Cuando llegaron a Búnker, el mal humor de Taehyung, lejos de calmarse, solo empeoró aún más. Sus amigos estaban en un estado similar al suyo, sin saber muy bien cómo actuar ante la terquedad de su amigo Jin.
- Ese idiota -murmuró Taehyung-. Voy a ir ahora mismo y le haré cantar.
Pero Astrid fue lo suficientemente rápida para agarrarle antes de que hiciera alguna tontería.
- Tranquilízate Tae.
- ¿Cómo quieres que me tranquilice? -Gruñó- A ese estúpido que tengo por amigo le dieron una paliza y no quiere decirnos quiénes lo hicieron.
- Lo siento Astrid, pero Hyung tiene razón.
Astrid se giró para mirar de forma reprobatoria a Namjoon, que asentía en dirección a su novio quien intentaba escabullirse del agarre de la chica. Por más que lo intentara no conseguía hacer que ninguno entrase en razón. Lo único que querían era que Jin les dijese quien le había pegado para ir y darles una paliza a modo de venganza.
La chica buscó con la mirada a Patrice en busca de apoyo moral, pero estaba al fondo preparándole algo de comer a su magullado amigo. Jimin tampoco fue de gran ayuda, ya que pensaba igual que sus amigos.
- ¿Por qué quieres que esos tíos se salgan con la suya?
- Yo no quiero eso. Pero tampoco me entusiasma la idea de que os metáis en una pelea.
La chica suspiró agotada y soltó la chaqueta de Taehyung dejándolo libre. Giró la cabeza para evitar el contacto visual de todos.
- Todo esto es culpa mía -dijo ella.
- ¿De qué hablas?
- Hace unos días, cuando salimos él y yo a solas al centro comercial estuvimos hablando. Le intenté convencer de que no pasaba nada porque fuese él mismo, que todo estaría bien, pero nada está bien. -Se tapó la boca para evitar que saliera un sollozo- Si no me hubiera hecho caso no habría besado a ese chico y ahora no estaría así.
Desde que se había enterado del motivo por el que le habían pegado esa brutal paliza a Jin no había albergado otro sentimiento que culpa. No podía evitar sentirse, en cierto modo, responsable de lo que le había sucedido.
Cuando Taehyung se acercó a ella y le alzó la cabeza para que lo mirase no se encontró con la mirada enfurecida que esperaba, sino una de sorpresa e incredulidad.
- ¿Fuiste tú? ¿Tú has sido la que hizo que Jin se enrollase con ese chico en la fiesta?
Ella asintió débilmente esperando oír gritos. Pero todo cuento supo después fueron los brazos de Taehyung rodeándola en un cariñoso abrazo.
- Gracias, Astrid.
- ¿D-de qué hablas? ¿No estás enfadado?
- ¿Enfadado? -El chico se apartó de ella y le mostró una sonrisa- Astrid has conseguido en un día lo que ninguno de nosotros en años.
Ella miró aturdida a los demás, que asentían en acuerdo con el castaño mientras le sonreían con simpatía.
- Cuando he hablado hoy con él no ha intentado negar que es gay como siempre lo había hecho hasta ahora. -Dijo Jimin- De hecho, lo admitía.
- Si, cuando vivíamos en nuestras respectivas casas, cada vez que alguien le pegaba Jin solo afirmaba en rotundo que le gustaban las chicas -admitió Taehyung- aun cuando todos sabíamos que no era así.
- Que tú hayas logrado que después de la otra noche haya admitido en voz alta que es gay es lo mejor que nos ha podido pasar -habló ahora Namjoon-, omitiendo la parte de que está en la cama sin moverse, claro.
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No fucking limits.
De TodoY entonces te haces una pregunta... ¿Para qué vivo? Sin metas, sin sueños, sin vida. Tan solo con la única esperanza de salir de ese agujero infesto en el que se encontraba estancada desde hacía años. Hasta que aparece alguien que te ofrece una vi...