Capítulo 44

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Me encontraba de camino a la playa por la mañana con mis amigas y con Cameron, como no. Él iba contando de las suyas e Isabel se reía de cualquier cosa, en cambio yo me fijaba por dónde pasábamos para conocer un poco mejor esto.

Cuando llegamos estaba completamente llena de gente que parecía que no cabía nadie más. Nosotros intentamos ir más hacia la orilla y encontramos un sitio que no estaba nada mal cerca del mar. Pusimos las toallas y una sombrilla que había traído Cameron. Me quité un vestido que me había puesto para ir y me quedé con el bikini. Ana y Valeria se tumbaron en sus toallas y se pusieron a tomar el sol. A mí me apetecía ir primero al agua y luego vendría.

-Isabel, ___, ¿os venís a bañaros?-nos dijo Cameron a Isabel y a mí que éramos las únicas que estábamos paradas sin saber qué hacer.

-¡Claro!-contestó Isabel rápidamente.

Cameron nos cogió de las manos y nos llevó hasta la orilla. Él avanzaba sin ningún problema, pero yo intentaba ir más poco a poco porque el agua estaba muy fría. Isabel también quería hacer lo mismo, pero como hace lo que sea por Cameron pues fue con él sin pensarlo dos veces. Ellos llegaron hasta donde casi ya estaba profundo cuando a mí aún me cubría por la espinilla.

Ya me estaba acostumbrando, así que fui más rápido hasta ellos. Se lo estaban pasando bien riéndose y jugando con una pelota que debía haber traído Cameron. Me puse a jugar con ellos y así estuvimos un rato.

Después, nos fuimos donde estaban Ana y Valeria tomando el sol. Ahora se iban a dar un paseo por la orilla y me quise ir con ellas. Dejamos a Isabel y Cameron solos; era su momento.

-¿Qué habéis hecho con Cameron allí en el agua?-me pregunta Valeria.

-¿Qué te piensas que hacíamos? Solo estábamos jugando con una pelota que ha traído Cameron. Lo hemos estado pasando bien.

-Ah, pues bien. Nosotras tomar el sol, y ya. ¿Creéis que Isabel conseguirá a Cameron ahora? Yo pienso que sí.

-¡Claro! Cuando se lo propone, lo consigue. Ya veréis como sí. Me apuesto lo que queráis-decía Ana.

-Yo también lo creo; sin duda lo hará.

Tras esa conversación, seguimos paseando en silencio. De vez en cuando cogíamos alguna concha bonita que veíamos por la arena. Nos llevamos varias.

Cuando retrocedimos y llegamos, como no: Cameron e Isabel besándose. Hubiera sido raro que no ocurriera. Cameron nos vio, se levantó y vino hacia nosotras cogiendo a Isabel de la mano.

-A veces el amor aparece cuando menos te lo esperas. Y yo no lo venía buscando, pero lo he encontrado de casualidad. Sé que somos de distintas ciudades, pero haré lo que sea por estar junto a ella. Quizás estemos un tiempo separados, pero cuando venga a la universidad de Madrid nuestra relación podrá ser más clara.

-Sí, le he contado lo de la universidad. Tenía que hacerlo. Habla demasiado y yo también necesito contar cosas.

Se rieron y se dieron un dulce beso.


Better than words [Niall y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora