💎Fin del primer año

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—Buenas tardes, Harry —dijo Dumbledore.

Harry lo miró asombrado. Entonces recordó.

—¡Señor! ¡La Piedra! ¡Era Quirrell! ¡Él tiene la Piedra! Señor, rápido...

—Cálmate, querido muchacho, estás un poco atrasado —dijo Dumbledore—. Quirrell no tiene la Piedra.

—¿Entonces quién la tiene? Señor, yo... ¡Emily! ¿Dónde está...?

—Harry, por favor, cálmate, o la señora Pomfrey me echará de aquí.

—Estoy aquí, tonto —murmuró Emily que estaba en la camilla de al lado mirándolo con una sonrisa.

Harry tragó y miró alrededor. Se dio cuenta de que debía de estar en la enfermería. Estaba acostado en una cama, con sábanas blancas de hilo, y cerca había una mesa, con una enorme cantidad de paquetes, que parecían la mitad de la tienda de golosinas.

—Regalos de sus amigos y admiradores —dijo Dumbledore, radiante—. Lo que sucedió en las mazmorras entre ustedes y el profesor Quirrell es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio lo sabe. Creo que tus amigos, los señores Fred y George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro —dijo mirando a Emily—. No dudo que pensaron que eso te divertiría. Sin embargo, la señora Pomfrey consideró que no era muy higiénico y lo confiscó.

—Pues lo quiero de regreso —dijo Emily acomodándose en la cama—. Creo que lo necesito ahora.

Los Potter lograron notar un deje de sonrisa en el rostro de Dumbledore.

—¿Cuánto tiempo hace que estamos aquí? —preguntó Emily que se había despertado minutos antes que su hermano.

—Tres días. El señor Ronald Weasley y la señorita Granger estarán muy aliviados al saber que han recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados.

—Pero señor, la Piedra...

—Veo que no quieres que te distraiga. Muy bien, la Piedra. El profesor Quirrell no te la pudo quitar. Yo llegué a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estaban haciendo muy bien.

—¿Usted llegó? ¿Recibió la lechuza que envió Hermione? —preguntó Emily.

—Nos debimos cruzar en el aire. En cuanto llegué a Londres, me di cuenta de que el lugar en donde debía estar era el que había dejado. Llegué justo a tiempo para quitarte a Quirrell de encima...

—Fue usted.

—Tuve miedo de haber llegado demasiado tarde.

—Casi fue así, no habríamos podido aguantar mucho más sin que me quitara la Piedra...

—No por la Piedra, muchacho, por ustedes... El esfuerzo casi los mata. Durante un terrible momento tuve miedo de que fuera así. En lo que se refiere a la Piedra, fue destruida.

—¿Destruida? —dijo Emily sin entender.

—Pero su amigo... Nicolás Flamel...

—¡Oh, saben lo de Nicolás! —dijo contento Dumbledore—. Hicieron bien los deberes, ¿no es cierto? Bien, Nicolás y yo tuvimos una pequeña charla y estuvimos de acuerdo en que era lo mejor.

—Pero eso significa que él y su mujer van a morir, ¿no? —preguntó Emily.

—Tienen suficiente Elixir guardado para poner sus asuntos en orden y luego, sí, van a morir.

Dumbledore sonrió ante la expresión de desconcierto que se veía en el rostro de los mellizos Potter.

—Para alguien tan joven como ustedes, estoy seguro de que parecerá increíble, pero para Nicolás y Perenela será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo. Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura. Sabes, la Piedra no era realmente algo tan maravilloso. ¡Todo el dinero y la vida que uno pueda desear! Las dos cosas que la mayor parte de los seres humanos elegirían... El problema es que los humanos tienen el don de elegir precisamente las cosas que son peores para ellos.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora