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Una vez hubieron estado de vuelta en el Búnker lo primero que hicieron fue dejar todas las cosas de Astrid en la habitación de Taehyung. Ya era un poco tarde, pese a que dijeron de ir pronto, al final, entre unas cosas y otras fueron más entrada la tarde. Pese a que era la hora de la cena, solo encontraron a Jin preparando algo de cenar y a Namjoon tirado en uno de los puff del fondo.

— ¿Donde están los demás? —Preguntó Tae con extrañeza.

—Patrice no ha vuelto desde anoche—informó Jin— y Jimin no quiere salir de su habitación.

Astrid y Taehyung hicieron un intercambio de miradas en señal de preocupación. Jin hablaba con un todo de cansancio bastante importante, a lo que intuyeron que algo había pasado. El chico les relató con detalle todo lo que había acontecido la noche pasada en su ausencia, cómo Jimin se había retado con Mingyu y había perdido la carrera.

— Son idiotas —sentenció Taehyung—. ¿Cómo se les ocurre apostarse así a Patrice? Y más aún conociéndola.

— Se pilló un cabreo enorme con los dos.

—No me extraña—aseguró Astrid.

—Se la apostaron a ella sin tener en cuenta su opinión al respecto. Eso cabrearía a cualquiera.

La chica se había puesto a ayudar mientras a Jin con la cena para que terminase más rápido porque no soportaba las quejas de hambre de su novio.

—Lo más raro de este asunto es que Jimin perdiese la carrera —murmuró Tae—. Lo conozco bien y no es de los que pierden tan fácilmente.

—Bueno —comentó la chica—, por lo que has contado —señaló a Jin— era una carrera bastante importante para ellos. Y si fue el novio de Patrice quien la propuso quizá era porque tenía seguro que iba a ganar.

—No se... Es todo demasiado raro.

.....

Después de cenar cada cual se fue a sus respectivas habitaciones. Pese a que el día siguiente era lunes, y por consiguiente había instituto, como no era tarde la chica se dispuso a colocar sus cosas acomodándolas en la habitación de Tae. Le había hecho hueco en el armario para su ropa y también le había indicado varios sitios donde podía dejar libros o cualquier otra cosa que quisiera.

Una sonrisa se instaló en su boca cuando comenzó a sacar cosas de la mochila y vio su cubo de rubik. ¿Cómo había llegado hasta ahí? Debió haberlo guardado él. Aún recordaba la primera vez que había entrado en su habitación, cómo jugó con el cubo siendo vencido por el objeto.

Lo dejó a un lado y continuó colocando su ropa en el armario. No tenía demasiada ropa, por lo que le sobró bastante espacio, así que cogió las prendas de Taehyung que había amontonado de mala manera en la esquina de su parte del armario y comenzó a colocarla en el espacio sobrante.

Entraba justo en ese momento con una toalla en la cabeza terminando de secarse el pelo tras haberse duchado.

—El baño ya está libre —informó.

—De acuerdo. Terminaré de colocar esto y me iré a duchar.

—Deja eso Astrid. Te he dicho que no hacía falta que lo colocases ahora.

—No me costaba nada.

El chico negó con la cabeza. Él era mucho más perezoso para esas cosas. Podía dejar las cosas tiradas por mitad de la habitación y no recogerlas en semanas. Y así le pasaba, que luego se le iba acumulando la ropa sucia hasta que ya no le quedaba nada limpio que ponerse y tenía que aguantar las regañinas de Jin.

No fucking limits.Where stories live. Discover now