a saludarlos con un vaso de bebida en la mano. Astrid se preguntó cuántos debía llevar ya porque no dejaba de reírse por todo.

Después de ir a la cocina para servirse ellos también unas bebidas, se dirigieron al salón, uno de los dos epicentros de la fiesta. El otro epicentro de la fiesta se hallaba en el amplio jardín de la casa. Allí dentro se encontraron a Patrice tirada en un sofá partiéndose de la risa observando las "grandes cualidades de baile"de Namjoon. Y obviamente eso era un sarcasmo, porque no sabía si eso era bailar o el ritual de la danza de la lluvia.

Justo en ese momento, un pequeño cuerpo femenino cayó al lado de Patrice, también riéndose a carcajadas. Astrid se acercó con sorpresa al sofá al reconocer a Sofia.

- ¿Sofía? ¿Qué haces tú aquí?

Ella se encogió de hombros mostrando abatimiento.

- Él me invitó.

La chica señaló a Namjoon, quien había dejado de bailar para arrebatarle a Jin la cámara con la que le estaba grabando sin un pelo de discreción, y le obligó a él a ponerse a bailar mientras ahora el castaño el grabado.

- ¿Te invitó? ¿O más bien te arrastró?

Sofia hizo un gesto que le dio a entender que había sido lo segundo. Sin algo había descubierto de Namjoon, era que no preguntaba o imploraba. Si quería algo lo hacía y punto, tanto si era con un objeto o una persona. De un modo u otro siempre ganaba su persuasión, así que no podía culpar a su amiga.

- ¡WOOA! ¡SI, DALO TODO JIN! -Comenzó a gritar Jhope al ver a Jin bailar. Para risa de todos Jin no bailaba mucho mejor que su amigo rubio.

Jhope recorría ahora el salón gritando a Jin que hiciese un estriptis y otras incoherencias que no tenían sentido alguno. Iba montado en una silla de ruedas que la empujaba otro chico al que no conocía de nada, pero parecía igual de entusiasmado que él.

- ¿De dónde narices han sacado una silla de ruedas? -preguntó Taehyung riendo.

- No lo sé tío, -respondió Jimin- pero hace un rato he visto a un chico con una pierna escayolada saltando a la pata coja.

- Joder, esto le encantaría a Suga. -Bramó Taehyung con rabia.

- Ya te digo. Es una fiesta genial. Me da pena que se la pierda.

- ¡Esto no es lo mismo sin él! Estoy deseando verle.

No tardaron en cambiar de ambiente y salir al jardín. La música era mucho más potete ahí, que había unos enormes altavoces situados en una esquina. Había gente por doquier, incluso en la piscina. De un momento a otro todos se encontraron bailando, o más bien dejándose llevar por un repentino ataque de epilepsia. Porque ahí los únicos que parecían saber bailar eran Jhope y Jimin.

Taehyung, más que en bailar, se centraba en pegarse posesivamente al cuerpo de su novia sin dejarles mucha movilidad para bailar. Sus labios se pegaron al cuello de la chica provocando una ola de calor recorrer su cuerpo de pies a cabeza. Sin duda el alcohol estaba afectándole, provocando los toques de su novio mucho más calientes y húmedos que lo que ya eran.

.....

- ¿Que habéis hecho qué?

Taehyung estalló en carcajada limpia rodando sobre el césped. Después de un tiempo interminable bailado y haciendo el tonto, ahora estaban tirados por el suelo del jardín recobrando el aliento. Sus amigos les contaban con gran entusiasmo cómo habían dejado la furgoneta de Jhope, que Jin conducía, atravesada en medio de un túnel bloqueando el paso a los coches.

- Deberíais haber visto la cara de los conductores cuando me he puesto a escupir el refesco en los coches.

- ¡Pues anda que cuando le hemos pintado el cristal con spray!

Pero finalmente habían huido del lugar antes de que la gente de los coches les linchase. Aunque de lo que no pudieron librarse fue de infinitos insultos. Pero ahí estaban, desternillándose al recordarlo.

Jhope, en su estado más hiperactivo que nunca, llegó corriendo a ellos y les entregó unos palos extraños. Analizándolos más de cerca observaron divertidos que no eran unos palos cualquiera, sino bengalas de mano. Poco después, el jardín entero quedó iluminado por decenas de luces de colores chispeantes moviéndose al son de las personas.