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- ¿NOVIA? ¿TÚ? ¿QUÉ DEMONIOS?

Sabía de sobre que a raíz de ahí vendrían un montón de mofas por parte de sus amigos, quienes se hallaban anonadados por la noticia. Pero qué remedio.

- ¿Vais en serio? -Preguntó Namjoon.

- ¿Namjoon? ¿De donde has salido tú?

- Estaba arriba en mi cuarto.

Astrid automáticamente recordó lo sucedido esa tarde con Sofia y tuvo la curiosidad de preguntar qué habían hecho y si ella estaba a salvo. Pero se contuvo, o más bien la contuvieron las incesantes preguntas y exclamaciones de sorpresa de sus amigos. Bueno, eso y el cruce de miradas que tuvieron en el que Namjoon le decía sutilmente que guardara silencio.

- Últimamente estáis lanzados. Primero Patrice y ahora vosotros. -Dijo Jin eufórico.

- Si, se extiende como un virus. -Murmuró Jimin sin moverse del lado de su moto-. ¿Para cuando tú, Jin? ¿No hay nadie que te guste? -dijo con cierta mordacidad.

- No, no hay nadie. -Apartó la mirada al contestar.

- Lo cierto es que hace ya tiempo que no te veo salir con ninguna chica -enfatizó la palabra chica-. Pareciera que ya no te gustan. -Jin se puso a la defensiva.

- ¿Lo dices porque no estoy cada día con tres tías distintas?

- Hablas como si pudieras hacerlo.

El ambiente se tornó algo tenso entre ambos. Había un duelo de miradas continuo que solo ellos dos parecían saber a qué venía todo aquello. Pero cuando Astrid miró angustiada a Tae, éste les miraba con aspecto cansado, sin duda él también sabía lo que estaba pasando ahí.

Por otro lado estaba J-hope, que les miraba con el mismo desconcierto que la chica. No sabía en qué momento se habían calentado las cosas, pero intentó calmar los ánimos. Jin era probablemente, una de las personas más cariñosas que conocían, pero también tenía su carácter.

- Bueno, Jin es bastante guapo. -Dijo J-hope-. Seguro que podría ligarse a la chica que quiera.

Jimin soltó una risita un tanto sarcástica al oír el comentario.

- Claro, buena idea. Jin, ¿por qué no te vas con J-hope de fiesta y os ligáis a algunas chicas? Seguro que dos tíos cañón como vosotros arrasáis con todas las tías del lugar.

Jin frunció el ceño en señal de molestia. Quiso responderle algún improperio del que, estaba seguro, más tarde se arrepentiría, pero Namjoon se lo evitó metiéndose entre medias de ambos. Se quedó con Jimin ayudándolo a arreglar su chatarra metálica con ruedas. Jin decidió hacer la cena, para distraerse, bueno... y porque tenía hambre a lo que se ofreció J-hope como ayudante para matar el aburrimiento.

.....

Taehyung salió de su habitación alarmado por los golpes que se escucharon provenientes de la planta de abajo. Antes de poder reaccionar Jimin se cruzó con él, aunque ni le miró, fue directamente a su habitación y se encerró dando un portazo. Llamó varias veces a su puerta, pero no obtuvo respuesta alguna por su parte por lo que prefirió dejarlo solo hasta que se le pasara el enfado.

Bajó las escaleras y se encontró una Patrice que echaba humo por las orejas. No necesitó nada más para entender lo que había pasado. Habían discutido... otra vez. Sin embargo Astrid parecía que estaba consiguiendo calmarla. Sin duda sus amigos a veces podían ser insufribles. Todos decidieron ignorar aquella pequeña disputa y ponerse a cenar lo que quisiera que les hubieran cocinado Jin y J-hope pero que sin duda olía de maravilla.

La cena transcurrió fluida y amena. Patrice no hacía nada más que adular a su mejor amigo y a su novia diciéndoles lo buena pareja que formaban. Eso provocó el sonrojo de Astrid mas de una vez y en consecuencia la frustración de Taehyung, quien se tuvo que contener para no comérsela a besos delante de sus amigos.

- ¡Eres incorregible, Kim Taehyung! ¡Te dije que si querías que te lavase la ropa la bajases tú mismo al menos hasta la lavadora! -Jin le regañaba severamente.

Era curioso ver al malote de Tae cohibido por Jin, que parecía un oso de peluche totalmente inofensivo a su lado. No mentía cuando decía que era la madre de aquel sitio, sin duda sabía ponerle en su sitio como lo haría una madre total.

- Le ha dicho el nombre completo -se unía J-hope a las mofas de sus amigos-, eso es que está enfadado, ¿verdad?

- ¿Le vas a castigar sin postre? -Preguntó Namjoon.

Para ser justos las bromas iban tanto a uno como a otro a partes iguales. Al final Jin accedió a poner una lavadora para lavarle la ropa y que tuviera algo que ponerse al día siguiente. Pero como castigo le obligó a aprender cómo poner la lavadora, cosa que no funcionó, pues se le olvidó a los dos minutos.

.....

Tocó varias veces la puerta sin obtener ninguna respuesta a cambio. Le conocía demasiado para saber que su orgullo le impedía cualquier contacto con la sociedad en esos momentos. Abrió la puerta despacio, para encontrarse con una habitación a medio oscuras con cosas tiradas por el suelo.
Ojeó el cuarto en busca de Jimin, al cual encontró sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la cama y la cabeza entre las piernas cubierta con sus manos.
Se sentó junto a él y dejó en el suelo una bandeja con un plato de comida caliente. Jimin se apartó las manos de la cabeza para mirar el suculento plato. Y luego miró a su amigo.

- ¿Por qué eres tan bueno conmigo, Jin?

- Eres mi amigo. ¿Con quién he de ser bueno si no?

Apartó la cabeza rehuyendo su mirada para no sentirse peor de lo que ya lo hacía.

- Siento haber sido tan capullo antes -dijo el pelinaranja-. No quería incomodarte frente a J-hope.

- Lo sé, Jimin.

Se pasó las manos por su anaranjada cabellera en señal de nerviosismo.

- ¡Joder, Jin! ¡Insúltame o algo! Me lo merezco.

Siendo todo lo contrario a eso, jin le mostró la sonrisa más cálida que tuvo. Posó una de sus manos sobre la espalda de Jimin y le acarició para reconfortarle.

- No te lo mereces. No eres tan malo como piensas.

- Pero he sido un gilipollas antes.

- Si, y créeme, me hubiera gustado pegarte entonces. Pero no eras tú quien hablaba, sino tu enfado.

- Últimamente todo me sale mal -se lamentó-. Necesito arreglar pronto la moto para competir y ganar dinero, y se me está acabando el tiempo. Y no paro de discutir con Patrice por el idiota de su novio.

Jin soltó una pequeña carcajada al ver la cara de asco que puso al hablar de Mingyu, el novio de Patrice.

- ¿Por qué no puede ver que es un imbécil? Aprovecha cualquier oportunidad para para retarme cuando Patrice no está presente. -Hizo un puño con sus manos- Es mucho más idiota que con cualquiera que haya salido antes.

- Si tan convencido estas de que es más idiota que sus exs entonces lo terminarán dejando tarde o temprano.

- Eso espero... No quiero que lo vuelva a pasar mal. Y menos sabiendo que podía haber hecho algo para evitarlo. No me lo perdonaría.

- ¿Sabes? Realmente creo es algo que tú no puedes o mas bien, no debes evitar.

Jimin le miró altamente extrañado por sus palabras. Su amigo mantenía una expresión relajada para que él no se alterase.

- Me parece muy bien que quieras proteger a Patrice, pero en algún momento tendrá que tomar sus propias decisiones y eso incluye pasarlo mal a veces. No puedes estar siempre diciéndole que hacer o con quien salir.

Se levantó del suelo y anduvo de vuelta a la puerta. Antes de salir, se giró y le vio pensativo. Era mejor dejarle reflexionar. Él ya había hecho todo lo que estaba en su mano para ayudar a su amigo, aunque nunca llegaría a entender la extraña relación amor/odio entre Jimin y Patrice que siempre los traía de cabeza.

No fucking limits.Where stories live. Discover now