—Esto es estúpido —gruñó Ron mientras veía a la Hufflepuff en su mesa.
—¿Por qué no vas a hablar con ella? —preguntó Harry mientras veía a lo lejos a Cho.
—Estás loco —masculló nervioso—. Andra hará como que no existo, como siempre.
—Andra es muy gentil, Ron —dijo Ginny mientras se sentaba al lado de su hermano—. Y para tu suerte la escuché en los baños diciendo que le pareces muy simpático.
—Simpático es lo mismo que payaso —aclaró Ron como si aquello hubiera sido una ofensa—. Y yo no soy un payaso.
Ginny puso los ojos en blanco mientras comenzaba a servirse la comida en su plato mientras que Ron seguía con sus ojos fijos en Andra que hablaba animadamente con sus compañeros. Hacía ya más de un año que el Weasley sentía algo por la muchacha y en el baile de navidad ocurrido en cuarto año, Andra se sentó a su lado en mitad de la noche porque estaba cansada y mantuvieron un agradable momento, pero después de eso no volvió a hablar con él.
—Mira, se está levantando, ve ahora —lo animó Ginny. Ron negó con la cabeza y miró de reojo a la muchacha—. Que tonto eres. ¡Andra! —gritó la pelirroja.
La Hufflepuff se dio la vuelta con una sonrisa y saludó a Ginny que se había levantado de su asiento. Ron escondió su cara. Sentía fuego en sus mejillas y su corazón latiéndole deprisa. Así se ponía cada vez que estaba cerca de Andra.
—¿Cómo estás? Me enteré que Umbridge te castigó la semana pasada.
Ron levantó la vista junto a Harry para observarla. La sonrisa en el rostro de la castaña desapareció, pero siguió con un ánimo alegre.
—Ah, sí —afirmó meneando la cabeza—. Le dije que necesitábamos defendernos y dio por hecho que yo creía en Harry.
Andra se inclinó un poco para ver al chico de cabello azabache que la miraba atento.
—Y lo hago, Harry —dijo—. Sé que mi primo no murió por una tontería, él era muy talentoso.
Harry asintió en forma de agradecimiento y miró de reojo a Ron que parecía alumbrado por la belleza de la chica.
—En fin, que descansen —finalizó acompañada de un suspiro, le regaló una mirada a todos y comenzó a alejarse.
—¡Síguela! —exclamó Ginny a su hermano.
—Estás loca —titubeó mientras la veía caminar.
Pero sin darse cuenta, Ginny lo tomó del brazo y lo comenzó a empujar hasta donde Andra se encontraba.
—¿Qué haces? —le murmuró Ron nervioso.
—Lo que tú no te animas. ¡Eh, Andra! —gritó Ginny con una voz gruesa y antes de que la castaña se diera vuelta, la menor de las Weasley se había ido corriendo hasta la mesa dejando a Ron inmóvil en el medio del pasillo.
—¿Sí? —preguntó extrañada la Hufflepuff al darse vuelta.
Ron se quedó en silencio sin saber qué decir o hacer, pero antes de que una palabra saliera de su boca, un chico de Revenclaw se acercó a Andra y la tomó de la mano.
—¿Vamos? —le susurró en el oído.
Andra le dio un último vistazo a Ron extrañada antes de darse la vuelta y pasar por la puerta del comedor.
El muchacho la vio irse agarrada de la mano del chico y sintió como su mundo se derrumbaba.
Ron suponía que las reuniones del ED lo ayudarían para acercarse a Andra, pero era todo lo contrario. Cada vez que ella aparecía en su campo de visión él se sentía con muchos nervios y hacía demasiadas tonterías.
—Has estado bien hoy, Ron —dijo Andra detrás de él.
—Lograste desarmarme todas las veces —murmuró el pelirrojo viéndola.
—Pero no fue sencillo.
Andra le regaló una sonrisa y comenzó a caminar para marcharse, pero los gemelos Weasley la detuvieron.
—Eh, Andra, tenemos nuevas cosas por si te interesan.
Fred sujetaba un maletín y sin esperar un segundo lo abrió frente a la muchacha.
—Ya sabes, por si quieres escaparte de alguna clase —comentó George con una sonrisa.
Ron, en cierta parte, se sintió con confianza teniendo a sus hermanos al lado, entonces se acercó a ellos.
—Dejen de pasearse con eso. Hermione me matará si se entera que no les digo nada.
Andra miró a los tres muchachos y negó con la cabeza, teniendo una sonrisa en su cara.
—Lo siento, muchachos. Hoy no.
Y sin nada más para comentar, se dio la vuelta y se largó de allí rápidamente. Los gemelos miraron a su hermano con una sonrisa al notar que la siguió con la mirada hasta esfumarse.
—Deberías ir a hablarle —dijo Fred cerrando el maletín.
—Dejen de decirme eso —murmuró cansado—. A ella no le gusto.
Como si fuera poco que Ron tenía que verla a la lejanía, además tenía que soportar observar como se pasaba las tardes con el chico de Revenclaw y, aunque quisiera evitarlo, sus celos lo ponían loco. No había nada que quisiera más que estar junto a Andra y encontró el momento "perfecto" cuando lo encontró llorando en un aula vacía.
—¿Todo bien? —le preguntó, pero en ese momento se arrepintió. Estaba llorando. Nada estaba bien.
—S-sí —logró responder Andra mientras rápidamente se secaba las lágrimas—. Sólo necesitaba desahogarme.
Ron asintió y se la quedó mirando apenado, sin saber qué decir o cómo actuar.
—Mi hermano mayor me dijo que una vez estaba tan frustrado que comenzó a romper cosas, total luego las podía reparar...—murmuró el pelirrojo parado frente a ella—. Si quieres podemos intentarlo.
Andra lo miró unos segundos, pero rápidamente asintió. Seguro estaría mucho mejor después de eso. Ron logró notar que la muchacha tenía la mano toda marcada con la frase "No debo decir mentiras" y supo el motivo por el que estaba así. Se acercó al estante del aula y sacó unos cuantos frascos vacíos.
—Toma —le alcanzó el cristal—. Contra el suelo.
Andra no lo pensó dos veces y estrelló el frasco sobre sus pies. El vidrio se rompió en miles de pedacitos y sintió como un peso de su corazón se esfumaba.
—¡Reparo! —dijo Ron mientras apuntaba a los cristales que volvían a formarse—. Otra vez.
Estuvieron unos diez minutos rompiendo el frasco y reparándolo. Cada vez Andra le daba con más fuerza o lo lanzaba más lejos, hasta unos gritos la acompañaron en cada tirada. Toda su furia, tristeza y estrés desaparecía en esos cristales esparcidos por el suelo.
—¿Mejor? —respondió Ron nervioso, esperando que no le estrellara a él en la cara el frasco.
—Sí —admitió Andra agitada—. Creo que es el mejor método de terapia.
—Eso creo.
Y sin esperárselo, Andra se abalanzó sobre Ron y lo abrazó con fuerza.
—Gracias —le susurró en el pecho.
Ron no sabía qué hacer, pero lentamente colocó sus brazos alrededor de ella, sintiendo su calor y aroma a chocolate.
—No hay de qué —le respondió.
Andra se separó despacio y lo miró a los ojos.
—Que raro que cada vez que estoy contigo me haces sentir mejor —comentó con las mejillas sonrojadas—. El año pasado, en la fiesta... fue mi momento favorito del año. Gracias, otra vez.
Ron quiso responderle que también había sido su momento favorito de la vida, pero Andra ya se había esfumado del aula. ¿Cómo iba a decirle que él también se sentía mejor con ella? ¿Cómo iba a decirle que la quería siempre cerca?
porque me lo pidieron:) de quién quiere que sea el siguiente???
ESTÁS LEYENDO
harry potter || one shots y fragmentos
Fantasy𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧. (𝐀𝐝𝐞𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬 𝐟𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐥...