Flatline • jb

Veintisiete; ¿Todo bien?

Al acercarme a la puerta de embarque vi que Megan y Brooke ya se encontraban allí, charlando demasiado animadamente para la hora que era. De hecho, de la gente que había por allí era a las que más se escuchaba. Conforme me fui acercando mi amiga me vio y me saludó enérgicamente, llamando la atención de Brooke que se giró para mirarme con una pequeña sonrisa.

En cuanto la vi las palabras de Rachel regresaron a mi mente y mi corazón se encogió un poco. En ningún momento creí que mi novia podría haberse sentido tan insegura respecto a ese asunto y, aunque no tenía intenciones de cambiar la relación que mantenía ahora con Brooke ya que era una bastante cordial, supongo que a partir de ahora una pequeña parte de mí no se sentiría del todo bien, manteniendo una buena relación con ella cuando había hecho que Rae lo pasase mal. De todas formas, ella tampoco me había pedido que me alejase de Brooke, es decir, eso era algo imposible teniendo en cuenta que trabajábamos juntos.

—Hola. —Megan me recibió con un abrazo.

—Hola —Le sonreí antes de dirigirme hacia Brooke para darle un corto abrazo también—. ¿Somos los únicos aquí? —Miré a mi alrededor en busca de nuestro jefe o Ethan.

—No —Brooke negó con la cabeza—. El jefe ha ido a otro lado porque tenía poca cobertura y necesitaba hacer una llamada.

—Oh y como siempre...

—Ethan el último —terminó Megan por mí—. Me sorprendería si no perdiese el avión. —Negó con la cabeza, cruzándose de brazos.

—¿Sabéis ya por qué tenemos que ir a Birmingham? —pregunté curioso.

—Que va... —Brooke suspiró— Dice que hablaremos de ello en el vuelo, que hay tiempo de sobras para ello.

—No entiendo a qué viene tanto misterio —refunfuñó Megan.

—La verdad es que a mí también empieza a molestarme —admití—. Es decir, nos avisa de esto de un día a otro, nos toca cancelar todo lo que teníamos planeado y ni siquiera nos da una mínima explicación.

—¿Tenías planes para este fin de semana? —preguntó Brooke.

—Nada en concreto —Me encogí de hombros—, pero le había prometido a Rachel pasarlo con ella, últimamente apenas paro por casa. —Suspiré pasando una mano por mi frente.

Recordé el rostro desencajado de mi novia cuando le dije que tenía que irme y la desilusión que reflejaron sus ojos. Sabía que ella no me echaba la culpa de lo que había pasado, ella misma me lo había dicho, pero aún así era imposible no sentirme mal.

—Awww... Justin se pone triste porque no puede pasar tiempo con su Rae —Megan esbozó un puchero y estrujó mis mejillas, como si fuese un niño pequeño, haciendo que rodase los ojos—. Sois tan monos... No puedo esperar a que se lo pidas —comentó contenta.

Abrí los ojos exageradamente al darme cuenta de que lo había dicho delante de Brooke. Era algo que solo sabían nuestros padres, Megan y Jared.

—¿Pedírselo? —Nuestra compañera nos miró con el ceño fruncido.

Asesiné con la mirada a Megan, pero ella se limitó a encogerse de hombros.

—Ups... —murmuró con una pequeña sonrisa inocente.

Suspiré agitando la cabeza y me volví hacia Brooke. Al fin y al cabo ya no tenía sentido negar nada.

—Quiero pedirle a Rachel que se case conmigo. —Rasqué mi nuca algo incómodo.

—Oh... —Fue lo único que salió de sus labios en un primer momento— Felicidades. —Sonrió.

—Bueno, primero tiene que aceptar —bromeé.