Better than words [Niall y tú]

Capítulo 8

Estaba lloviendo muy fuerte, si no me daba prisa iba a llegar a casa empapada.

Empecé a andar a paso más ligero, no llegaba a correr porque si no en cualquier momento me podría resbalarme...

Oí que un coche aparcaba en medio de la carretera. Me giré y vi que el conductor de ese coche era ¡Niall! El chico salió rápidamente del coche mientras se dirigía hasta mí. Cuando le tuve delante, él sin pensárselo me agarró de la cintura y sus labios rozaron con los míos para comenzar un beso muy apasionado y profundo. Se podría decir que parecía una escena bajo la lluvia sacada de una película. Yo estaba encantada con ese beso que me sacó de la realidad. Niall quería que ese beso fuera infinito, pero yo me aparté de él. Algo de mí me decía que no podía permitir esto. Nos quedamos mirándonos seriamente. Las gotas de agua en el pelo de Niall eran como pequeños trocitos de diamante. Él es un chico realmente bello y yo estoy enamorada de él, pero...

-Este beso es mejor que palabras. Así que tú ya sabes lo que yo siento por ti. Pero esto que yo siento, para mí es más que un sentimiento-me dijo esperanzado con la idea de que yo le respondiera de alguna forma.

Mi respuesta hacia todo esto fue echar a correr. Tenía dos motivos por los que hacía esto, el primero es que no sé qué hacer, salir con Niall o seguir hablándome con mi prima y el otro es que está lloviendo y no llevo paraguas (esto último me puede servir de excusa si Niall me pregunta por qué me fui corriendo).

Cada vez llovía muchísimo más, pero menos mal que ya llegué al portal de mi casa, y para mi sorpresa me encontré a un chico con el pelo rizado, de ojos verdes muy adorable. Por supuesto que era Harry. Lo que me faltaba. Harry estaba sentado delante de la puerta, a su lado había un ramo de flores. Parecía que estaba esperando a alguien y que llevaba mucho rato ahí. Seguro que me esperaba a mí. ¿Cómo sabía donde vivo?

Cuando me vio creo que se murió de vergüenza. Se levantó del suelo, se puso el ramo de flores detrás de la espalda y sonrió. El chico estaba muy rojo.

-Hola-le dije.

-Hola hermosa-me dijo mientras me daba el ramo de flores-Esto es para ti, guapa.

-Oh, gracias. Son muy bonitas las flores.

Abrí la puerta y pasamos los dos juntos. Subimos por las escaleras hasta mi piso.