—Creo que ya es hora de acostarse —dijo la señora Weasley con un bostezo.
—Todavía no, Molly —intervino Sirius, apartando su plato vacío y volviéndose para mirar a Harry—. Mira, estoy sorprendido. Creía que lo primero que harían en cuanto llegaran aquí sería empezar a hacer preguntas sobre Voldemort.
La atmósfera de la habitación cambió con aquella rapidez que Harry asociaba a la llegada de dementores. Hasta hacía unos segundos había reinado un ambiente relajado y soñoliento, pero de pronto se había vuelto tenso. Un escalofrío recorrió la mesa cuando Sirius pronunció el nombre de Voldemort. Lupin, que se disponía a beber un sorbo de vino, bajó con lentitud la copa y adoptó una expresión vigilante.
—¡Lo he hecho! —repuso Harry indignado—. Les he preguntado por él a Ron y a Hermione, pero me han dicho que como ellos no pertenecían a la Orden no...
—Y tienen razón —lo interrumpió la señora Weasley—. Son demasiado jóvenes.
Estaba sentada, muy tiesa, en su silla, con los puños apretados sobre los reposabrazos; ya no había ni rastro de somnolencia en ella.
—¿Desde cuándo tiene uno que pertenecer a la Orden del Fénix para hacer preguntas? —terció Sirius—. Harry y Emily se han pasado un mes encerrados en esa casa de muggles. Creo que tienen derecho a saber qué ha pasa...
—¡Un momento! —le cortó George.
—¿Por qué Harry y Emily pueden hacer preguntas? —quiso saber Fred enojado.
—¡Nosotros llevamos un mes intentando sonsacaros algo y no han soltado prenda! —protestó George.
—«Son demasiado jóvenes, no pertenecen a la Orden» —dijo Fred con una vocecilla aguda increíblemente parecida a la de su madre—. ¡Ni siquiera son mayores de edad!
—Yo no tengo la culpa de que no lez hayan contado a qué se dedica la Orden — comentó Sirius con calma—, eso lo han decidido sus padres. Harry, por otra parte...
—¡Tú no eres nadie para decidir lo que le conviene a Harry! ¡Y mucho menos a Emily! Lupin no creo que quiera que su ahijada sepa sobre esto —saltó la señora Weasley mirando a Remus.
—Por más que no quisiera, estoy de acuerdo con Sirius.
El rostro de la señora Weasley, por lo general amable, había adoptado una expresión amenazadora.
—Supongo que no habrán olvidado lo que dijo Dumbledore.
—¿A qué te refieres en concreto? —preguntó Sirius con educación, pero con el tono de quien se prepara para pelear.
—A lo de que no teníamos que contarle a Harry y Emily más de lo que necesitaban saber —dijo la señora Weasley poniendo mucho énfasis en las dos últimas palabras.
Ron, Hermione, Fred y George giraban la cabeza de un lado a otro, de Sirius a la señora Weasley, como si estuvieran mirando un partido de tenis. Ginny estaba arrodillada en medio de un montón de corchos de cerveza de mantequilla abandonados, y escuchaba la conversación con la boca entreabierta. Lupin no apartaba los ojos de Sirius.
—No pretendo contarles más de lo que necesitan saber, Molly —aseguró Sirius— Pero dado que fue Harry quien vio regresar a Voldemort —una vez más, un estremecimiento colectivo recorrió la mesa después de que Sirius pronunciara ese nombre—, tiene más derecho que nadie a...
—¡Harry no es miembro de la Orden del Fénix! —dijo la señora Weasley—. Sólo tienen quince años y...
—Y se han enfrentado a situaciones más graves que muchos de nosotros —afirmó Sirius.
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harry potter || one shots y fragmentos
Fantasy𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧. (𝐀𝐝𝐞𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬 𝐟𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐥...