harry potter || one shots y fragmentos

𝙟𝙖𝙢𝙚𝙨 𝙨𝙞𝙧𝙞𝙪𝙨 𝙥𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧

La semana estaba siendo agotadora y por más que hubiera intentado por todos los medios que no lo castigaran, terminaba haciendo tareas después de las once de la noche todos los días. No era su culpa que su hermano menor fuera a Slytherin ni de llevar el apellido Potter así que no entendía el motivo de ser el centro de burla todas las mañanas.

—Albus, ya te he dicho que no te me acerques en el almuerzo —le susurró cuando caminaban por un pasillo despejado de gente.

—No quiero acercarme a ti tampoco, James, pero si la lechuza que manda mamá me da por equivocación algo tuyo debo dártelo —dijo rápidamente y con mucha frustración.

—Intenta dármelo en otro momento, no lo sé.

Albus puso los ojos en blanco e intentó evitar lo que restaba del día a su hermano. James, por su parte, se detuvo un segundo en aquel pasillo para tranquilizarse e intentar recordar los hechizos que esa misma tarde le tomarían en el examen.

—¿Nervioso, Potter? 

Sophie Hawk caminaba hacia él con una sonrisa en su rostro, las mejillas sonrosadas y su cabello rubio lleno de rulos saltando por el aire. James apartó la mirada de aquella muchacha y guardó su varita bajo su túnica.

—Para nada —respondió con rapidez y se levantó del banco.

—Tranquilo. Nadie aparecerá por aquí, Gryffindor. No soy tu hermano que debes avergonzarte por mi.

La insignia de prefecta que llevaba Sophie sobre su logo de serpiente le provocaba a James una especie de respeto.

—Mi hermano no me avergüenza —dijo tímido. 

¿Por qué Hawk lo intimidaba tanto? Él es uno de los alumnos más reconocidos en Hogwarts, no podía entender que una estúpida niña de Slytherin le provocara tanta incomodidad.

—Que gran manera de mentir. En fin, tus problemas familiares no me interesan en absoluto —dijo Sophie mientras jugueteaba con su varita mágica—. Tan sólo venía a comentarte que he vuelto a ver a tu hermana con mi hermano por la cabaña de Hagrid y...

—Y no te agrada que estén juntos, ya lo sé —le interrumpió James viendo directamente a los ojos azules de la rubia.

—¿Y si ya lo sabes por qué no haces nada para impedirlo? Estoy cansada de decirle a Nate que...

—¡Que se aleje de Lily! Ya lo sé a eso también, Hawk. No puedo prohibirle a mi hermana que sea amiga de Nate y tú deberías entenderlo.

James se dio media vuelta y comenzó a alejarse de aquella muchacha. Por dentro, James moría de rabia. Odiaba que por los únicos motivos que se acercara Sophie a él fueran por sus hermanos y asuntos familiares. James en ese momento estaba seguro que hubiera deseado hasta batirse en un duelo con la Slytherin antes de hablar sobre Lily o Albus.

—¡Vuelve aquí, Potter! —gritó la muchacha.

James no hizo caso y siguió su camino esperando encontrarse con alguno de sus amigos o primos.

—Si no te detienes le descontaré cincuenta puntos a Gryffindor —dijo Sophie corriendo tras él. James se detuvo.

Ya no tenía ganas de que le descontaran puntos a su casa por estupideces ni que todos sus compañeros lo miraran mal. Ya tenía suficientes problemas.

—¿Qué quieres, Hawk? Aunque quisiera alejar a Lily de tu hermano, no puedo hacerlo. Ellos se quieren y son muy buenos amigos. Mis padres me matarían si se enteran. La enemistad entre Gryffindor y Slytherin terminó hace mucho tiempo —dijo cansado de repetírselo a la muchacha.