(editado)
Aquella tarde libre habían decidido pasarla en los terrenos de Hogwarts jugando con la nieve. Hacía mucho frío, pero las risas se escuchaban por todo el colegio. Todos habían salido a divertirse. Los merodeadores, Lily Evans y Serena Mathers estaban junto al lago congelado.
—¿Crees que el pulpo seguirá vivo? —Remus elevó los hombros—. ¿Crees que podremos descongelar el lago? ¿Me escuchas? —preguntó Serena con una sonrisita en sus labios al ver como su novio intentaba controlarse.
La morocha sabía que Remus jamás iba a callarla o perder la paciencia con ella, pero le gustaba molestarlo.
—Claro que te escucho —dijo tenso mirando hacia el lago.
—Sólo te estoy molestando, cariño. Sé que odias que te pregunte tantas cosas estúpidas.
El hombre lobo la miró bufando. Serena se tiró sobre él y besó sus labios. Remus la abrazó por la cintura.
—¿Ese es mi suéter? —preguntó observando bajo la campera de su novia. Ella asintió.
—Sí, y no voy a devolvértelo. —Serena colocó sus manos atrás de su cuello para acercarse nuevamente a Remus y darse un lento y suave beso—. Eres increíble, ¿sabes? —Él dudó y Serena frunció el entrecejo—. Eh, eres increíble. No hay hombre más guapo y bueno que tú.
—¿Sacando que soy un hombre lobo? —preguntó mirándola.
—¡No! Siendo un hombre lobo y todo. No puedo estar tan enamorada de ti.
Y Remus sintió su corazón agrandarse. Serena era la chica de sus sueños.
—¡Mamá! ¡Papá! —gritaron Sirius y James mientras arrojaban bolas de nieve hacia la dirección de la pareja.
Lily y Peter reían a carcajadas.
—No hemos sabido criarlos bien —dijo Serena mientras se separaba de Remus y armaba una bola de nieve—. ¡Voy a castigarlos si no se comportan! —gritó riendo.
Sus amigos amaban decir que Serena y Remus eran sus padres. Jamás habían conocido a una pareja de novios tan responsables y ordenados.
Después de un largo rato jugando y divirtiéndose entraron al castillo cuando el sol comenzaba a ocultarse. Cenaron y al llegar a la Sala Común cada uno fue a sus habitaciones a descansar. Aquella noche Serena y Remus iban a pasarla juntos. Al día siguiente era luna llena y no podrían verse por unos días.
Remus había colocado un sillón frente a la chimenea y dos tazas de chocolate caliente los esperaban. Serena jamás se había sentido tan enamorada. Cuando terminaron el chocolate caliente se sentaron en el sillón que estaba frente al fuego. La morocha se acurrucó encima de su novio que la acogió en sus brazos para darle calor.
—Tengo chocolates arriba, puedes llevártelos mañana —dijo Serena mientras susurraba en el cuello de su novio. Él sonrió—. Sirius, James y Peter querrán algo de comer a la madrugada y tú querrás masticar algo mientras esperas. —Remus acarició el cabello de su novia. Ella estaba atenta a todo—. ¿Aún no tienes dolencias? —preguntó extrañada. Remus se sentía fatal. El cuerpo le dolía y sentía muchas ganas de vomitar, pero negó. No quería que Serena se preocupara, era normal para él y no quería separarse de su novia—. Sabes, ayer hice una locura.
—¿Qué hiciste? —preguntó extrañado Remus.
Su novia no hacía locuras. Serena bajó la mirada avergonzada.
—Le puse pica-pica en la cama a Sirius. Me pareció raro que no dijera nada en todo el día.
Remus rió por la travesura inocente de su novia.
—Es que no durmió en su cama.
Y Serena entendió completamente dónde había dormido su amigo.
Luego de un rato largo hablando sobre cosas sin importancias. Serena miró detenidamente a su novio. Aquellos ojos, cabello, sus labios, hasta las cicatrices lo hacían precioso.
—Deja de mirarme así, me pone nervioso.
—Es que eres bellísimo, no puedo creer lo afortunada que soy. —Remus quería desaparecer. No se sentía para nada así. Todo en él lo avergonzaba—. Cariño, sabes que...
—No... no soy todo lo que dices.
—Eres un idiota
Serena se levantó de las piernas de su novio. Remus intentó imitarla, pero los dolores se hacían cada vez más fuertes. Intentó disimularlo.
—No soy lindo, ni mis cicatrices son hermosas y mucho menos soy el indicado para ti. Mírame.
Se levantó la remera dejando ver pequeñas marcas rojas por todo su cuerpo.
—¿Qué tiene? —preguntó sin entender.
Remus cerró los ojos.
—Que no soy lo que necesitas. Te mereces a alguien mejor.
Serena empezó a reír.
—¡Claro que eres todo lo que necesito! ¿Crees que me importan tus estúpidas marcas? Me dan igual, Remus. Sé que te cuesta quererte, pero para mis ojos eres el chico más lindo que conozco. —El castaño bajó su mirada apenado. No podía confiar en sí mismo, ¿Cómo podía confiar en que Serena lo amaba?—Cariño, te amo —dijo la muchacha mientras se acercaba a él lentamente.
Levantó la cabeza de Remus para que la mirase.
—Perdóname por ser un imbécil, pero no puedo evitar tener miedo de lastimarte.
—No eres un monstruo.
—Lo soy. No me has visto cuando me transformo, soy capaz de matarte.
La mirada de Serena no demostraba miedo, sino todo lo contrario.
—Sé que no. —Se acercó a su novio y le dio un suave y dulce beso—. Eres un tierno lobito. —Eso logró sacarle una sonrisa y Serena se sintió satisfecha. Así se veía aún más guapo—. Te amo.
—Y yo a ti —dijo susurrando como si fuera un pequeño secreto y depositó un suave beso en la frente de Serena.
—¿Siguen aquí?—preguntó Sirius bajando las escaleras—. Podrán ayudarme. Todo el cuerpo me pica.
ME INSPIRE EN LA OBRA DE @OddBlue "Marauders Things" es increíble. Corran a leerla.
Pronto sacaré de Sirius y James.
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harry potter || one shots y fragmentos
Fantastik𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧. (𝐀𝐝𝐞𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬 𝐟𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐥...