(editado)
—¡No lo puedo creer!
—Isabella, cálmate y deja que te lo expliquemos.
—¿¡Explicar qué James!? ¿¡Qué se han convertido en animales todo este tiempo para escapar del colegio mientras me dejaban aquí sola!? Quédate tranquilo, ya he entendido bastante.
—¡No es cómo tú crees! Y por favor habla bajo, nos pueden escuchar.
—¡Qué escuchen, Sirius! Me da igual.
Isabella estaba sentada en la cama de Sirius mientras miraba a sus amigos con enojo. Aún no podía creer lo que había escuchado de la boca de James. Eran animagos y jamás se lo habían contado, y lo peor de todo es que se tenía que enterar por su propia cuenta. Por suerte había escuchado hablar a James ella sola.
—¿Desde cuándo son ani... eso? —preguntó entredientes.
—Desde hace un año —respondió Peter como si en él no hubiera preocupación alguna de que su amiga se haya enterado de su condición.
—¿Un año? ¡Un año! No lo puedo creer.
—Te lo íbamos a contar dentro de poco tiempo, pero te nos has adelantado — respondió Sirius con pena, nunca la había visto así a su amiga.
—¿Por qué lo han hecho? —Las miradas cómplices de James, Sirius y Peter no daban seguridad a Isabella—. ¿Van a responder o tendré qué averiguarlo por mi cuenta otra vez?
El ruido de la puerta de la habitación se hizo presente. Isabella se levantó rápidamente de la cama de Sirius dispuesta a dar una explicación del por qué estaba del lado de los chicos y que hacía metida en una habitación, pero volvió a sentarse cuando vio a Remus entrar por la puerta.
—Tú también ¿No?
—Hola, Isa, tanto tiempo. Muy bien ¿Y tú?
Remus entró a la habitación dirigiéndose a su cama para dejar sobre ellas unos libros.
—No estoy para juegos, Lupin, ¿O te tendría que decir Lunático? ¿Por qué Lunático? ¿Por qué Cornamenta, Canuto y Colagusano? ¿En realidad se decían así por las formas animagas que se convertían?
—¿Qué? ¿De qué hablas?
El hombre lobo miró con miedo a sus amigos que se encontraban distribuidos por la habitación con la mirada fija en él.
—Ya me he enterado todo, ¿Por qué lo ocultabas? Pensé que nos contábamos todo, Remus.
—Yo... pensé que... tal vez... me dejarías de hablar y te alejarías de mi.
—¿Alejarme de ti? ¿Por qué?
—Por mi condición.
—¿Qué condición?
—¡Lunático! Ella no sabe de... Eso, ya sabes —gritó James.
—¿Qué no sé de qué? ¿Pueden parar con los misterios y secretos? Porque si siguen ocultándome algo más juro que iré a decirle a Dumbledore que son animagos.
—No serías capaz —repuso Sirius.
—Pruébame y verás —dijo desafiante.
—¡Basta! Te contaremos todo, Isabella —gritó James.
—¿Le contaremos todo?
Unas gruesas gotas de transpiración caían por la frente de Remus.
—Sí, Lunático. Hay que decirle la verdad —siguió James.
ESTÁS LEYENDO
harry potter || one shots y fragmentos
Fantasía𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧. (𝐀𝐝𝐞𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬 𝐟𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐥...