Better than words [Niall y tú]

Capítulo 78

Ya llegó la noche y me encontraba arreglándome. Me había puesto un vestido celeste que era ideal para ir de fiesta con unos tacones a juego junto a un collar, pulseras y pendientes blancos. Me maquillé y me planché el pelo para tenerlo más formal. Después de todo esto, ya me sentí preparada para salir. 

Mis amigas me mandaron un mensaje avisando de que irían a recogerme. Así que mientras las esperé usando mi nuevo iPhone mandando otro mensaje a Niall:

"Hola amor, ahora voy a salir. Mañana nos vemos, tengo ganas de verte y enseñarte lo regalos".

Me respondió al instante:

"¿No me quieres decir lo que son? También estoy ansioso por estar contigo mañana, así que no te canses mucho que iré a por ti ya por la mañana".

"Me gustaría que los vieras en forma de sorpresa. Por mucho que me canse, para ti siempre tengo energías, besos".

Me mandó besos también y en unos minutos vinieron mis amigas a recogerme. No había ni abierto casi la puerta y ya me cantaron el cumpleaños feliz y las abracé.

-¿Estás preparada? ¡Oh! ¿Y ese móvil?-me preguntó sorprendida Isabel.

-Es el regalo de mis padres con un vale para compararme un coche cuando me saque el carnet de conducir este año. Es el mejor regalo que me han podido hacer.

-Y tan genial. ¿Y Niall?

-Mañana es "el día Niall". Me enseñará el regalo y el día estará reservado para los dos...

Dejé de hablar; las caras de mis amigas se habían vuelto algo serias y creo que ya sabía el por qué. No me había acordado de eso hasta ahora, mierda. El día estaba siendo perfecto.

-¿Le has dicho lo de... ya sabes?-preguntó un poco tímida Valeria.

-Eh, no. No he querido ni acordarme hoy. ¡Es mi cumpleaños por favor! Creo que se lo diré mañana... al acabar el día.

Las tres asintieron y hubo unos segundos en los que se presiente ese silencio tan incómodo que todos odiamos, hasta Isabel saltó:

-¡Bueno, vamos a divertimos! ¡Que para eso cumples 18 y tiene que ser el mejor cumpleaños que puedas tener!

-¡Y tenemos que darte nuestros regalos!-exclamó Ana.

Como si estuvieran coordinadas, me acercaron sus regalos a la vez. Abrí primero el de Ana, era un estuche con mucho maquillaje que además incluí accesorios y estaba muy bien; fui a abrir el de Isabel, que era un álbum lleno de fotos de todas y era precioso; por último abrí el de Valeria, era un vestido corto muy florido, que además lo vi y me encantó. Les di dos besos a cada na, las abracé y les dije cuánto las quería.

A continuación, fuimos a coger un tranvía que nos llevase hasta el centro para ir a alguna discoteca. 

Cuando llegamos no nos costó nada encontrar una. Por fin podríamos entrar a una para mayores de edad, ya que conmigo hoy, todas teníamos ya 18 años. Cuando entramos, se notaba la diferencia de las otras discotecas a las que habíamos ido: tanto por el estilo como las personas. Además de esto, también había un DJ pinchando y todo era un completo desmadre. 

Una de las primeras cosas que me fijé nada más llegar, fueron las luces que me encantaron. Todas eran de colores y deslumbraban tanto que podían llegar a parpadear hasta marearte.

Por todo en general, se notaba que lo íbamos a pasar muy bien.

Lo primero que hicimos, fue ir a pedir las bebidas. Nos pedimos cada una un gin tonic. Pero por lo que recuerdo, fueron unos más detrás del primero (sí, me emborraché hasta el puno de recordar las cosas algo borrosas). Creo que nunca había bailado tanto como esa noche. Mis amigas intentaron ligar con algunos chicos, pero creo que no consiguieron nada. Eso sí, estaban más pendientes de que yo me lo pasara lo mejor posible, cosa que estaba haciendo.

Niall me había dicho que no llegara muy cansada, pero me daba que así no sería. Seguro que me levantaba con resaca.