Capítulo 70

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Después de que Niall acabara de desayunar, fuimos a mi casa. Allí me cambié de ropa, aunque me gustara mucho la camiseta de Niall, y estuvimos contando entre los dos el viaje a mis padres. Parecían muy atentos por lo que habíamos hecho allí y de broma añadieron que buscarían un hueco para irse allí también. Pero la verdad es que no parecía una broma, y yo sé que no. A ellos les gustaría salir de aquí, despejarse y pasar un tiempo los dos a solas. me he ofrecido varias veces a irme de casa, pero me dicen que al menos hasta que empiece la universidad no me moleste en ello. Lo bueno para mí de que se vayan de viaje es que podré dejar a Niall vivir aquí. 

Solos. 

Sin interrupciones. 

Justo lo que queremos.

Repetir la noche anterior siempre que queramos (todos los días posiblemente) sería perfecto. En realidad serían muchas cosas perfectas con él por muy cursi que suene y por mucho que odie decir cosas cursis.

El caso, es que además comimos con mis padres. Estaban encantados de vernos a NIall y a mí, pero quieren que siga viviendo mi vida como antes: con ellos y mis amigos. Supongo que se refieren a eso, pero nunca les dejaría de lado. Hoy mismo por la tarde iré a saludar a mis amigos.

Nada más comer, me sentí un poco cansada y decidí ir a mi cuarto y dormir la siesta. Hasta Niall me quiso acompañar y nos dormimos los dos. Pero antes de dormirnos, me susurró al oído.

-Tengo otra sorpresa guardada para ti.

-¿Por qué...

No llegué a terminar la frase porque me dormí. Le iba a preguntar que por qué tantas sorpresas para mí.

Después de esta siesta, cada uno nos fuimos por nuestra parte. Se me olvidó hacerle la pregunta al despertar.

Yo fui a ver a mis amigos y él a su casa. ¡Qué raro separarnos tras tanto tiempo juntos! Ahora hiciera lo que hiciera sola es como si hubiera perdido o me faltara algo.

Llamé a Ana, y por suerte me dijo que estaba reunida con Isabel y Valeria en el parque al lado de su casa. tenían muchas ganas de verme.

Llegué allí en unos diez minutos y cuando me vieron corrieron hacia mí para darme todas juntas un fuerte abrazo.

-¡Cuántas ganas de verte!-dijeron.

-¡Y yo a vosotras!

-Has estado mucha tiempo fuera con tu dulce novio...-decía Isabel con picardía.-Os veo muy unidos, y muy monos. De verdad que me alegro que hayas encontrado a alguien como él. ¿Pero qué cosas hacéis durante tanto tiempo juntos?

-Cosas que se hacen con los novios. Eso de que te lleven de vacaciones sorpresa a una isla en una caseta de un hotel, bucear juntos, cenas al lado del mar, noches mágicas... Y todo eso.

-Qué noches más mágicas deben de ser. ¿Tiene algo para tu cumpleaños también?-dijo Valeria.

Ahora caí en la cuenta de que la sorpresa esa sería para mi cumpleaños que estaba muy cerca. Así que decidí al final no preguntarle.

-Me ha dicho algo de una sorpresa... Así que puede.

-Cuántas sorpresas, vaya. ¿No te cansa?-pregunta Ana.

-¿Qué dices? ¡Pero si es genial! ¿Óscar no te hace eso? Por cierto, ¿qué tal vosotros?

Juraría que vi una lágrima resistirse en su ojo. Entonces, me preocupé bastante. ¿Habría pasado algo entre ellos? Se querían mucho.

Ana se quedó callada, mirando a la nada por un momento.

-Es verdad. No lo sabes-interrumpió Isabel.-Óscar cortó con ella, pero al día volvió a ella suplicando que volvieran. Han tenido varios problemas a partir de una simple "discusión" tonta.

-Lo que hago ahora es ignorarle; no sé qué hacer-dijo Ana por fin.-Tengo que pensar en ello pero a la vez no quiero recordarlo. 

-Te puedo ayudar en lo que quieras. Estoy aquí para eso. No quiero verte así-le dije con desesperación. 

-Pero ahora para celebrar tu llegada, ¡vamos a comprar algo o a dar una vuelta! Tiene que haber felicidad-gritó Valeria con tono alegre.

Le hicimos caso.

Better than words [Niall y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora