El olor a lechuza en el ministerio era algo que a Isaura le molestaba demasiado. Creía que era hora de que cambiaran el método de mensajería.
Caminaba al lado de Newt en todo momento, deseando no entablar ningún tipo de conversación con el hermano de este.
—Si ves que se dirige a mi sólo métete y sálvame —murmuró Isaura caminando deprisa—. No quiero mantener una charla con él.
—Pero deberían —respondió Newt.
Eso era algo en lo que Isaura estaba en contra. No quería hablar con Theseus y menos después de la horrible noticia que había recibido.
Caminaron por un largo pasillo y se sentaron en el salón esperando a que alguien fuera en su búsqueda. Aún faltaban varios minutos para la reunión en la que tenía que asistir el muchacho, e Isaura se arrepentía de haberlo acompañado.
—Repíteme por qué estoy aquí —pidió ella viendo como el Bowtruckle se salía del bolsillo de Newt.
—Porque eres mi amiga y sabes que estas cosas me... desesperan —titubeó rápidamente—. El simple hecho de ver a Theseus a mi también me incomoda.
Se quedaron unos varios minutos allí sentados, esperando que fuera el momento para que la reunión diera inicio, pero para la muchacha eso estaba siendo como si le hicieran un crucio. Imposible de soportar.
—Iré al baño, no me tardo —dijo Isaura levantándose de su asiento—. Vengo enseguida.
Y sin esperar respuesta de su amigo se adentró a un pasillo y comenzó a andar sin rumbo.
—Tengo una reunión importante en unos momentos.
Aquella voz que no quería ni oír se adentró en sus oídos, provocando que se volteara para verlo. Allí estaba, en su traje gris y su porte tan elegante que Isaura sentía que podía desmayarse allí mismo.
El hombre que hablaba con Theseus notó a la muchacha al final del pasillo que los miraba fijamente.
—Señor Scamander... —dijo mientras señalaba a la muchacha.
—¡Isaura! —exclamó saludándola. Ella se retó internamente, suspiró y comenzó a caminar hacia él—. ¿Qué haces aquí...? Oh, ya sé, estás con Newt, ¿cierto?
Ella asintió levemente y miró a aquel hombre para no tener que prestarle atención a Theseus.
—Señor Peterson, ella es Isaura Fawley magizoologa, trabaja con mi hermano menor Newt.
Isaura levantó la vista y se encontró con aquellos ojos azules mirándola fijamente, queriendo descubrir cómo se sentía ella en ese momento.
—¿Isaura Fawley? ¿De los Fawley? —preguntó el hombre sorprendido—. Me han hablado mucho de usted, un gusto conocerla.
—Igualmente —murmuró la muchacha sin quitar la vista de Theseus—. Espero que le hayan dicho cosas buenas.
—¡Cosas excelentes! —exclamó el señor Peterson sin notar las miradas—. Usted es una magizoologa con mucho futuro. ¡Una increíble bruja!
—De las mejores —habló Theseus con una pequeña sonrisa en su rostro notando la incomodidad de la mujer.
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