𝙛𝙧𝙚𝙙 𝙬𝙚𝙖𝙨𝙡𝙚𝙮

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(editado)

Mia Potter entraba al Gran Salón acompañada por Fred y George Weasley. Se dirigían a la mesa de Gryffindor donde se encontraba Harry, Hermione y Ron hablando en voz baja y con enfado.

—Hola, hermanito —dijo Mia sentándose al lado de Harry—. ¿Y esas caras?

—Malfoy acaba de descontarnos cincuenta puntos —explicó Harry, furioso, mientras unas cuantas gemas más pasaban de la parte inferior a la superior del reloj de arena de Gryffindor.

—Sí, Montague también intentó reprendernos en el recreo —aseguró George.

—¿Qué quieres decir con eso de que intentó? —preguntó rápidamente Ron.

—No pudo pronunciar todas las palabras —explicó Mia con una sonrisa en su rostro—. Lo metimos de cabeza en el armario evanescente del primer piso.

Hermione estaba horrorizada

—¡Ahora si se metieron en un buen lío!

—No hasta que Montague reaparezca, y pueden pasar semanas. No sé adónde lo enviamos —comentó Fred impasible—.  Además... Decidimos que ya no nos importa meternos en líos, al menos George y yo. Este es nuestro último año, pero a Mia le faltan dos más.

—Gracias por ser tan considerados con mi hermana —dijo Harry riendo.

—¿Les importó alguna vez no meterse en líos? —preguntó Hermione.

—Claro que sí —respondió George—. Nunca nos han expulsado, ¿No?

—Siempre hemos sabido cuándo teníamos que parar —añadió Mia. 

Al ser los gemelos dos años más grandes que ella desde el primer momento que cruzaron miradas sabían exactamente como iba a ser su relación. Una amistad duradera, completamente hermosa y loca.

—A veces nos pasamos un poco de la raya... —admitió Fred.

—Pero siempre hemos parado antes de causar un verdadera caos —dijo George.

—¿Y ahora? —inquirió Ron, vacilante.

—Ahora... —empezó George.

—... que no está Dumbledore... —siguió Mia.

—... creemos que un poco de caos... —continuó Fred.

—... es precisamente lo que necesita nuestra querida nueva directora —concluyó Mia.

—¡No lo hagan! —susurró Hermione—.  ¡No lo hagan, de verdad! ¿No ven que le encantaría tener un pretexto para expulsarlos?

—Veo que no lo has entendido, Hermione —dijo Fred sonriente—. Ya no nos importa que nos expulsen. Nos marcharíamos ahora mismo si no estuviéramos decididos a hacer algo por Dumbledore. 

—Bueno —Mia miró su reloj—, la fase uno está por empezar. Yo en su lugar iría a la sala común, y así los profesores sabrán que no tuvieron nada que ver.

—Nada que ver ¿Con qué? —se extrañó Hermione alarmada.

—Ya lo verás, Herm, no te preocupes. —Sonrió Mia intentando tranquilizar a Hermione, pero esa sonrisa la alarmó más—.  Vamos, chicos. 

Los gemelos comenzaron a salir del Gran Salón.

—Mia, cuídate —dijo Harry nervioso. Él nunca había tenido mucho control sobre su hermana. Ella era mucho más aventurera y buscaba adrenalina cada vez que podía—. No quiero que te expulsen.

—No lo harán. Tengo todo bajo control con Fred y George. Además, no dejaría que Lupin me regañara, no le dejaré oportunidad. 

Y con eso la hermana de Harry le dejó un pequeño beso en la mejilla para luego seguir a los gemelos.

—¿Estás preparada? —preguntó Fred.

—¿Y esa pregunta? Nunca estuve más preparada en mi vida —dijo Mia subiendo por las escaleras hasta llegar al retrato de la Dama Gorda—. ¡Mimbulus mimbletonia! 

—George, ve a buscar los magifuegos —dijo Fred mientras entraba último por el hueco de la pared. 

—Bueno. 

George le guiñó el ojo a su hermano y subió las escaleras. 

—Mia...

—¿Sí? —dijo la muchacha dándose la vuelta mirando fijamente al pelirrojo.

—Si nos expulsan quería decirte que...

—Fred, no nos van a expulsar —dijo Mia agarrándole las manos al chico.

—No es eso, sólo que...

—Pase lo que pase seguiremos siendo amigos, los mejores amigos que puede haber jamás. —Fred se puso incómodo, ¿Lo veía sólo como un amigo? ¿Nada de lo que habían vivido la había hecho cambiar de opinión?—. ¿Qué sucede?

—Mia, me gustas. 

Fred entrecerró los ojos y negó con la cabeza, como lamentándose de algo que aún no había hecho, y sin más rodeos unió sus labios con los de ella. Mia no podía creer lo que sucedía, pero algo dentro de ella la incitó a seguir el beso con su mejor amigo. Puso sus manos al rededor del cuello del pelirrojo y lo atrajo más hacia ella profundizando el beso. Fred puso las manos en la cintura de Mia delicadamente cuando una tos se hizo presente.

—Siento arruinar el hermoso momento pero tenemos que irnos —dijo George apareciendo por la escalera con una sonrisa traviesa y mostrando unos explosivos.

—Oh si, vamos. 

Mia salió por el retrato.

—Lo siento hermano —se disculpó George.

—Al menos sé que le gusto. 

Fred sonrió y ambos salieron por el retrato. 

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora