☠️Discusión

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—Lo sé, chicos, lo sé. —Vaciló un momento y agregó: —Si no pueden confirmármelo,  lo entenderé, pero la Orden tiene la impresión de que Dumbledore les encomendó una misión.

—Es verdad, Ron y Hermione también están implicados y nos acompañarán.

—¿Pueden decirme en qué consiste esa misión?

—No, Remus, lo siento. Si no te lo contó Dumbledore, creo que nosotros tampoco debemos hacerlo. 

Remus miró con una mirada de súplica a su ahijada, esperando que ella pudiera contestar a su pregunta. Emily negó levemente.

—Esperaba esa respuesta —dijo Lupin, decepcionado—. Pero yo podría serles útil. Ya saben qué soy y qué puedo hacer, de manera que sería una ventaja que los acompañara y les proporcionara protección. Emily es mi ahijada y tengo que cuidarla. Además no haría falta que me contaran exactamente qué tienen entre manos.

Los hermanos Potter titubearon. Era una oferta muy tentadora, pero la muchacha pelirroja habló.

—Pero ¿Y Tonks?

—¿Qué quieres decir? —preguntó Lupin.

—Bueno... ¡Están casados! ¿Qué opina ella que colabore con nosotros? —preguntó Hermione adelantándose. Parecía que ambas chicas pensaban en lo mismo.

—Tonks no correrá ningún peligro, se quedará en casa de sus padres.

Había algo raro en la frialdad de Lupin, así como en la idea de que Tonks se escondiera en la casa paterna, porque ella, al fin y al cabo, era miembro de la Orden. Los chicos conocían a la bruja, y más Emily que en las vacaciones no había parado de hablar con ella hasta formar una estrecha relación, y le sorprendía que no optara por estar donde se desarrollaba la acción.

—¿Está todo bien, Remus? —preguntó Hermione con vacilación—. Ya me entiende, entre usted y...

—Está todo muy bien, gracias —repuso Lupin, cortante. Hermione se ruborizó y quedó en el aire una esencia de incomodidad. Emily iba a contestar que le hablara bien a su amiga, pero Remus habló antes.— Tonks va a tener un hijo.

—¿En serio? ¡Es fantástico! —exclamó Emily.

—¡Oh, qué bien! —dijo Hermione.

— ¡Sí, qué alegría! —corroboró Ron con entusiasmo.

—Felicitaciones —dijo Harry.

Lupin hizo una sonrisa forzada que más bien parecía una mueca, y añadió:

—Entonces... ¿Aceptan mi oferta? ¿Iremos los cinco juntos? Estoy seguro de que Dumbledore lo habría aprobado; a fin de cuentas me nombró profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Y les advierto que creo que nos enfrentamos con una magia con la que muchos de nosotros jamás nos hemos topado ni llegado a imaginar.

 Los cuatro amigos cruzaron miradas.

—A ver si lo he entendido bien —recapituló Harry—: ¿Quiere dejar a Tonks con sus padres y venir con nosotros? 

  —Allí no corre ningún peligro; sus padres cuidarán de ella —afirmó Lupin con una determinación rayana en la indiferencia—. Estoy seguro de que a James le habría gustado que me quedara con ustedes, Harry.

 —Yo no —replicó Emily de inmediato haciendo que las miradas se posaran en ella con asombro—. Yo estoy segura de que mi padre le habría gustado saber por qué no te quedas con tu hijo.

Lupin palideció, y la temperatura de la cocina pareció descender unos diez grados. Ron se dedicó a observar la habitación como si tratara de memorizar todos los detalles, mientras que Hermione miraba alternativamente a Emily y Remus.

—Veo que no lo entiendes —dijo Lupin por fin.

—Explícamelo.

Lupin tragó saliva y agregó:

—Cometí un grave error al casarme con Tonks. Lo hice contra lo que me aconsejaba mi instinto y, desde entonces, me he arrepentido mucho.

—Ya veo —dijo Harry—.  Y por eso va a abandonar a ella y al niño y va a acompañarnos a nosotros, ¿No?

Lupin se levantó de un salto, derribando la silla en que estaba sentando, y miró a los cuatro jóvenes con tanta fiereza que Emily vio, por primera vez, la sobra del lobo que se ocultaba tras aquel rostro humano.

 —¿No entiendes lo que les he hecho a mi esposa y a ese futuro hijo? ¡Nunca debí casarme con ella! ¡La he convertido en una marginada! — Y le dio una patada a la silla que había derribado—.   ¡Tú sólo me has visto rodeado de miembros de la Orden, o en Hogwarts, bajo la protección de Dumbledore! ¡Pero no sabes qué piensa la mayoría del mundo mágico de las criaturas como yo! ¡Los que conocen mi condición apenas me dirigen la palabra! ¿No te das cuenta de lo que he hecho? Hasta la familia de Tonks está molesta por nuestra boda. ¿A qué padres les gustaría que su única hija se casara con un hombre lobo? Y el niño... el niño...

Lupin se tironeó unos mechones de cabello con ambas manos; estaba trastornado.

—¡Los de mi clase no suelen reproducirse! Ese niño será como yo, estoy seguro. ¿Cómo puedo perdonarme si me arriesgué a transmitirle mi condición a un niño inocente, a sabiendas de lo que hacía? ¡Y si, por obra de algún milagro, el niño no es como yo, estará muchísimo mejor sin un padre del que se avergonzará toda la vida!

—¡Remus! —susurró Hermione con lágrimas en sus ojos—. No diga eso. ¿Cómo va a avergonzarse su hijo de usted?

 —No creas, Hermione —intervino Emily—. Yo me avergonzaría. —No sabía de dónde le salía la ira, pero la había obligado a levantarse también. Harry la siguió. Lupin sintió sus palabras como una bofetada. Emily era su niña, su pequeña ahijada—. Si el nuevo régimen piensa que los hijos de muggles  son inferiores —continuó—, ¿Qué le harán a un semihombre lobo cuyo padre pertenece a la Orden? Mi padre murió intentando protegernos a mi hermano, a mi madre y a mí, de modo que ¿Tú crees que él aprobaría que abandonaras a tu propio hijo para emprender una aventura con nosotros?

—¿Cómo... cómo te atreves? —replicó Lupin—. Esto no lo hago movido por ansias de... de peligro ni de gloria personal. ¿Cómo te atreves a insinuar que...?

  —Me parece que lo que quieres demostrar su coraje —repuso Harry—. Y opino que te encanta la idea de empezar a ocupar el puesto de Sirius.

—¡Calla, Harry! —suplicó Hermione, pero tanto él como Emily siguieron mirando con desprecio el pálido rostro de Lupin

—Nunca lo habría dicho de ti —le espetó—.  Mi padrino, el hombre que me enseñó a combatir a los Dementores... ¡Convertido en un cobarde!

Lupin sacudió si varita tan deprisa que Emily apenas tuvo tiempo de sacar la suya, aunque Harry tuvo más reflejos. Se escuchó un fuerte estallido y el chico, como si hubiera recibido un puñetazo, salió despedido hacia atrás y chocó contra la pared de la cocina. Mientras resbalaba hasta el suelo, vio la cola de la capa de Lupin desaparecer por la puerta.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora